La fotobiología es utilizar de forma terapéutica la luz, para mejorar la salud. En esta entrevista, el Dr. Alexander Wunsch, uno de los principales expertos en fotobiología, explica el significado histórico de la misma.
Swings at sunset
Hace poco lo entrevisté acerca de los peligros de la iluminación del diodo emisor de luz (LED, por sus siglas en inglés). Hasta este momento, esa entrevista ya tiene casi un millón de reproducciones. Si aún no la ha visto, por favor véala, ya que la entrevista abordó algunos de los aspectos prácticos del mundo real de la fotobiología.

Aquí, nos centramos en el componente histórico para ayudarle a obtener una mejor apreciación de su potencial.

Uso Histórico de la Terapia de la Luz

Durante miles de años, la luz ha sido utilizada de forma terapéutica. Los seres humanos no solo hemos evolucionado para adaptarnos a la luz solar, sino también a la influencia del fuego-- la radiación del infrarrojo cercano y medio, que es muy baja en las longitudes de onda de rango azul--que también es emitida por fuentes de luz incandescente.

Sabemos que, en el antiguo Egipto, la luz solar se utilizaba con fines higiénicos, y una vez que los seres humanos comenzaron a fabricar vidrio, también fue posible producir luz de color utilizando el vidrio coloreado como tecnología de filtro.

Un punto importante que debe señalarse es que la retina humana no está diseñada para ser expuesta a la luz azul durante la noche. Siempre hemos estado expuestos a la luz del fuego, por la noche. Esta es la razón por la que es tan crucial bloquear la luz azul, particularmente durante la noche, pero también durante el día, cuando la luz proviene de fuentes artificiales.

Las lámparas incandescentes y halógenas son aceptables, ya que contienen longitudes de onda del infrarrojo cercano, mientras que lo mejor es evitar las luces LED, ya que estas están virtualmente desprovistas de las sanadoras longitudes de onda del infrarrojo cercano, por lo que emiten principalmente luz azul.

Con la llegada del siglo XVIII, la luz comenzó a ser utilizada de forma terapéutica para tratar las enfermedades.
"A la época anterior al siglo XVIII la denominó el "período místico" del uso de la luz, porque los seres humanos ya tenían evidentes indicios de que la luz era beneficiosa, pero no la habían explorado científicamente", dice Wunsch.
"Al siglo XVIII--también lo denominamos "la era de la iluminación"—las personas se interesaron mucho más sobre el porqué ocurrían tales circunstancias a su alrededor".
El Primer Dispositivo Fototerapéutico

Andreas Gärtner, conocido como el "Arquímedes Sajón", construyó el primer dispositivo fototerapéutico. Era un espejo hueco plegable hecho de yeso, cubierto con una hoja de oro.

A través de este, podía concentrar la luz solar en las adoloridas articulaciones de los pacientes. Las personas que sufrían de artritis, reumatismo y gota encontraron alivio para su dolor gracias a esta unidad fototerapéutica.

Hoy en día, podemos explicar cómo funcionó este dispositivo sin provocar una reacción fototóxica o quemaduras.

Realmente, la hoja de oro absorbe toda la radiación ultravioleta (UV, por sus siglas en inglés) de la luz solar, al emitir rayos de calor luminosos en longitudes de onda rojas y del infrarrojo cercano, que es beneficioso porque podría penetrar profundamente en los tejidos.
"Es interesante la cuestión de que los rayos ultravioleta se comportan de forma muy peculiar en combinación con ciertos metales. Por ejemplo, la plata solo refleja aproximadamente el 4 % de la incidencia de radiación ultravioleta. El oro absorbe casi todas las partes. El aluminio es el mejor reflector de rayos ultravioleta.
Cuando hablamos de fototerapia, además de la aplicación helioterapéutica, siempre tenemos que analizar la fuente de luz, y tenemos que analizar la escasa configuración de los medios, como los reflectores o lentes, ya que todos contribuyen a la mezcla final de longitudes de onda, que luego entran en acción en la intervención fototerapéutica", explica Wunsch.
La Ciencia de la Luz en el Siglo XIX

A finales del siglo XIX, comenzamos a adquirir una gran cantidad de conocimiento acerca de cómo la luz actúa sobre el cuerpo humano.

Esto comenzó con los experimentos de A. Downes y TP Blunt, quienes descubrieron que la radiación ultravioleta eliminaba las bacterias. Además, los investigadores estaban interesados ​​en otras partes del espectro óptico.

El General Augusto Pleasanton publicó "Influence of the Blue Ray of the Sunlight" (La Influencia del Rayo Azul de la Luz Solar) en 1876, en el que describió experimentos realizados entre 1861 y 1876.

Él cultivó uvas para hacer vino, al utilizar no solo el vidrio incoloro transparente, sino también el cristal azul de ventana. Con este último, obtuvo niveles de desarrollo significativamente mayores en las plantas. Más tarde, realizó experimentos similares en seres humanos.
"a finales del siglo XIX, especialmente en los Estados Unidos, las personas caminaban con lentes azules. En cierto modo, hicieron exactamente lo contrario de lo que ahora hacemos para proteger nuestra vista.
Incluso, mejoraron la parte azul del espectro, porque lo utilizaron como una especie de refuerzo o de control, y no se preocuparon por los efectos a largo plazo, que son bastante negativos... "
Utilizar lentes de color azul aumenta la exposición a la luz azul, y limita la exposición al rojo e infrarrojo. El problema es que si bien, utilizar, a corto plazo, luz con elevados niveles de azul, tiene un efecto activador, podría desarrollar rápidamente una tolerancia; y a largo plazo, el efecto estimulante es perjudicial para su biología. Por lo tanto, utilizar diariamente lentes de color azul no es una buena idea.
"Podría utilizarlos durante unos minutos, y es posible que esto sea una buena idea. Desde la perspectiva científica actual, necesitamos al menos una hora de luz natural sin filtrar [cada día] durante la adolescencia para prevenir la miopía. Pero no un azul puro, y no un bloqueo total. El camino ideal hacia la salud se encuentra en algún punto intermedio".
Reinventando la Rueda

Ese mismo año, Pleasanton publicó su libro sobre experimentos sobre la luz azul, el Dr. Seth Pancoast publicó "Blue and Red Light: Light and Its Rays as Medicine" (Luz Azul y Roja: La Luz y sus Rayos como Medicina), que abarca los experimentos tanto en la luz azul como en la roja.

Pancoast comprendió el efecto antagónico de la luz roja y azul, al utilizar la luz roja para estimular la actividad simpática, y la luz azul para estimular la actividad parasimpática.

Un año más tarde, en 1878--un año antes de que Edison inventara la lámpara incandescente--el Dr. Edwin Babbitt Dwight publicó "Principles of Light and Color" (Los Principios de Luz y Color).

Utilizó la serie completa de colores del arco iris, descubierta por Newton, y posteriormente utilizó el sistema de color de Goethe. El libro tiene cerca de 800 páginas, pero para las personas que están interesadas en la fotobiología, es un tesoro oculto.
"En la medicina actual, empezamos a reinventar lo que ya sabían o lo que ya habían descubierto a finales del siglo XIX--que los colores tienen efectos específicos sobre nuestra salud y organismo. Utilizar los colores correctos significa que podría comunicarse con los diferentes órganos en su sistema", explica Wunsch.
Según Wunsch, el tomo de Babbitt abarca todo lo que actualmente estamos redescubriendo sobre fotobiología y fototerapia. Incluso, Babbitt presentó información sobre cómo es la frecuencia y oscilación de los átomos.

Con respecto al uso de la luz de color, Babbitt utilizó una clase de botella en forma de lente. Al agregar una solución de sal, produjo diferentes colores. Enseguida, enfocó la luz de color en diferentes partes del cuerpo humano. Al igual que Pleasanton y Pancoast antes que él, Babbitt produjera resultados terapéuticos al utilizar luz de color.
"El problema es que es muy difícil reproducir estos efectos, si partimos del problema de que el sol no brilla todo el tiempo", dice Wunsch. "Ellos fueron pioneros en la cromoterapia en un momento en que la iluminación eléctrica no estaba disponible.
En cierto modo, las personas tenían un mejor ritmo circadiano sin iluminación eléctrica. Pero en términos de precisión científica, con respecto a producir luz de color, tenían peores condiciones que nosotros. Hoy en día, podemos producir exactamente los mismos colores en cualquier momento, durante el día y a lo largo del año".
Como Abordar las Enfermedades Con Luz

En 1897, Dinshah Ghadiali, originario de la India, que vivió la segunda mitad de su vida en los Estados Unidos, salvo la vida de un paciente al seguir las instrucciones de Babbitt. El paciente tenía colitis, una enfermedad inflamatoria intestinal. Dinshah sabía--al leer "Principles of Light and Color"--que la luz de color índigo podría detener el vómito y romper el proceso de la enfermedad.

Esto comenzó un nuevo capítulo en cromoterapia, y Dinshah experimentó con la luz de color durante más de 23 años, antes de presentar su sistema al público. Otro pionero de la cromoterapia a finales del siglo XIX, fue Niels Tyberg Finsen, en Dinamarca. Fue el primero en hacer una discriminación entre la fototerapia negativa y positiva.

Utilizó una luz roja muy específica para tratar a los pacientes que padecían viruela. Elimino la parte de longitud de onda corta del espectro, especialmente el ultravioleta, violeta, índigo y azul, lo cual dejó los colores situados en la longitud de onda más larga del espectro de luz.
"Puede estar 100 % seguro de que, si pinta una habitación completamente de rojo y utiliza un reloj o cortinas y tejidos rojos, habrá eliminado el 100 % de la luz azul. La parte corta de la longitud de onda, el azul y el índigo, era lo que provocaba la reacción inflamatoria en pacientes que padecían viruela", explica Wunsch.
Finsen... reinventó la fototerapia negativa, lo que significa que eliminaba ciertas partes del espectro, lo que exageraría el desarrollo de una enfermedad...
Esta observación--que la longitud de onda corta en el espectro amplificaría la reacción inflamatoria en la viruela--lo llevó a la idea de que la luz actúa como un agente estimulante. Es capaz de producir una reacción inflamatoria. En la viruela, esto sería un problema. Pero, él pensaba en el tratamiento para la tuberculosis.
Para tratar la tuberculosis, su idea era si podía inflamar el tejido, entonces el cuerpo sería capaz de curarse así mismo. Esto es lo que finalmente desarrolló: la fototerapia positiva, lo que significa que, él produjo exactamente esta parte del espectro que antes quería excluir.
Al utilizar la parte de longitud de onda corta le permitió abordar exitosamente la tuberculosis, especialmente en la piel... Su idea era utilizar la luz eléctrica...
En los últimos años de la década de 1890, estableció el Instituto Finsen en Copenhague y trató exitosamente a los pacientes que padecían tuberculosis de todo el mundo. Fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología en 1903. Él fue una de las personas más importantes a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX".
La Fototerapia se Convierte en la Medicina Más Avanzada

El trabajo de Finsen impulsó el progreso de la fototerapia en las siguientes décadas. De 1900 a 1950, la fototerapia fue una intervención terapéutica de última generación en medicina. Recuerde, Finsen trató eficazmente la tuberculosis durante casi 50 años antes del advenimiento de los medicamentos farmacológicos.

Realmente, no había tratamiento para la tuberculosis antes de la terapia de luz. La tuberculosis es un organismo de crecimiento lento que es difícil de tratar. Hoy en día, los pacientes suelen recibir múltiples medicamentos para tratar esta enfermedad.

La razón por la que la luz funciona en la tuberculosis es porque la luz ultravioleta es un germicida. Esta es una de las razones por las que es útil colgar la ropa para que se seque en el exterior. Exponer su ropa a la luz solar mata las bacterias, virus y otros microbios que podrían contaminar su ropa y sábanas de la cama.

La manera más fácil de beneficiarse físicamente de la terapia de luz proporcionada por el sol, es al exponer su piel desnuda a los rayos del sol de forma regular, lo ideal es hacerlo diariamente. La mayoría de las personas rara vez exponen más que su cara y manos a los rayos del sol.

De hecho, uno de los puntos más importantes que quiero resaltar aquí, es que una falta de exposición a la luz solar podría tener algunas consecuencias adversas realmente graves para su salud.

A finales del siglo XIX, John Harvey Kellogg inventó un método fototerapéutico al utilizar rayos rojos y del infrarrojo cercano (rayos de calor luminosos). Fundó el sanatorio Battle Creek, donde realizó helioterapia en pacientes, ya desde 1876.

En 1891, poco después de la invención de la lámpara incandescente, presentó una patente para un baño de luz incandescente. En los dos años siguientes, trató a miles de pacientes con esta luz.

Kellogg expuso su sistema de baño de luz incandescente en la exposición mundial en Chicago, en 1893, donde llamó la atención del químico alemán, el Dr. Willibald Gebhardt. Gebhardt visitó a Kellogg en el Sanatorio de Battle Creek, donde aprendió todo sobre su uso, y posteriormente llevo esta tecnología y conocimiento a Berlín.

Durante los siguientes años, Gebhardt estableció cientos de institutos de luz en toda Alemania, donde atendió la psoriasis y el dolor asociado con la gota y el reumatismo.

Estos institutos fueron tan exitosos que inclusive plantearon una amenaza para la comunidad médica, ya que los médicos no podían proporcionar un mejor alivio de lo que las personas recibían al realizar su autotratamiento, en estas instituciones de luz.

Terapéutica de Luz

En 1910, Kellogg publicó un libro de texto llamado "Light Therapeutics" (Terapéutica de Luz). Este es un trabajo seminal que ha resistido la prueba del tiempo, y hoy es tan valioso y revolucionario, como lo era en aquel entonces--si no es que más—si consideramos todos los conocimientos que hemos perdido, y ahora estamos redescubriendo.

En el enlace anterior puede descargar el libro de forma gratuita. Es una excelente obra para conocer lo que él hacia hace más de un siglo.
"Realmente, recomendaría este [libro] a todos los que estén interesados ​​en la fototerapia, porque proporciona un conocimiento básico. Todo lo que tiene que saber acerca de la luz solar, luz ultravioleta, luz visible, el infrarrojo cercano, sobre el uso de frío, el uso de calor--este libro de John Harvey Kellogg incluye todo", dice Wunsch.
"Según tengo entendido, continúa siendo el libro básico que debe leer, si quiere entender cómo interactúa la luz con el organismo--en las diferentes partes del espectro. Sistemáticamente, está muy estructurado... Por ejemplo, todos le advierten sobre las quemaduras solares; pero, durante la era preantibiótica, algunas veces, los médicos tuvieron que cambiar completamente el método al tratar a un paciente... En esta cuestión, la luz solar fue una de las opciones terapéuticas.
Actualmente, no recomendaría utilizarlo, pero Kellogg describe de forma detallada las cuatro diferentes etapas de una quemadura solar. La primera cuestión que explica es que 'una quemadura solar no es una lesión de quemadura.
Una lesión causada por una quemadura aparece inmediatamente. Y una quemadura solar aparece tardíamente, después de varias horas'.
Él no sabía nada sobre las actuales especies reactivas del oxígeno, pero explicó que hay una enorme diferencia entre una quemadura inducida por el calor inmediato, y una reacción fototóxica que se encuentra en una quemadura solar.
Él discriminó o describió cuatro diferentes etapas de una quemadura solar, de la primera a la cuarta etapa. En la cuarta se presentan ampollas. La primera consiste solamente en un leve eritema.
En aquellos días, sin antibióticos, algunas veces [ellos] decidían deliberadamente inducir un eritema de segundo o tercer grado para darle un giro al desarrollo de la salud de un determinado paciente".
Helioterapia Durante una Cirugía

Incluso, el Dr. Oscar Bernhard, cirujano suizo, utilizó helioterapia (es decir, terapia solar) durante una cirugía. Realmente, Bernhard había utilizado la luz solar aun antes de que Finsen inaugurara y popularizara su método.

En ese momento, a finales del siglo XIX, fue evidente que conforme las personas se trasladaban del campo a las ciudades, las tasas de raquitismo y tuberculosis aumentaban. Fue cada vez más evidente que la falta de luz solar estaba relacionada con esto.

Bernhard, quien vivía y trabajaba en las montañas suizas, cerca de Davos, colocaba a sus pacientes quirúrgicos bajo luz solar directa durante 10 a 15 minutos, justo antes de cerrar la herida.

Él descubrió que la sanación de las heridas aumentaba significativamente. August Rollier fue otro "médico de luz solar" suizo, quien empezó a tratar a los pacientes con luz solar en 1905. En los años '30s y '40s, dirigió hasta 40 hospitales diferentes en Suiza.
"Rollier solo utilizó helioterapia", dice Wunsch. "Estaba convencido de que la luz artificial no podría cumplir esta función, y que la luz solar era superior. En esos días, Rollier fue el maestro de la helioterapia, hasta los años '50s... Atendió a pacientes [con helioterapia por] más de 50 años, desde principios hasta mediados del siglo XX...
Era un médico holístico que no solo utilizaba la luz solar de una manera muy hábil, sino también todas las demás opciones, utilizaba música y una especie de fisioterapia o terapia de trabajo. Él inventó una gran cantidad de dispositivos diferentes, lo que le permitió al paciente permanecer en cama y hacer algún tipo de trabajo y ser productivo...
Esto era muy importante para las personas que sufrían de tuberculosis, que eran atendidas en Suiza, porque era bastante costoso permanecer allí como paciente...
Él obtenía muy buenos resultados--mucho mejor, en comparación con lo que esperamos del tratamiento para la tuberculosis, a través del tratamiento de cinco fases de antibióticos que tenemos en la actualidad".
Esto no es tan sorprendente si consideramos que directamente la luz ultravioleta es un germicida para muchos microbios, y que exponerse específicamente a la luz ultravioleta de onda media (UVB, por sus siglas en inglés) ayuda a su cuerpo a producir vitamina D.

De hecho, la vitamina D es un indicador biológico de exposición a la radiación UVB. Cuando su cuerpo tiene suficiente exposición, sus niveles de vitamina D se elevan.

¿Por Qué los Suplementos de Vitamina D No Pueden Reemplazar Completamente la Exposición a la Luz Solar?

Hoy en día, muchas personas simplemente recurren a tomar un suplemento de vitamina D, pero es ingenuo creer que obtendrá los mismos beneficios de un suplemento oral como lo haría al exponerse a los UVB.

Su cuerpo está diseñado para producir vitamina D en respuesta a la luz solar, no a través de consumirla oralmente. No infiero que debe evitar tomar los suplementos de vitamina D. Si no puede obtener suficiente luz solar, esa es la siguiente mejor opción. Pero la meta no es aumentar sus niveles de vitamina D al tomar una pastilla. Como explica Wunsch:
"[S]i administra vitamina D por vía oral, esto le indica a su sistema que está rodeado de una gran cantidad de luz ultravioleta. Incluso, esto podría iniciar procesos que no son adecuados, ya que en realidad su piel no se ha expuesto.
Creo que la mejor idea, es que si tiene el tipo de piel que puede soportar exponerse a los rayos del sol, utilice ese método natural [es decir, exposición a la luz solar]. Porque entonces, tendrá procesos de acción, coherentes y coordinados, que no están garantizados [sino todo lo contrario].
Otro aspecto que aún no está claro es si la vitamina D administrada vía oral realmente alcanza las capas de la piel donde normalmente también se necesita, en la capa de queratinocitos.
La catelicidina es una sustancia producida debido a la influencia de la vitamina D en la piel, que ayuda al organismo a combatir los gérmenes. Esta podría ser una de las razones por las cuales la helioterapia y la terapia con luz ultravioleta fueron tan eficaces, con respecto al tratamiento de la tuberculosis".
Velas--Una Alternativa de Luz Saludable

Incluso, las velas son una mejor fuente de luz que los focos incandescentes, ya que no hay electricidad involucrada y es la luz que nuestros antepasados han utilizado durante muchos milenios, por lo que nuestros cuerpos ya están adaptados a ella. El único problema es que necesita tener cuidado al utilizar cualquier vela vieja, ya que la mayoría son tóxicas.

Independientemente de que esté enterado o no, muchas de las velas que hoy en día disponibles comercialmente, tienen una excesiva carga de toxinas, especialmente las velas de parafina. ¿Sabía que la parafina es un subproducto del petróleo que es producido cuando el petróleo crudo es refinado en gasolina?

Además, cierta cantidad de sustancias cancerígenas y toxinas conocidas son añadidas a la parafina para aumentar la estabilidad de quema de la vela, sin incluir la posibilidad de que se agregue plomo a las mechas, y el hollín que invade los pulmones.

Para complicar aún más las cosas, muchas velas, tanto de parafina como de soya, son alteradas con tintas y fragancias tóxicas; algunas velas de soya solo contienen parcialmente soya junto con muchos otros aditivos, y/o contienen soya transgénica.

Las velas que utilizo son de soya no transgénica, estas se queman de forma limpia, sin humo dañino u hollín, y esta es cultivada en los Estados Unidos, y es a la vez sostenible y renovable. Además, es completamente libre de tintes. La soya que contienen estas velas no es probada en animales, y está libre de herbicidas y pesticidas.

También, es kosher, 100 % natural y biodegradable. Las fragancias son seguras para el cuerpo, libres de ftalatos y parabenos, y no contienen los ingredientes que se encuentran en la Propuesta 65 de California.

Podría buscar en línea velas saludables, pero si lo desea, podría utilizar las que encontré en www.circleoflifefarms.com. No tenemos ninguna relación de afiliación, y no obtengo ninguna comisión por estas velas; solo pensé que podría beneficiarse de las que utilizo actualmente en mi casa.

Cómo Hacer Que las Pantallas Digitales Sean Más Saludables

Cuando se trata de pantallas de computadora, es importante reducir la temperatura del color correlacionada, hasta en 2 700 K--aun durante el día, no solo por la noche. Incluso, es mejor fijarla a un nivel inferior a 2 000 K, o inclusive en 1 000 K.

Muchos utilizan F.lux para hacer esto, pero le tengo una excelente noticia, ya que he encontrado una alternativa MUCHO mejor, que fue creada por Daniel Georgiev, quien es un programador búlgaro de 22 años de edad, que Ben Greenfield me presentó.

Él utilizaba F.lux, pero se frustró con los controles. Intentó contactar a los programadores de F.lux, pero nunca le respondieron, por lo que creó una alternativa totalmente superior, llamada Iris. Esta es gratis, pero querrá pagar los US$ 2 y recompensarlo con la donación. Puede comprar aquí, el Iris mini software a US$ 2.

Iris es mejor porque tiene tres niveles de bloqueo de luz azul, inferior a F.lux: incandescente tenue, tipo vela y brasas. He utilizado el de tipo brasa—al anochecer--y medido el espectro, y este bloquea casi toda la luz que tiene niveles inferiores a 550 nm, lo que es espectacular, como puede observar en la imagen siguiente, cuando lo medí en mi monitor, en el ajuste de luz tipo brasas.

Cuando medí el F.lux en su configuración de incandescencia más baja, este mostró que dejaba pasar una gran cantidad de luz azul, como puede ver claramente en la segunda imagen siguiente.

Por lo tanto, si ha tomado con seriedad el tema de proteger su vista, dejará de utilizar el software F.lux, y cambiará a Iris. Lo he estado utilizado desde hace unos tres meses, y aunque tengo muy buena vista a la edad de 62 años de edad, y no necesito lentes para leer, mi agudeza visual podría haber aumentado dramáticamente.

Creo que esto es porque no expongo mi retina a los efectos perjudiciales de la luz azul, después del atardecer.

Iris Software:

iris software
F.lux Software:
f-lux flux software
Más Información

Wunsch, quien ha estudiado la fotobiología y la terapia de luz durante décadas, entiende--tal vez mejor que nadie--la influencia de la luz en la salud. Con esta base histórica esperamos ayudarle a entender algunos de estos beneficios, e inspirarle a aplicar la helioterapia en su propia vida.

Todo lo que tiene que hacer es salir y usar una menor cantidad de ropa. No tengo duda que, exponerse a los rayos del sol es tan importante--o casi tan importante--como consumir una alimentación saludable y hacer ejercicio.

Desafortunadamente, prácticamente nadie comenta o enseña algo al respecto. El punto es que ya lo hicieron en el pasado. ¡Ahora estamos redescubriendo lo que era un conocimiento común hace 100 años! Lamentablemente, el enfoque farmacológico ha creado una gran y manipulad tendencia, que esencialmente es la que dirige la mayor parte de la investigación.

Si esto fuera auténtica y sinceramente motivado, basado en los principios específicos de sanación, habríamos ampliado la investigación sobre helioterapia y fotobiología. La razón porqué no la tenemos es porque ha sido suprimida artificialmente. Esa es la triste realidad.

La buena noticia es que este es el siglo XXI--una época en que tenemos acceso a métodos de comunicación extremadamente poderosos, lo que nos permite compartir esta información con literalmente millones de personas.

De esta manera, podemos crear la base de una nueva comprensión, al catalizar la investigación y las intervenciones terapéuticas que podrían ayudarnos a evitar las costosas y tóxicas intervenciones que usualmente son recomendadas para abordar enfermedades que responden perfectamente a intervenciones como la luz.

En realidad, esto es sumamente simple. Si tomamos como ejemplo la miopía; ahora nos enteramos de que la miopía está estrechamente relacionada con una falta de exposición a los rayos del sol, especialmente durante la infancia.

Ahora bien, no es una carencia de vitamina D, sino una falta de luz natural que entra en contacto con el ojo. Si no ha podido ver mi artículo sobre cómo prevenir la miopía con la luz solar, por favor tome un momento para comprobar inmediatamente que funciona.

Al entender esta conexión, y tomar acciones al respecto--sacar a sus hijos al aire libre por lo menos una hora al día--podría ayudar a prevenir este problema visual--que es extraordinariamente común--sin invertir un centavo.