Hay cada vez más pruebas de que Tel Aviv apoya a los yihadistas que luchan en Siria contra las fuerzas de Bashar Asad.
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© REUTERS/ Baz Ratner
Así, la agencia estatal siria SANA compartió el 8 de septiembre un vídeo de un tiroteo entre los miembros de una agrupación terrorista y los efectivos del Ejército Árabe Sirio en el que se puede observar cajas de municiones que tienen inscripciones en hebreo. Asimismo, hay información de que Israel trata a los extremistas heridos en su territorio.

Esta no es la primera vez que los militares sirios hallan armas de fabricación israelí en las bases ocupadas por los terroristas y los militantes de la llamada 'oposición moderada'. Sin embargo, no hay pruebas de que las autoridades del país hebreo tengan algo que ver con los suministros de armas.

Por su parte, la agencia SANA informó en octubre que los efectivos del Ejército habían descubierto varias ametralladoras y lanzaminas, además de 800 proyectiles y 10.000 municiones de fabricación israelí, dentro de una red de túneles construidos por los miembros de Daesh -autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países- y ubicados en las provincias Homs y Hama.

Según declaró al periódico Vzglyad el exjefe del servicio especial israelí Nativ, Yakov Kedmi, Israel fabrica armas y las suministra a muchos países. Asimismo, subrayó que las armas podrían ser suministradas a Siria a través de terceros países, como países de Europa Central o EEUU. Agregó también que pudieron haber sido robadas de un almacén del Ejército israelí.

No obstante, el experto aseguró que las inscripciones en hebreo son una prueba de que Tel Aviv no está implicado.

"Si hubiésemos querido armar a algunas agrupaciones ilegales sin que nadie lo supiera, no habría inscripciones en hebreo u otros signos de identificación", explicó. De acuerdo con Kedmi, en este caso, se trata de un intento de desacreditar al Estado israelí, para incitar hostilidades hacia Israel por parte de la población árabe y turca. Por otra parte, es un intento de desacreditar a los kurdos para demostrar que el referéndum "fue una provocación por parte de fuerzas externas".

"Es simple guerra propagandística. Nadie dice que no se le pueda reclamar nada a Israel. Pero, ¿acusaciones de este tipo? ¿Decir que Israel creó Daesh o que lo arma? La propaganda no tiene límites. Ahora es posible escribir cualquier tontería", concluyó.