marea roja
© Suffolk County Department of Health ServicesMarea roja en la Bahía Great South.
Un grupo de investigadores del Instituto Conjunto de Energía (JGI) del Ministerio de Energía de Estados Unidos (DOE) logró descifrar la primera secuencia genética anotada y completa del alga nociva Aureococcus anophagefferens. Los hallazgos fueron publicados online esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

"Los florecimientos de algas nocivas no son un fenómeno nuevo, aunque mucha gente los conoce con otros nombres, como marea roja o marrón", explica Christopher J. Gobler, profesor adjunto de la Facultad de Ciencias Marinas y Atmosférica de la Universidad de Stony Brook y autor principal del estudio. "Estos florecimientos pueden perjudicar a los humanos, ya que intoxican a los moluscos y pueden afectar los ecosistemas marinos circundantes y acabar con los peces y la vida marina", agregó.

"La distribución, la frecuencia y la intensidad de estos eventos aumentó en todo el planeta y los científicos luchan por determinar cómo ocurre", destacó el científico, informa NewsWise.

Al secuenciar el genoma, los científicos ahora pueden analizar su "lista de piezas" para obtener información que los ayude a comprender la capacidad de la Aureococcus de captar dióxido de carbono, de sobrevivir en diversos medioambientes marinos, de aprovechar el selenio en sus proteínas y de superar a la mayoría de sus competidores.

El genoma de 56 millones de pares de bases de la microalga Aureococcus fue secuenciado por el equipo del DOE/JGI a partir de un cultivo aislado de una muestra tomada en las costas de Long Island, Nueva York, una de las áreas más afectadas por las microalgas desde su primera aparición hace 25 años.

Cuando se congregan miles de millones de células de Aureococcus, estos organismos superan a otro fitoplancton marino de la región y perjudican las cadenas alimentarias de los ecosistemas marinos y, al mismo tiempo, a la economía de la industria marisquera local. Las pérdidas económicas atribuidas a estos florecimientos y otros incidentes relacionados ocurridos en el país en los últimos 10 años se calculan en unos USD 1.000 millones.

"Comparada con otros fitoplancton [Ostreococcus y cianobacterias] que habitan los mismos estuarios, la Aureococcus, que además, los supera, tiene ventajas genéticas que le permiten beneficiarse de nutrientes alternativos, sobrevivir en condiciones variables de luz y codificar la mayor cantidad de selenoproteínas (proteínas que utilizan trazas de selenio para desarrollar funciones celulares esenciales) que se conoce hasta la fecha", destacó Igor Grigoriev, líder del grupo de investigadores.

Esta microalga fotosintética está bien adaptada a la falta de luz, por lo que puede sobrevivir largos periodos en la oscuridad. El estudio genómico demostró que la Aureococcus contiene 62 genes para la captación de la luz, mientras que sus competidores tienen un promedio de 24 genes de ese tipo.

"Durante décadas, los científicos intentaron comprender por qué se desarrollan estas especies, cuándo lo hacen, cómo logran dominar cuando hay tantas otras especies que compiten en el agua con ella", dijo Don Anderson, un científico principal del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) que estudió los florecimientos de algas nocivas durante décadas y es, además, un activo promotor de los esfuerzos de investigación en el campo.

"Con esta información genómica nueva tenemos un enfoque renovado", recalcó Anderson.