Asunción, 2 ene (PL) Sin pausa sigue creciendo el nivel del río Paraguay donde baña a la ciudad de Alberdi, pues hoy se elevó otros cuatro centímetros y llega a los 9,70 metros, más del doble de lo normal.

A pesar de los llamados de las autoridades por el inminente peligro, muchos de los habitantes de esa pequeña localidad (más de siete mil en total) persisten en su rechazo a ser evacuados.
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El riesgo para la vida está dado por la posible ruptura de un muro de contención de las aguas, que aunque es una y otra vez reforzado sigue filtrando por diversos puntos en más de mil metros, e incluso puede ser rebasado por la altura del cauce.

Alberdi, del departamento suroccidental de Ñeembucú, es la localidad más afectada en Paraguay por la crecida pues está casi aislada y semeja una isla en medio de aquella zona anegada.

El gobernador de Ñeembucú, Carlos Silva, aseguró que la situación de la muralla de contención está controlada, en franca contradicción con lo declarado por el ministro de la SEN, Joaquín Roa, sobre la expectativa ante una eventual evacuación total.

Además de los lugares habilitados por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para albergarse, los alberdeños cuentan con el ofrecimiento para ocupar sitios en la ciudad argentina de Formosa, ubicada frente a ellos y solo separados por el río.

Según medios del vecino país, el gobierno de Formosa prepara refugios con baños, agua, energía y galpones para recibir a unas 400 familias que decidan dejar Alberdi ante la emergencia latente.

Mientras tanto, en esta capital el Consejo Municipal de Emergencias y Desastres de Asunción fijó hoy en más de 94 mil las personas llevadas a los 122 albergues que atiende junto con la SEN, aunque los desplazados por las aguas son muchos más.

Pobladores de los más empobrecidos y vulnerables barrios capitalinos, en las partes bajas y ribereñas ya anegadas, se establecen en precarias viviendas levantadas en espacios públicos o son recibidas por familiares y amigos.

En el área de la principal ciudad paraguaya la vía fluvial acusó este sábado una baja en dos centímetros para situarse en 7,86 metros, de acuerdo con la medición realizada por la Armada en el sitio de referencia para ello, el puerto de Asunción.

Gracias a la ausencia de lluvias en los últimos dos días se produjo ese descenso, pero nuevamente hoy el pronóstico de la Dirección de Meteorología causa alarma.

Los expertos del organismo aseguran que núcleos de tormentas comenzaron a desarrollarse desde horas tempranas sobre el país y tienden a intensificarse debido a la alta inestabilidad atmosférica reinante.

Por ello, esa institución emitió una alerta para seis departamentos, tanto del oriente como el occidente, pues se prevén intensas precipitaciones pluviales con descargas eléctricas y ráfagas de viento puntualmente fuertes.