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El estrés pasa factura. Y una de las consecuencias podría ser tener más posibilidades de padecer Parkinson. Al menos, así lo creen los expertos porque el estrés produce un aumento de la actividad de un neurotransmisor cerebral que influye en la degeneración neuronal. "El incremento de este tipo de padecimientos cerebrales puede ser indicativo de una forma de vida a la que, al menos por ahora, el cerebro de los humanos no parece estar adaptado", explica el director del área de Neurociencias del Xanit Hospital Internacional, el neurólogo Víctor Campos.

Hoy es el día mundial contra el parkinson, una patología que afecta a unas 22.000 personas en la comunidad autónoma. El aumento de la esperanza de vida y el consiguiente envejecimiento de la población provocan que la enfermedad vaya en aumento. Según Campos, a partir de los 60 años, los nuevos casos se incrementan de manera progresiva. Incluso hay un tramo de edad de riesgo (entre los 72 y los 75) en el que, si la enfermedad aparece, "será más grave y con peor respuesta a los tratamientos". Aunque la mayoría de los enfermos son personas mayores, hay un 5% de los pacientes que tienen menos de 40 años.

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