Un nuevo análisis de 94 fósiles de homínidos muestra que el tamaño promedio del cerebro aumentó de forma gradual y constante en los últimos tres millones de años, según un estudio de la Universidad de Chicago, que destaca el volumen de este órgano como uno de los rasgos más obvios del ser humano.
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La investigación, publicada el miércoles en Proceedings of the Royal Society, muestra que la tendencia fue causada principalmente por la evolución de cerebros más grandes dentro de poblaciones de especies individuales, pero la introducción de especies nuevas de cerebro más grande y la extinción de cerebros de cerebro pequeño también jugó un papel.

"El tamaño del cerebro es uno de los rasgos más obvios que nos hace humanos. Está relacionado con la complejidad cultural, el lenguaje, la creación de herramientas y todas estas otras cosas que nos hacen únicos", señaló en un comunicado Andrew Du, investigador postdoctoral de la Universidad de Chicago y primer autor del estudio.

"Los primeros homínidos tenían tamaños de cerebro como los chimpancés, y han aumentado dramáticamente desde entonces. Por lo tanto, es importante entender cómo llegamos aquí", agrega.

Du y sus colegas investigadores compararon los datos publicados sobre los volúmenes del cráneo de 94 especímenes fósiles de 13 especies diferentes, comenzando con los antepasados humanos más ambiguos, Australopithecus, desde hace 3,2 millones de años hasta especies premodernas, incluyendo Homo erectus, desde hace 500.000 años, cuando el tamaño del cerebro comenzó a superponerse con el de los humanos de hoy en día.

Los investigadores observaron que cuando las especies se contaban a nivel de clado, o grupos descendientes de un ancestro común, el tamaño promedio del cerebro aumentaba gradualmente durante más de tres millones de años.

Mirando más de cerca, el aumento fue impulsado por tres factores diferentes, principalmente la evolución de tamaños cerebrales más grandes dentro de las poblaciones de especies individuales, pero también por la adición de nuevas especies de cerebro más grande y la extinción de las de cerebro más pequeño.

El equipo también descubrió que la tasa de evolución del tamaño del cerebro dentro de los linajes de los homínidos era mucho más lenta que la forma en que opera hoy en día, aunque la razón por la cual existe esta discrepancia todavía es una pregunta abierta.

El estudio cuantifica por primera vez cuándo y en qué medida cada uno de estos factores contribuye al patrón a nivel de clado. Du lo compara con la forma en que un entrenador de fútbol podría construir una lista de jugadores más grandes y fuertes.

Una forma sería hacer que todos los jugadores se ejerciten en el gimnasio para aumentar su volumen. Pero el entrenador también podría reclutar jugadores nuevos y más grandes y quitar a los más pequeños.