Brasil registró entre julio de 2017 y febrero de 2018 un total de 723 casos de fiebre amarilla, de los que 237 terminaron en muerte, con lo que el número de contagios y de óbitos por la enfermedad supera los del mismo período del año anterior, según un balance divulgado por el Gobierno.

Aedes aegypti mosquito
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Los 723 casos de la enfermedad en los últimos ocho meses superan en un 25,5 % los 576 registrados entre julio de 2016 y febrero de 2017, mientras que las 237 muertes en el actual ciclo superan en un 28,8 % las 184 del mismo período del año anterior, según los datos del Ministerio de Salud.

Pese al aumento de los contagios y de las muertes, el Gobierno hasta ahora no ha admitido que exista un brote de la enfermedad. El año pasado, en cambio, con un número menor de muertos, el Ministerio de Salud declaró una emergencia y dijo que se trataba de la peor epidemia en la historia del país desde la década de 1980.

De acuerdo con el Ministerio, el aumento de los casos este año obedece a que el virus comenzó a ser transmitido en zonas boscosas próximas a grandes ciudades, como Sao Paulo y Río de Janeiro, con lo que el número de personas expuestas creció sustancialmente.

Para el Ministerio, sin embargo, la incidencia se redujo con respecto al año pasado ya que ahora se mide para una población mucho mayor. Mientras que el año pasado la incidencia fue de 7,1 casos para cada 100.000 habitantes en las regiones en que circulaba el virus, en el actual ciclo la incidencia es de 2,2 casos para cada 100.000 habitantes.
"El virus circula hoy en regiones metropolitanas con mayor contingente poblacional, en las que viven unas 32,3 millones de personas, así como en áreas en donde la vacuna nunca fue recomendada. En el ciclo pasado el brote afectó áreas en las que viven unas 8 millones de personas", explicó el Ministerio en un comunicado.
La propagación de la enfermedad obligó al Ministerio de Salud a lanzar una amplia campaña de vacunación dirigida a toda la población de los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Bahía, para los que recomienda la máxima cobertura de la inmunización.

Pese a ello hasta el 27 de febrero tan sólo 5,5 millones de personas de esas regiones habían acudido a los puestos de vacunación, lo que representa el 23,2 % del público blanco de la campaña.

El Gobierno dijo haber enviado a los estados afectados 20,2 millones de vacunas y autorizó que una misma vacuna fuese aplicada de forma fraccionada, hasta en tres pacientes, algo que, según el Ministerio, garantiza la inmunización pero obliga a los vacunados a pedir un refuerzo en pocos años.

Según el boletín del Ministerio, los estados con mayor número de casos y muertes por fiebre amarilla son Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, los más poblados del país en ese orden.

En Minas Gerais, sin embargo, una campaña de vacunación iniciada el año pasado permitió que gran parte de la población ya esté inmunizada.

En todos los casos, la variedad de fiebre amarilla detectada es la del tipo silvestre, transmitida por mosquitos de las especies Haemagogus y Sabethes, presentes en zonas boscosas.

Desde 1942, Brasil no registra casos de la fiebre amarilla de tipo urbano, que es transmitida por el mosquito Aedes aegypti, el vector del dengue, el zika y el chikunguña.