El lector debe recordar cuando todos los medios repetían sin proporcionar evidencia alguna que "Rusia había invadido Ucrania"... sin duda fueron épocas memorables. Muchos de los que hacían esas afirmaciones se volvieron objeto de burlas por el sinsentido que difundían.

Éste es un ejemplo muy divertido que circuló por las redes sociales cuando Poroshenko dijo tener pruebas de la invasión mostrando unos pasaportes rusos:
poroshengo monos rusos
¡Es la prueba definitiva de que los rusos están invadiendo Ucrania!
Tras varias idas y vueltas, durante algún tiempo pareció que todo este absurdo al fin terminaría y que las acusaciones infundadas quedarían en el olvido. Sin embargo la insensatez de los vasallos ucranianos que ocuparon el poder en el país gracias al golpe de Estado orquestado por EEUU, parece no tener límites, y todavía hoy vemos al señor Poroshenko afirmando cosas como que utilizará las armas estadounidenses que recibirá en un nuevo acuerdo millonario, para "combatir el virus ruso" y detener la "ocupación" de su país.

Esto daría risa si no fuera por el prontuario del gobierno ucraniano, ya hoy mundialmente famoso por haber librado una guerra contra su propia población, y en el proceso haber cometido crímenes de guerra que algunos incluso calificaron como dignos de ser juzgados en un nuevo proceso de Núremberg.

Para empeorar lo que ya de por sí es muy malo, hoy el parlamento ucraniano ha aprobado una ley que le permitirá actuar de manera aún más agresiva contra las poblaciones de Donbás al calificarlas como "administraciones ocupantes" y a Rusia como país "agresor".

Según publicó RT:
La recién adoptada ley ucraniana sobre el "restablecimiento de la soberanía en las regiones de Donetsk y Lugansk" demuestra que Kiev está decidido a resolver el conflicto del este de Ucrania por la fuerza, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

La ley otorga al presidente ucraniano Petro Poroshenko "poderes ilimitados para silenciar la disidencia, similares a los de un dictador", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. "No puede describirse de otra manera que como la preparación para una nueva guerra", añadió.

La ley llama a Rusia "agresor" y define a las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk como "administraciones ocupantes". El ministro dijo que la ley constituye el intento de Kiev de eludir la responsabilidad por la destrucción de Ucrania oriental y el sufrimiento de su pueblo causado por la operación militar iniciada en Kiev. El gobierno ucraniano prefiere tratar de echarle la culpa a Rusia, agregó el ministro.
De acuerdo con el mismo artículo, esta ley permitiría que el presidente ucraniano utilice al ejército contra las poblaciones de Donbás con la excusa de "defender la soberanía" ucraniana sin necesidad de declarar una guerra o un estado de emergencia, y además sentaría las bases legales para acusar con cargos criminales a cualquier persona que esté trabajando en esa región.

Las voces disidentes no han tardado en aparecer. Claramente éste es un movimiento que propiciará una escalada del conflicto y socavará cualquier posibilidad de resolución pacífica, posibilidad por cierto que ya había sido delineada en los acuerdos de Minsk.
El político ucraniano Viktor Medvedchuk, que representa a Kiev en el subgrupo humanitario en las negociaciones de Minsk, dijo que la legislación "pone fin a los intentos de resolver pacíficamente" el conflicto en Ucrania oriental. Denunció también la ley como un "conjunto de sueños extravagantes, locos y absolutamente inviables de recuperar por la fuerza [los] territorios [de Ucrania oriental y Crimea]".
Por más que parezca una verdadera tontería, la ley también denomina a Crimea como un "territorio ocupado temporalmente", lo que demuestra que Poroshenko y los parlamentarios ucranianos son completamente reticentes a aceptar la realidad y, en vez de ello, están utilizando su aparato legal y su poder ilegítimo para crear la realidad que se les antoje, a la fuerza, como bien dijo Medvedchuk.

Por su parte, Alemania también ha reiterado que lo mejor sería seguir con lo que había sido establecido en Minsk. Según el portavoz del Gabinete de ministros de Alemania, Steffen Seibert:
"Los acuerdos de Minsk continúan siendo el acuerdo legal, que fue creado y que cuenta con la participación del Gobierno de Alemania, en el marco del cual se lleva a cabo la búsqueda de una solución pacífica; este acuerdo legal no ha cambiado y está reconocido por Ucrania"
Sin embargo, esta legislación va completamente en contra de lo establecido en tales acuerdos. En esencia en Minsk se acordó:
  1. Asegurar un alto el fuego bilateral inmediato.
  2. Garantizar la supervisión y verificación del alto el fuego por la OSCE.
  3. Una descentralización del poder, incluso a través de la aprobación de una ley ucraniana sobre "arreglos provisionales de gobernación local en algunas zonas de los Óblasts (regiones) de Donetsk y Lugansk" ("ley sobre el estatuto especial").
  4. Asegurar la monitorización permanente de la frontera Ruso-Ucraniana y su verificación por la OSCE, a través de la creación de zonas de seguridad en las regiones fronterizas entre Ucrania y la Federación Rusa.
  5. Liberación inmediata de todos los secuestrados y de todas las personas detenidas ilegalmente.
  6. Una ley sobre la prevención de la persecución y el castigo de las personas relacionadas con los hechos que han tenido lugar en algunas áreas de los Óblasts de Donetsk y Lugansk, excepto en los casos de delitos que sean considerados graves.
  7. La continuación del diálogo nacional inclusivo.
  8. Toma de medidas para mejorar la situación humanitaria en el la región de Donbass, en el este de Ucrania.
  9. Garantizar la realización anticipada de elecciones locales, en conformidad con la ley ucraniana (acordada en este protocolo) sobre "los arreglos provisionales de gobierno local en algunas áreas de los Óblasts de Donetsk y de Lugansk" ("ley sobre el estatuto especial").
  10. Retirada de los grupos armados ilegales, equipo militar, así como de los combatientes y de los mercenarios de Ucrania.
  11. Aprobación del programa de recuperación económica y reconstrucción de la región de Donbass, en el este de Ucrania.
  12. Garantizar la seguridad personal de los participantes en las negociaciones.
Ucrania simplemente tomó estos 12 puntos, hizo un bollo de papel, y lo arrojó al cesto de la basura. Estos puntos básicamente promovían la firma de un acuerdo que otorgaría un estatus especial a la region del Donbás para que pudieran contar con un gobierno local. También establecía la necesidad ante todo de propiciar el diálogo entre todas las partes involucradas.

Pero al parecer las intenciones de Kiev nunca fueron las de atenerse al mismo, y ahora, al recibir armas de EEUU, sus líderes parecen sentirse envalentonados para continuar con su ofensiva contra su propia población en Donbás.

Dadas las circunstancias y el largo historial de contubernio entre Washington y Kiev, no parece una simple consecuencia que esta ley, que ya estaba siendo revisada desde el año pasado y había sido criticada por la ONU, se haya aprobado finalmente justo un mes después de que EEUU aprobara un acuerdo millonario de venta de armas letales a Ucrania.

Recientemente el editor de Sott.net, Andrés Perezalonso, publicó un artículo en el que citaba algunos motivos por los cuales podría ser que EEUU haya decidido hacer estas ventas. Una de las razones mencionadas en ese artículo era la de proporcionar armas para facilitar una ofensiva ucraniana que le permitiera recuperar las repúblicas del Donbás a la fuerza. Juzgando por la prisa con la que aprobaron esta ley, parece que que eso es exactamente lo que harán con las armas estadounidenses.

Los líderes ucranianos ya han demostrado ser viles, irracionales, y unos enajenados digno de encierro. Las armas proporcionadas por los "pícaros" de Washington (que por cierto sus buenas ganancias han de haber hecho) los convierten virtualmente en "monos con navajas" (la metáfora no es casual, hay algo simiesco en estos dementes). El problema es que estos "simios" no tienen navajas, sino armas letales, y lo peor de todo, es que planean usarlas con su propia gente.