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El Ejército israelí ha detenido a decenas de palestinos residentes en la localidad de Awarta, en el norte de Cisjordania, en el marco de la investigación sobre el asesinato de cinco israelíes de una misma familia el pasado 11 de marzo en un asentamiento, según las autoridades locales palestinas.

Entre los detenidos figuran el teniente de alcalde de Awarta y dos hermanos suyos, según ha declarado a la agencia palestina Maan el alcalde, Qays Awwad, que ha cifrado en más de 60 las personas arrestadas durante la pasada noche y en unos cien los habitantes de la localidad que han sido detenidos desde que se cometieron los crímenes.

Awwad ha añadido que más de 40 hombres y niños de la localidad detenidos durante la primera ronda de arrestos han sido llevados a una base del Ejército israelí, que les ha hecho pruebas de ADN y tomado sus huellas dactilares. En este grupo se incluye un periodista de la emisora de radio Voz de Palestina.

"Les hicieron pruebas de ADN y les tomaron las huellas dactilares antes de interrogarlos. Algunos han sido liberados, pero otros siguen bajo custodia", ha explicado.

Awarta es la localidad palestina más cercana al asentamiento de Itamar, donde los cinco israelíes, entre ellos tres niños, fueron apuñalados en su casa mientras dormían. El Ejército israelí ha impuesto el toque de queda en dos ocasiones. Una portavoz del Ejército ha confirmado que la pasada noche se llevó a cabo una operación en Awarta pero ha dicho no poder informar de si se han practicado detenciones.

Violencia Contra Palestinos

Varios grupos milicianos, dirigentes políticos y organizaciones de la sociedad civil palestinos han condenado los asesinatos, pero desde Israel se ha culpado de lo ocurrido a los palestinos, intensificando la violencia de los colonos contra ellos.

Desde finales del pasado febrero, siete palestinos han resultado heridos por disparos efectuados por colonos, dos han sido apuñalados, dos han recibido palizas y siete han sufrido heridas al ser golpeados con piedras. Además, al menos seis coches de palestinos han sido quemados y se han denunciado decenas de actos de vandalismo y acoso.

La violencia comenzó a intensificarse después de que el Gobierno israelí desmantelara el 28 de febrero un puesto de avanzada ilegal instalado por colonos en Cisjordania. Según la agencia Maan, los colonos suelen pagar con los palestinos estas evacuaciones quemándoles sus propiedades, atacándoles, arrancando sus árboles frutales o envenenando sus pozos.

Estas agresiones se redoblaron cuando se acusó a los palestinos de los asesinatos de Itamar, antes de comenzase la investigación.