Traducido por el equipo de Sott.net en español

La novela de pacotilla de Michael Flynn se reduce a las hemorragias de la CIA en el periódico del pueblo, teniendo el fin esperado: una victoria rotunda para los más duros neocons/neoliberlacons del Estado Profundo de Estados Unidos. Pero sólo fue una batalla y la guerra no ha terminado; de hecho apenas está comenzando.
michael flynn
© AP Photo/ Drew Angerer / GETTY IMAGES NORTH AMERICA
Aún antes de la caída de Flynn, los analistas rusos ya habían estado ávidamente discutiendo si el presidente Trump era el nuevo Viktor Yanukovych, quien no logró detener una revolución de color en la puerta de su casa. La revolución de color Made in USA que traman el eje de los neoconservadores del Estado Profundo, los neoliberalcons y los grandes medios continuará persiguiéndose, sin descanso, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Pero más que a Yanukovich, Trump podría estar parafraseando al Pequeño Gran Timonel, Deng Xiaoping: "cruzo el río y voy sintiendo las piedras". Más bien, cruzo el pantano y voy sintiendo los cocodrilos.

El que Flynn esté fuera puede ser interpretado como una retirada táctica de Trump. Después de todo, es posible que Flynn regrese — en las sombras, como Roger Stone. Si el actual subdirector de seguridad nacional, K T McFarland, obtiene el puesto — que es lo que pretenden los poderosos partidarios de Trump — se fortalece el equilibrio del juego de sombras de Kissinger, en su versión del siglo XXI; después de todo McFarland es un recurso de Kissinger.

Esta llamada no se autodestruirá en cinco segundos

Flynn trabajó con las Fuerzas Especiales; fue jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA por sus siglas en inglés); manejó información top secret y altamente clasificada. Obviamente sabía que todas sus conversaciones serían monitoreadas si las hacía sobre una línea abierta e insegura. Así que tuvo que haberse vuelto la encarnación de los Tres Chiflados si se hubiera permitido ser chantajeado por Moscú.

Lo que Flynn y el embajador ruso, Sergey Kislyak, sin duda discutieron fueron los términos de la cooperación en la lucha contra el EI/ESIL/Daesh, y lo que Moscú esperaba a cambio: el levantamiento de las sanciones. Los medios masivos ni se inmutaron cuando la inteligencia americana admitió que tenían transcripciones de las múltiples llamadas telefónicas entre Flynn y Kislyak. Entonces, ¿por qué no hacerlas públicas? Imagínese el escándalo intergaláctico si la inteligencia rusa hubiera vigilando las llamadas del embajador estadounidense en Moscú.

Nadie prestó atención a dos pasajes clave porque fueron ignorados convenientemente por los medios masivos cuando publicaron esta historia. 1) "El oficial de inteligencia dijo que no habían encontrado nada ilegal en las acciones de Flynn". 2) "...la situación se volvió insostenible, no por exponerse peligrosamente a Rusia, sino porque él (Flynn) le había mentido al presidente y al vicepresidente."

Recapitulación: nada ilegal; y Flynn no se expuso a Rusia. El "crimen" — según las facciones del Estado Profundo: hablar con un diplomático ruso.

El vicepresidente Mike Pence es una pieza clave en el rompecabezas; Después de todo, su papel principal es ser garante de información privilegiada — desde el corazón de la administración Trump — para los intereses neoconservadores del Estado Profundo. La CIA desde luego filtró información. La CIA seguramente ha estado espiando a todos los agentes de Trump. Flynn, sin embargo, se disparó al pie. Clásica arrogancia; su error fatal fue elaborar estrategias por sí mismo, aun antes de convertirse en asesor de seguridad nacional. A "Perro rabioso" Mattis, T. Rex Tillerson — ambos, por cierto, muy cerca de Kissinger — pero sobre todo a Pence no les gustó esto para nada una vez que fueron informados.

Un "hombre de habilidades muy limitadas"

Flynn ya estaba en peligro debido a su embarazoso y malinformado libro, co-escrito por el neoconservador Michael Ledeen, así como por su juvenil iranofobia. Al mismo tiempo, Flynn era el hombre punta que habría cambiado el juego; o sea, poner a la CIA y a los Jefes de Estado Mayor Conjunto bajo control de la Casa Blanca.

Una fuente americana muy al tanto de la situación, a la que llamé anteriormente "X", y que detalló a Sputnik cómo será la presidencia de Trump, insiste: "esta decisión hace lucir independiente a Trump. Todo sigue acorde con el guion".

"X" subraya que "la NSA puede penetrar cualquier sistema telefónico del mundo mientras sea inseguro. Flynn es un hombre de habilidades muy limitadas que habla demasiado, tú nunca escuchas de los verdaderos poderes detrás de la inteligencia ni sabes sus nombres. Se puede ver que en su aproximación hacia Irán, Flynn estaba perturbando un acuerdo de paz en Medio Oriente que tiene como involucrados a Rusia, Irán y Turquía en Siria. Así que tenía que irse".

"X" agrega, "los rusos no son tan estúpidos como para hablar entre ellos por líneas inseguras, asumieron que Flynn controlaba sus propias líneas. Flynn fue removido no debido a las llamadas con los rusos, sino por otras razones, algunas de las cuales tienen que ver con Irán y Medio Oriente: era impredecible, aun desde una perspectiva de inteligencia. Este caso se estaba desviando de la verdadera causa."

En oposición directa a "X", otro análisis dice que hay sangre en el agua; las hienas están merodeando; un Trump vulnerable ha perdido su encanto; y también perdió su política exterior. Aún no.

En el gran tablero de ajedrez, lo que significa la caída de Flynn es que apenas un peón ha sido sacado del juego porque el rey no lo quiso proteger. Sólo sabremos con certeza si la intención de "drenar el pantano" tiene los días marcados — al menos la parte de política exterior — si los neocons y los neoliberalcons continúan descontrolados; si la complicidad de los neoliberalcons en el surgimiento de EI/ESIL/DAesh no es expuesta; y si la tan anunciada posibilidad de una tregua con Rusia se arruina para siempre.

Lo cierto es que la guerra fratricida entre la administración Trump y las facciones más poderosas del Estado Profundo será más que sanguinaria. Si el equipo Trump es capaz de usar para su beneficio a sus aliados en el Estado Profundo, entonces tendrán una oportunidad. Tal como está la situación ahora, con respecto al gran diseño de Kissinger de intentar romper la "amenaza" euroasiática al momento unipolar, Irán está momentáneamente aliviado; Rusia no alberga ilusiones; y China sabe con certeza que su asociación estratégica con Rusia se volverá aún más fuerte. Ventaja para el pantano.