Cuando está estresado o acaba de realizar una rutina fuerte de ejercicio, saltar hacia una ducha caliente podría parecer lo más natural. El agua caliente promueve el flujo de sangre a la piel, por lo que ayuda a aliviar los músculos cansados y adoloridos y le ayuda a relajarse. Sin embargo, podría haber una buena razón para abrir la llave del agua fríacuando se baña después de hacer ejercicio y de forma intermitente.

ducha fría
La exposición a la temperatura fría a través de agua fría y baños helados, también conocidos como inmersión en agua fría o "crioterapia", es una técnica popular entre los atletas amateur y profesionales, aunque podría brindarle beneficios que mejorarán la salud a casi todas las personas.

¿Por qué tomar una ducha fría después de hacer ejercicio?

El frío funciona al disminuir la temperatura del tejido dañado y al restringir localmente los vasos sanguíneos. Al usar una terapia de frío concentrado en un área, como con una compresa fría, inmediatamente después de una lesión, ayuda a prevenir los moretones y la hinchazón ocasionados por la acumulación de desechos y fluidos. El frío también ayuda a entumecer las terminaciones nerviosas, lo que le brinda alivio del dolor instantáneo y localizado.

A escala del cuerpo completo, sumergirse en una bañera con agua fría disminuye su índice cardiaco y aumenta la circulación, lo que minimiza la inflamación y le ayuda a recuperarse más rápidamente. De hecho, los baños de agua fría parecen ser significativamente más efectivos que el descanso para aliviar el dolor muscular retardado, el cual aparece generalmente entre uno y cuatro días después de hacer ejercicio u otra actividad física.

En un estudio, tras analizar 17 pruebas que involucraron a más de 360 personas quienes descansaron o se sumergieron en agua fría después de un entrenamiento de resistencia, ciclismo o correr, los investigadores encontraron que los baños de agua fría eran mucho más efectivos para aliviar los músculos adoloridos entre uno y cuatro días después de hacer ejercicio.1

¿Qué tan fría debe ser el agua? En este caso, en la mayoría de los estudios se utilizó agua a temperatura de 10 a 15 grados C (50-59 grados F), en la cual permanecieron los participantes durante aproximadamente 24 minutos. Algunas de las pruebas involucraron temperaturas más frías o "inmersión contrastante", lo que significa, alternar entre agua fría y caliente.

Este estudio no mostró beneficios significativos de la inmersión contrastante en comparación con el descanso, pero algunos expertos creen que alternar el agua fría y caliente ayuda a llevar oxígeno y nutrientes a los órganos internos, mientras que estimula la desintoxicación. Las investigaciones también muestran que puede ayudar a disminuir el dolor y a aumentar la rapidez de la recuperación al disminuir la concentración de lactato en la sangre.2

El agua fría podría aumentar la tolerancia de su cuerpo al estrés y las enfermedades

Desde que leí el año pasado el libro de Tim Ferris, Four Hour Body, el cual me mostró por primera vez este concepto, he estado experimentado este concepto. Ahora me meto en la ducha antes de que se caliente el agua. También salto en el océano sin tener un traje mojado puesto, cuando no hay nadie más en el agua. He descubierto que sostener la respiración me ayuda bastante a adaptarme al choque inicial y aclimatarme más rápidamente al frío. He comenzado a disfrutarlo y ahora lo veo como una forma de estrés saludable, muy similar al ejercicio.

Exponer el cuerpo entero al agua fría durante breves periodos de tiempo sirve para promover el "endurecimiento". El endurecimiento es la exposición a un estímulo natural, como el agua fría, el cual tiene como resultado una mayor tolerancia al estrés o a las enfermedades. Esto se demostró con un estudio que involucró a 10 personas sanas que nadaban regularmente en agua helada durante el invierno.3 Al darle seguimiento a la exposición al agua fría, los investigadores notaron:
  • Disminución "drástica" en los niveles de ácido úrico: Los niveles altos de ácido úrico normalmente se relacionan con la gota, pero desde hace mucho tiempo se sabe que las personas con presión arterial alta, enfermedades renales y sobrepeso, a menudo tienen niveles elevados de ácido úrico. Cuando los niveles de ácido úrico exceden los 5.5 mg por decilitro, se tiene un mayor riesgo de desarrollar enfermedades, como las cardíacas, hígado graso, obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades renales y más.
  • Mayor glutationa: La glutationaes el antioxidante más poderoso del cuerpo, el cual mantiene al resto de los antioxidantes funcionando a niveles máximos.
¿Puede el agua fría ayudarle a quemar grasa?

Beber agua fría es conocido por aumentar la velocidad del índice metabólico, ya que el cuerpo debe trabajar para elevar la temperatura del agua. Las duchas frías y otros tipos de terapia con agua fría o hielo también podrían estimular la capacidad del cuerpo para quemar grasa.

Tim Ferris también analiza el concepto de activar la grasa marrón al exponerse a temperaturas glaciales para estimular la quema de grasa. Afirma que usted puede aumentar su potencial para quemar grasa hasta un 300 por ciento simplemente con añadir la terapia de hielo a su estrategia alimenticia. Esto se basa en la premisa de que al enfriar el cuerpo, esencialmente lo fuerza a quemar muchas más calorías al activar su grasa marrón.

La grasa marrón es un tipo de grasa que genera calor que quema la energía en vez de guardarla, por lo que actúa más como un músculo que como grasa. Las investigaciones han demostrado que puede activarse la grasa marrón al enfriar el cuerpo para quemar más grasa.4 Las sugerencias de Ferris, que van de fácil a extremas, son las siguientes. Si desea probar esta técnica, asegúrese de avanzar lentamente. Podría ser desaconsejable ir directamente al baño de hielo si no está acostumbrado a las temperaturas glaciales:
  • Coloque una bolsa de hielo en la parte superior de su espalda y pecho durante 30 minutos al día (por ejemplo, puede hacerlo mientras se relaja frente al televisor).
  • Beba alrededor de 500 ml de agua helada cada mañana.
  • Tome duchas frías
  • Sumérjase en agua helada hasta la cintura durante 10 minutos, tres veces a la semana. (Simplemente llene su bañera con agua fría y cubos de hielo).
La mayoría de los estudios acerca de la inmersión en agua fría reportan beneficios con efectos secundarios mínimos o nulos, así que si está dispuesto a pasar alrededor de 20 minutos en una tina con agua fría, esta podría ser otra herramienta simple y económica para apoyar su salud óptima y longevidad. Por supuesto, se recomienda utilizar el sentido común.

Cuando se sumerge en agua fría, su cuerpo recibe un choque hasta cierto grado, así que debe asegurarse de que el agua no esté demasiado fría y que no se quedará en ella durante mucho tiempo. Como siempre, escuche a su cuerpo y haga esfuerzos graduales hacia las técnicas de terapia de hielo más avanzadas.