Pese a la brutal represión de ayer, que dejó un saldo de 5 muertos, los manifestantes vuelven a presionar por el cambio de gobierno; en Libia, la represión dejó al menos 80 muertos; protestas en Yemen y Argelia

Bahrein Plaza Protesta
© AFP

Manama(AFP).- Los manifestantes volvieron a tomar la plaza de la Perla de Bahrein pese a la brutal represión, en una nueva erupción de las protestas contra los regímenes autoritarios de los países árabes que dejó cerca de 80 muertos en Libia y una decena en Yemen y Argelia.

Miles de manifestantes instalaron tiendas en la céntrica plaza de Manama, la capital de Bahrein, de donde habían sido expulsados el jueves en un operativo policial que dejó cuatro muertos. Ayer, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra otras protestas, dejando decenas de heridos.

Pero las autoridades sunitas de esta pequeña monarquía petrolera del Golfo con mayoría de la población chiita parecieron el sábado resignarse a buscar otra estrategia ante los reclamos de reformas políticas, al ordenar a los militares y a la policía mantenerse apartados de la ya célebre plaza de la Perla.

"Ordenamos a todas las fuerzas de seguridad que se retiren inmediatamente de las zonas de concentración como pedimos a las personas concentradas que abandonen el lugar para evitar cualquier choque", dijo el príncipe heredero de Bahrein, Salman ben Hamad Al Jalifa.

La oposición supedita el inicio de un diálogo al repliegue del ejército fuera de Manama. La represión tampoco consiguió amedrentar a otros movimientos, como el que estalló en Libia contra el régimen del coronel Muamar Kadhafi, un acérrimo enemigo de Occidente, en el poder desde hace casi 42 años.

Según fuentes médicas y testigos citados por la organización de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW, con sede en Nueva York), al menos 84 personas murieron en Libia desde el principio de las manifestaciones, el 15 de febrero. Un recuento realizado por la AFP a partir de diferentes fuentes locales el sábado totalizaba 65 muertos.

Una fuente allegada al poder indicó que las fuerzas de seguridad "recibieron la orden de salir del centro de la ciudad de Al Baida" (a 1.200 km al este de Trípoli) "para evitar enfrentamientos con los manifestantes".

En Argel, capital de Argelia, unos 200 manifestantes que coreaban "Argelia libre y democrática", "poder asesino" o "el pueblo quiere que caiga el régimen", se congregaron el sábado en el centro de la ciudad, pese a un impresionante despliegue de las fuerzas de seguridad.

Un diputado de la opositora Asamblea por la Cultura y la Democracia (RCD), Tahar Besbas, fue gravemente herido en un enfrentamiento con la policía durante la manifestación y parecía en estado de coma, según un miembro de su partido. Sin embargo las autoridades aseguraron que el diputado no tiene "absolutamente nada".

Las protestas del mundo árabe, inspiradas en las rebeliones que desde inicios de año derrocaron a los presidentes de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí, y de Egipto, Hosni Mubarak, se propagaron como un reguero de pólvora en esta región con grandes sectores de población sumidos en la pobreza, carcomida por la corrupción y gobernada por longevos regímenes autoritarios.

Otros enfrentamientos se produjeron el sábado en Yemen, donde según la AFP un estudiante murió baleado en Saná, la capital, aunque el ministerio del Interior desmintió esa noticia.

Hasta el ayer, diez personas habían fallecido en las protestas que se iniciaron el domingo 13 en este paupérrimo país del sur de la Península Arábiga.

En Yibuti, otro pequeño país del cuerno del Africa separado de Yemen por el Mar Rojo, un policía y un manifestante murieron el sábado en enfrentamientos tras una gran manifestación opositora en la capital, indicó el ministerio del Interior en un comunicado.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó ayer el uso de la violencia contra las manifestaciones pacíficas en Bahrein, Libia y Yemen y pidió espetar la libertad de expresión.

En Túnez, centenares de personas manifestaron el sábado "por un Túnez laico", después de varios incidentes con islamistas que atacaron el viernes una calle de prostitutas y gritaron consignas antisemitas la semana pasada y un día después de que fuera degollado un sacerdote polaco.

"Por un país laico", coreaban los manifestantes convocados a través de Facebook, observó la AFP. "Parad vuestros actos extremistas", "Por una Túnez laica", "Laicidad libertad y tolerancia", se podía leer en las pancartas.

El principal movimiento islamista tunecino, Ennahda, pidió al gobierno "que descubra las verdaderas circunstancias" del homicidio del sacerdote polaco Marek Rybinski, de 34 años, y "halle a quienes lo cometieron para aclarar las cosas ante la opinión pública".