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Más escándalos salieron a la luz en esta capital luego de conocerse una publicación de las atrocidades de soldados estadounidenses por la revista alemana Der Spiegel.

Según ese medio, el cual no especificó como obtuvo fotos y fuentes informativas, aparecen imágenes inéditas de militares de Estados Unidos sonriendo junto a cadáveres mutilados de afganos.

Otras fotos muestran escenas calificadas de "repugnantes para los seres humanos" en la edición alemana y en medios de difusión de esta capital, los cuales se hacen eco de que por tales causas hay un proceso jurídico contra cinco miembros del ejército de ese país.

Estados Unidos, con casi dos tercios de los 150 mil soldados extranjeros que ocupan Afganistán desde el 2001, ha recibido continuadas censuras por su actuación contra la población civil.

Fuentes de derechos humanos en Kabul y de la insurgencia afgana denunciaron que no menos de un centenar de civiles han muerto por los bombardeos indiscriminados de las fuerzas del Atlántico del Norte (OTAN)en lo que va del año.

La Agencia Kali Yuga citó recientemente a fuentes de la insurgencia que demostraron las atrocidades de esos ataques, la destrucción de cultivos y aldeas en zonas rurales, los cuales obligan a emigrar a miles de personas.

El hambre amenaza a no menos de siete millones de afganos, no solamente por esas acciones sino debido a la corrupción imperante que impide la entrega de un mínimo de ayuda a la población.

Datos de documentos secretos divulgados por el sitio Wikileaks revelaron las implicaciones de soldados estadounidenses en hechos de tortura y asesinato de civiles desarmados pero los procesos al respecto, si existen, se mantienen en el más absoluto secreto.

Este fin de semana se divulgó que un llamado comandante Azizullah, contratado por la OTAN en este país, es un asesino y torturador demostrado pero voceros de la organización dijeron que las investigaciones no lo corroboran.

Ese personaje, precisaron medios de la insurgencia, es el organizador de grupos paramilitares que crean el terror en regiones del sur afgano con el respaldo y apoyo de las fuerzas extranjeras que ocupan esta nación.

Ejemplos en ese sentido se continúan filtrando a los medios de comunicación basados en documentos estrictamente confidenciales de Naciones Unidas, grupos de inteligencia estadounidenses y del gobierno de Hamid Karzai.