Putin y Erdogan juntos
© SputnikEl president ruso, Vladimir Putin (derecha), y el presidente turco, Recep Erdogan (izquierda).
En diciembre de 2014, como resultado de la intromisión y la coacción por parte de la UE en nombre de los EE.UU., Bulgaria renegó de su compromiso con el proyecto masivo del gasoducto South Stream. Siempre estoico, el gobierno ruso básicamente dijo "ustedes pierden" y se fue a hacer negocios a otra parte. Esa otra parte era Turquía. Luego, el 30 de septiembre de 2015, Rusia sorprendió a casi todo el mundo al empezar una gran operación militar contra el terrorismo, en apoyo al gobierno sirio. Un poco menos de dos meses más tarde, a finales de noviembre de 2015, un avión turco derribó un bombardero ruso que volaba cerca de la frontera sirio-turca (plausiblemente podría haber hecho una muy breve pasada a través del espacio aéreo turco). El presidente de Turquía, Erdogan, y su primer ministro, Davutoglu, apoyaron las acciones del piloto, culparon a Rusia, y se negaron a disculparse.

A lo largo de todo este período, Turquía fue tal vez el mayor patrocinador encubierto de los terroristas en Siria, incluyendo la FSA, al-Nusra y Daesh. Por ejemplo, Serena Calce murió misteriosamente en octubre de 2014 después de revelar los vínculos directos entre Daesh y la inteligencia turca, el MIT. Tras el derribo del avión ruso y el asesinato de su piloto (un crimen de guerra), Rusia comenzó una política constante y consistente de exponer la complicidad de Turquía en la desestabilización y destrucción de Siria a través de servidores terroristas subsidiarios como el Daesh. Esta [complicidad] incluía una profunda implicación en el comercio de crudo de Daesh, la provisión de armas y combatientes, los cruces fronterizos, etc. Si bien anteriormente uno sería etiquetados como un teórico de la conspiración por sugerir este tipo de vínculos, ahora es de conocimiento común. Así que la imagen de Turquía (o al menos la de su liderazgo y su "Estado profundo") ha sido manchada seriamente.

Además, Rusia cortó los lazos con Turquía, introdujo sanciones contra la mayoría de sus productos alimenticios y prohibió el turismo en el país. Esto ha dado lugar a una importante reducción en el crecimiento económico de Turquía. El turismo ha disminuido significativamente. Además, la guerra del gobierno de Turquía contra los kurdos en el sureste del país ha creado el caos y el papel de Turquía en la crisis de refugiados ha obstaculizado sus relaciones con la UE y los EE.UU.; afectando aún más su economía. Si ponemos estas tendencias en números, vemos lo siguiente:
  • el volumen del comercio entre Rusia y Turquía se ha reducido de 31 mil millones de dólares en 2014 a la proyección de $10 mil millones para este año;
  • se estima que el deterioro total de las relaciones con Rusia sería del 0,3 - 0,4% del PIB de Turquía, o $9 mil millones;
  • la mayor caída en el turismo en los últimos 17 años, hasta un 28% (700.000 turistas menos este mes de abril en comparación con el pasado).
Así que no es tan sorprendente que Erdogan esté mirando una vez más hacia Rusia. Erdogan finalmente envió una oficial "disculpa de Schrodinger" a Putin, que, dependiendo de quien la lea, y cómo la lea, puede ser una disculpa o una no disculpa. Aunque la mayoría de las fuentes no turcas la ven como una disculpa de buena fe, los turcos no la ven así. Parece que fue diseñada de esta manera. Es lo suficientemente vaga como para ser interpretada como una disculpa por los rusos, pero una disculpa pura y simple; la admisión de que el avión de combate fue derribado deliberadamente, no caería bien en Turquía. Todos se benefician.

Después de que se hicieran públicas algunas porciones de la carta, el lunes, Turquía y Rusia aparentemente han invertido completamente sus posiciones anteriores. Inmediatamente después de la noticia, Gazprom expresó su voluntad de reiniciar el trabajo en el proyecto del Turkish Stream. Hoy, miércoles [29 de junio - NdT], Putin y Erdogan hablaron por teléfono. Como resultado de la llamada, Putin tiene prevista una reunión en persona con Erdogan en un futuro próximo (no se han reunido desde el derribo del avión) y ha dado instrucciones al gobierno ruso para iniciar la normalización de las relaciones con Turquía: la cooperación bilateral en el comercio, poner fin a las restricciones para los turistas rusos, e impulsar la cooperación en la lucha contra el terrorismo. (Puede leer una traducción no oficial de la declaración de Putin en The Duran.)

Una de las condiciones del deshielo en las relaciones podría ser el destino del mercenario turco, Alparslan Celik, quien inicialmente se atribuyó la responsabilidad por matar ilegalmente al piloto ruso Oleg Peshkov cuando él se lanzó en un paracaídas desde su avión. El resumen de la llamada de Putin dice que él "expresó su esperanza de que la investigación judicial contra el ciudadano turco acusado de la muerte del piloto ruso se llevara a cabo de una manera objetiva". Celik ya fue absuelto del asesinato de Peshkov debido a la falta de pruebas. El 10 de junio, se ha previsto que su juicio se reanudará el 27 de junio, ayer, por lo que la sincronía del tiempo es una coincidencia, por decir lo menos. La custodia de Celik se ha ampliado hasta junio del próximo año, y el nuevo enfoque del juicio parece ser un caso de fraude como en 2010, así como su posible participación en la muerte del piloto del helicóptero ruso que murió mientras rescataba al piloto superviviente del Su-24 derribado.

El derribo sigue siendo un caso interesante. En primer lugar, tenemos esta afirmación de Alexander Mercouris, en The Duran:
Casi con toda certeza, los rusos creen que el SU24 fue derribado deliberadamente. En efecto, he oído que la razón por la que Putin reaccionó tan fuertemente al derribo del SU24 es que - contrariamente a los consejos de los militares rusos - había creído en las garantías de Erdogan de que tal cosa no ocurriría y se culpó a sí mismo por haber creído en las garantías de Erdogan y hacer caso omiso las advertencias de su propia milicia.
Él pudo haber tenido una buena razón. Vea el artículo de Joe Quinn de aquel entonces: Siempre el último en saber: ¿El gobierno turco se enteró del derribo del jet ruso después del hecho? Recientemente, Katehon escribió lo siguiente:
Según nuestra información, la provocación de la destrucción de la aeronave rusa fue coordinada directamente con los EE.UU.. Los adherentes de Fethullah Gülen, un ideólogo islamista turco con residencia permanente en los Estados Unidos, así como otros agentes de influencia estadounidense en Turquía, podrían haber estado involucrados. EE.UU. pretendía beneficiarse del conflicto de dos rivales regionales al lograr que ambos fueran más dependientes de un poder exterior.

Según la prensa turca y mundial, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, estuvo detrás del derribo de la aeronave rusa en la frontera entre Turquía y Siria, el 24 de noviembre de 2015. Según su declaración reportada, las fuerzas armadas turcas ejecutaron su orden. Fue Davutoglu quien expresó las iniciativas más radicales de los dirigentes turcos para la invasión de Siria. Sin embargo, su más grave crimen contra Turquía fue la ruptura de las relaciones con Rusia, que aisló al país de su socio más importante y lo volvió directamente dependiente de Estados Unidos y Qatar. El análisis geopolítico imparcial demuestra que Turquía no estaba interesada en perder a Rusia como un socio. Ese era el único factor que permitía a los turcos actuar con independencia de Estados Unidos, aprovechándose de las contradicciones entre Moscú, Washington y las capitales europeas. Sí, las posiciones de ambos países sobre Siria diferían significativamente, pero antes de los trágicos acontecimientos de noviembre de 2015, ambos países eran capaces de negociar sus intereses.
Coincidentemente, Davutoglu fue despedido de su cargo de primer ministro por Erdogan en mayo de este año, hace apenas un mes. El nuevo primer ministro, Binali Yildirim, podría tener la intención de revertir las políticas desastrosas de Davutoglu. Sus dos políticas principales son aparentemente el acercamiento con Rusia y la preservación de la integridad de Siria (evitando así lo que los turcos consideraran una posibilidad desastrosa: un Kurdistán en su frontera). En esta misma línea, Mercouris le atribuye este motivo a la disculpa de Erdogan: "La respuesta corta es que Erdogan nunca se imaginó que el derribo del SU24 causaría tal daño en sus relaciones con Rusia. Casi desde el primer momento, era obvio que él sabía que había sido un error y, desde entonces, ha trabajado constantemente para tratar de reparar el daño". Él añade:
En última instancia, Turquía es un país demasiado importante para los rusos como para prolongar la disputa. En el plazo inmediato, los rusos quieren al menos un mínimo de cooperación por parte de los turcos para cerrar su frontera con Siria con el fin de estabilizar la situación en ese país. Más allá de eso, Turquía es un socio comercial y económico crítico; siendo que, antes de la ruptura, los rusos planeaban un importante gasoducto a Turquía ("Turk Stream") en lugar del South Stream que había sido cancelado. A un nivel más prosaico, Turquía se había convertido en un destino turístico importante y popular para los turistas rusos en las vacaciones veraniegas, y su regreso allí será popular en ambos países.

Más allá de estos intereses económicos y políticos obvios, están los cálculos estratégicos mayores. Turquía es una potencia euroasiática importante y, hasta el momento de la ruptura repentina en las relaciones el año pasado, los rusos y los chinos estaban haciendo grandes esfuerzos para acercar a Turquía al sistema de Eurasia; a pesar de que el país es miembro de la OTAN. Turquía, por ejemplo, ya tiene la condición de observador en la Organización de Cooperación de Shanghai y estaba mostrando un interés creciente en la Unión Económica Euroasiática. También es un participante clave en el proyecto chino de la Ruta de la Seda. Con suerte, una restauración de las relaciones entre Turquía y Rusia debería conducir a una reanudación del diálogo entre las potencias euroasiáticas y Turquía, con la intención última de alejar a Turquía de Occidente para integrarlo a las instituciones eurasiáticas.
Así que tiene sentido que Turquía se beneficiaría en múltiples niveles mediante la reanudación de las relaciones con Rusia y haciendo cambios en sus políticas existentes. Hay algunos indicios de que esto puede estar ocurriendo en cierta medida. Hoy, Ramazan Can, jefe de la delegación de Turquía a la Asamblea Parlamentaria de la Cooperación Económica del Mar Negro, destacó el papel de Rusia en la derrota del terrorismo internacional. Él dijo: "Sin la cooperación entre todos los países del mundo, entre ellos Rusia, es imposible derrotar este mal". Can también dijo (siendo algo hipócrita): "Cooperamos con varios países en una lucha contra el EI [Daesh] y otras organizaciones terroristas; y adoptamos todas las medidas necesarias para evitar que los militantes pasen a través de la frontera con Siria". Esto es falso, por decir lo menos, ya que Turquía ha tenido una política de fronteras básicamente abiertas para el Daesh y otros terroristas. Ayer mismo, el diario turco Karshi informó que los informes policiales secretos turcos indican que al-Nusra y Daesh "todavía están enviando armas y suministrando su logística desde Turquía" por medio de cruces legales e ilegales:
El diario también dijo que los grupos terroristas de Al-Nusra e ISIS han establecido bases en Turquía para entrenar a los reclutas, añadiendo que muchos artefactos explosivos incluso son fabricados y ensamblados en suelo turco.

Anteriormente, el martes, el portavoz de un partido político de Turquía reveló que, desde el inicio de la crisis, el gobierno de Turquía ha estado pasando el contrabando de armas a las organizaciones terroristas en Siria mediante el uso de un gran número de vehículos de ambulancia. "Turquía es una causa principal de la guerra contra Siria debido a sus errores de cálculo y sus políticas arbitrarias que causaron el derramamiento de sangre de inocentes en Siria", dijo Ayhan Bilgen, del Partido Democrático Popular en Turquía (HDP), a los medios de Siria; señalando que los terroristas salen de campamentos turcos para luchar en Siria y regresan nuevamente a los campamentos en Turquía.
Así que, si Turquía quiere todas las ventajas de las relaciones reanudadas con Rusia, tendrá que demostrar esto a través de acciones, sobre todo cuando se trata de su porosa frontera con Siria. Esto es lo que señala Ulson Gunnar en su última pieza para el New Eastern Outlook:
En caso de que Turquía sinceramente lamente el derribo del avión de combate SU-24 de Rusia, también tiene que lamentarse sinceramente por los soldados rusos que pierden sus vidas en Siria luchando contra el Estado Islámico; el cual, sin duda, está siendo rearmado, reforzado y reabastecido desde Turquía. Uno debe esperar que este pesar, articulado en la reciente disculpa del presidente Erdogan, se manifieste con una estrategia clara en la frontera de Turquía para cerrar los centros de actividad logística, de capacitación y reclutamiento, así como los depósitos de armas que sirven al Estado Islámico cerca de la frontera con Siria.
Sólo el tiempo dirá si Turquía cumple su parte del trato. Usted puede apostar que los rusos no avanzan con una confianza ciega aquí, ellos esperan resultados. Esto le da un sentido diferente al ataque terrorista impecablemente sincronizado de ayer en el aeropuerto de Estambul. Es demasiado pronto para asignar la culpa de los ataques. Yo mantendría abiertas las siguientes posibilidades: a-) Daesh (en respuesta a la pérdida del apoyo de Turquía, o la amenaza de la pérdida, después de la noticia de la disculpa de Erdogan); b-) un ataque de falsa bandera de EE.UU./OTAN (como un mensaje que dice, "colaboren con nosotros, no con los rusos, o vamos a seguir haciendo esto y cosas peores"); c-) un ataque de falsa bandera turco (para justificar al menos un esfuerzo nominal contra el Daesh, alineados a los rusos). Ilhan Tanir, corresponsal para el periódico de Turquía, Cumhuriyet, dijo a Sputnik:
"El ataque indica que es el ISIS [Daesh]. No se ha confirmado todavía, porque ISIS jamás confirma sus ataques en suelo turco. Esto le da a Turquía una perturbación adicional, debido a que los militantes de ISIS asumen la responsabilidad de los ataques en otros países", dijo Tanir. Dijo además que ha habido indicaciones e informes de noticias procedentes de las agencias de inteligencia de Estados Unidos que sugieren que decenas de miembros del Daesh entraron a Turquía hace tan sólo unas semanas.[...]

Ahora Erdogan está pidiendo que Occidente se unifique y tome una postura contra las redes de ISIS. Sin embargo, Erdogan ha estado gobernando Turquía desde hace décadas y es una persona que ha estado supervisando la política de Siria desde 2011 y todas las alarmas rojas han estado sucediendo durante al menos un par de años; pero las autoridades turcas han comenzado a tomar algunas medidas reales de precaución tan sólo después de los ataques de Ankara".