El establishment anglo-estadounidense odia a Putin porque tomó las piezas rotas de la Unión Soviética, que supuestamente debía ser un estado vasallo occidental más, y las transformó en una moderna y soberana Federación Rusa capaz de rechazar la visión occidental de un mundo unipolar, una Pax Americana a punta de pistola.

British military salisbury Skripal
El personal militar británico investiga el envenenamiento de Sergei Skripal el 11 de marzo en Salisbury.
Al transformar y fortalecer radicalmente tanto la economía rusa (que la hace en gran medida inmune a varios tipos de ataques económicos) como las fuerzas armadas rusas, Putin le robó efectivamente al imperio global su destino manifiesto de gobernar el mundo sin ser cuestionado. En respuesta, los constructores del imperio se propusieron hacer lo que fuera necesario para destruir a Putin y a la Rusia moderna. Sin embargo, debido a los movimientos expertos de Putin en el tablero de ajedrez global, los constructores del imperio se encuentran con una sola pieza que usar para derribar a Putin: la propaganda negra y los trucos sucios.

Un ejemplo de esta campaña de propaganda negra son los desesperados intentos de Estados Unidos y sus aliados en los últimos 5 años de incriminar a Rusia (y a Vladimir Putin personalmente) en ataques con armas químicas en diferentes partes de Siria. En todas esas ocasiones, los gobiernos occidentales y los medios de comunicación fueron incapaces de convencer adecuadamente a las poblaciones occidentales de que las acusaciones eran correctas, o al menos de que todo lo que Putin estaba haciendo en Siria era peor de lo que ellos mismos estaban haciendo. Muchas personas conservan la habilidad de detectar la mierda cuando la huelen, por lo visto.

Las recientes alegaciones de que Putin es responsable del envenenamiento de Sergei Skripal y su hija en Salisbury, en el sur de Inglaterra, pueden considerarse un "plan b" tras el intento fallido de desprestigio mediante "las armas químicas en Siria", por medio del cual la misma acusación "se acerca más a casa" y se vuelve más "personal" para los británicos (y, por extensión, para los europeos y los estadounidenses). Al crear la apariencia de que Putin usó armas químicas en la somnolienta Salisbury, el gobierno británico se proporciona a sí mismo mucho capital político para aumentar "justificadamente" la calumnia y las amenazas hacia el gobierno ruso y distorsionar el pensamiento del británico promedio.

En las mentes de los monstruos perturbados que rondan las salas traseras del establishment de inteligencia británica, Skripal había sobrevivido a su utilidad como agente doble. A los 66 años de edad y desde hace mucho tiempo fuera del círculo de los acontecimientos en Rusia, se había retirado al Reino Unido cuando fue trasladado allí por el MI6 en 2010. Dicho esto, Skirpal sin duda seguía siendo vigilado por espías británicos, no tanto por lo que podía ofrecerles, sino por lo que podría ofrecerles a los rusos si alguna vez se convirtiera en un "triple agente". También pudo haber trabajado en alguna capacidad en la cercana instalación militar de investigación de armas químicas en Porton Down, que fabrica tipos similares de agentes nerviosos a los que supuestamente hicieron que él y su hija sucumbieran. Pero incluso si Skripal no tenía ningún valor técnico o de inteligencia específico, el simple hecho de ser un ex agente de inteligencia ruso le dio a la inteligencia británica la oportunidad de utilizarlo, por última vez, en el servicio secreto de su majestad.

El hecho de que la reacción inmediata del establishment británico ante la noticia de que Skripal y su hija hubieran sido hallados inconscientes en un banco de un parque en Salisbury fuera culpar a Rusia y emitir un ultimátum para que Putin "confiese", seguido hoy por la amenaza de que RT en el Reino Unido sea sacado del aire, es en sí mismo una prueba de que se trata de una operación británica planeada de antemano para alcanzar objetivos específicos. También es una prueba de hasta qué punto los políticos occidentales ven la narrativa alternativa presentada por los medios de comunicación rusos como RT como una amenaza directa a su poder y su agenda.

Al igual que con los ataques del 11 de septiembre, cuando un gobierno parece tener todo "listo" a las pocas horas de un ataque en su suelo (y al diablo con una investigación seria), cualquier persona racional debería sospechar de la narrativa dominante.

Éstas son algunas de las preguntas que los lectores pueden considerar que abren la pregunta de quién envenenó a Skripal y a su hija.

¿Por qué un veneno desarrollado en la Unión Soviética hace casi 30 años no podría ser obtenido o fabricado por operaciones occidentales encubiertas desde entonces?

Relacionado con lo anterior: uno de los principales centros de fabricación del presunto veneno, Novichok, fue el Instituto Estatal Soviético de Investigaciones Científicas sobre Química y Tecnología Orgánicas de Nukus (Uzbekistán). Desde su independencia en 1991, Uzbekistán ha estado trabajando con el gobierno de los Estados Unidos para desmantelar y descontaminar los lugares donde se probaron y desarrollaron los agentes de Novichok y otras armas químicas. En 2002, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos desmanteló el principal centro de investigación y pruebas para Novichok en Uzbekistán en el marco de un programa de "Reducción Cooperativa de Amenazas" de 6 millones de dólares. También se desarrollaron agentes químicos como Novichok y probablemente se almacenaron en varias otras antiguas repúblicas soviéticas, incluida Ucrania.

Si Rusia realmente quería eliminar un agente doble envejecido, ¿por qué dejaría huellas dactilares obvias que conducen a ellos mismos? En una era en la que alguien puede tener un número ilimitado de "accidentes" o incluso un "ataque al corazón" inducido artificialmente, no caben dudas de que los rusos tendrían maneras de matar a alguien sin delatarse. Me acuerdo aquí también de los supuestos "hackers rusos" de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata en 2016 que se llamaron a sí mismos "oso lujoso" y dejaron rastros claros apuntando a Rusia. Qué conveniente.

La conclusión es que el atentado contra la vida de Skripal sirve a los intereses de las agencias de inteligencia y los gobiernos occidentales como parte de su feroz campaña de propaganda negra contra Rusia y su líder. Cuando se enfrenta a movimientos complejos y encubiertos en el tablero de ajedrez geopolítico en la era de la alta tecnología de la Guerra Fría parte 2, la pregunta "cui bono" ["¿quién se beneficia?" - NdT] sigue siendo el mejor indicador de dónde empezar a buscar a los culpables.