Otro trágico tiroteo escolar ha ocurrido en Estados Unidos, esta vez en el sur de Maryland. Ayer, los estudiantes de la escuela secundaria Great Mills huían para cubrirse cuando el estudiante de 17 años Austin Wyatt Rollins abrió fuego, hiriendo a dos estudiantes antes de que el Oficial de Recursos Escolares, también miembro del equipo SWAT, abriera fuego contra él. Todavía no está claro si se suicidó o si fue asesinado por el oficial.
Sheriff Tim Cameron
El gobernador de Maryland, Larry Hogan (izquierda), mientras el Sheriff de St. Mary Tim Cameron (derecha) hablaba el martes en el Loffler Senior Center sobre el incidente del tiroteo en la escuela secundaria Great Mills
Como veremos, este incidente, y la forma en que se desarrolló, contradice casi toda la lógica liberal con respecto al problema de los tiroteos escolares en general. Por lo tanto, es razonable concluir que no seremos bombardeados durante semanas por la cobertura mediática. Es por ello que parece importante analizar la situación, tanto por los desafíos que plantea a la narrativa oficial liberal, como por la profunda tragedia que representa para la cultura estadounidense:

A) El arma que usó Rollins estaba sujeta a las estrictas leyes de control de armas de Maryland.
B) Un oficial de recursos escolares armado puso fin a la confrontación antes de que tuviera el potencial de convertirse en un tiroteo masivo.
C) La respuesta liberal a los tiroteos en las escuelas es tan mala, si no peor, que los tiroteos en sí mismos, por razones que exploraremos más adelante.

Pero primero, veamos la versión oficial de los acontecimientos tal como se desarrollaron el martes 20 de marzo de 2018.

Versión oficial

A las 7:55 de la mañana, minutos después de que los estudiantes llegaran a la escuela, Austin Rollins supuestamente inició su ataque. Según se informa, Johnathan Freese, un estudiante de la escuela, tuvo tiempo de llamar a la CNN para informarles sobre la situación a medida que se desarrollaba. Afirmó que estaba al tanto de que alguien puso un arma contra la cabeza de una de las víctimas y que alguien resultó herido al tratar de quitarle el arma al tirador.

En consecuencia, los informes iniciales afirman que un niño de 14 años y una niña de 16 (el Sheriff afirmó que la niña había tenido una relación con Rollins) fueron hospitalizados. Ahora se informa que el varón está en condición estable y la mujer en condición crítica en un centro de trauma. Rollins, el tirador, fue declarado muerto esta mañana. El Sheriff Timothy K. Cameron dijo que todo el incidente ocurrió en poco menos de un minuto.

En este momento todavía no está claro quién es la fuente de las primeras evidencias. Uno asumiría que es el Oficial de Recursos Escolares. Los testigos presenciales del tiroteo son pocos, y el tirador (un adolescente con cara de bebé en el Cuadro de Honor y considerado como un "buen chico que ayudaba a sus vecinos a despejar la nieve") está muerto, y todos sabemos que los muertos no cuentan historias.

Dos testigos presenciales relatan que vieron a estudiantes salir corriendo del edificio. Otro reporta que escuchó los disparos en el edificio y comenzó a correr, afirmando que vio "de reojo caer" a una niña. En resumen, hasta que las víctimas se recuperen puede que no tengamos una historia completa de cómo comenzó la situación y por qué terminó tan trágicamente.

Según los informes, Rollins usó una Glock de 9mm, una pistola que ya está sujeta a las estrictas leyes de control de armas de Maryland. Los activistas del control de armas afirmaron que tales leyes serían la manera más "eficaz" de frenar la violencia armada. Es evidente que no es así. Mientras tanto, los conservadores están indicando con razón que un oficial armado de recursos escolares fue, según las pruebas iniciales, el principal responsable de limitar el caos.

En su entrevista con la CNN, Johnathan Freese afirmó que no creía que el tiroteo "fuera a ocurrir de verdad", lo que hizo que pareciera como si él hubiera estado oyendo rumores que sugerían que así sería. Según el WaPo, las autoridades habían arrestado previamente a dos adolescentes por amenazas contra otra escuela secundaria y ambos fueron encontrados en posesión de armas de fuego. Y el 20 de febrero los padres expresaron su preocupación por un tiroteo en Great Mills después de que un mensaje en Snapchat revelara los planes:
snapchat school shooting Great Mills
Traducción [editada para mayor claridad]: A todos mis seguidores, por favor tengan cuidado, seguidores.

¿Así que habrá un tiroteo en los próximos días en la escuela secundaria Great Mills y los niños deberían quedarse en casa? hmmmm... ¡Tengan cuidado todos!

A mis queridos de Great Mills... Dispararé a las casas si logro salir... No lo dudaré.
Sin embargo, las autoridades locales llevaron a cabo una investigación y llegaron a la conclusión de que no había ninguna amenaza válida para la escuela. El Dr. Jake Heibel, director de la escuela secundaria Great Mills, envió un aviso a los padres afirmando que:
"La amenaza a la escuela secundaria Great Mills no ha sido validada en este momento. Sin embargo, hoy tendremos seguridad adicional y seguiremos investigando el origen de los mensajes. También, continúen vigilando y avísennos de cualquier información que encuentren".
La gran cantidad de amenazas e investigaciones es alarmante, y debería ser una importante señal de alarma para Estados Unidos de que algo está terriblemente mal en nuestra sociedad; y no es algo que el control de armas vaya a resolver.

Respuesta liberal a los tiroteos en las escuelas

Pero el control de armas sigue siendo el centro de la obsesión de los activistas liberales, de los políticos convencionales y de los propios funcionarios escolares. A cierto nivel, esto se debe probablemente a las diferencias en las "papilas gustativas morales" identificadas por el psicólogo Johnathan Haidt. Después de pasar décadas estudiando los fundamentos de la moralidad, descubrió tres principios generales: 1) la intuición es lo primero, el razonamiento estratégico lo segundo, 2) la moralidad es mucho más que lo referente al daño y la justicia, y 3) la moralidad une y ciega. En cuanto al primer principio, Haidt descubrió seis fundamentos para la moralidad con los que intuitivamente juzgamos el mundo. Estos son los siguientes:
  • Cuidado/daño: cuidar y proteger a los demás
  • Equidad/hacer trampas: hacer justicia de acuerdo a las reglas compartidas
  • Libertad/opresión: el odio a la tiranía; oponerse a la opresión
  • Lealtad/traición: ser parte del grupo, familia, nación
  • Autoridad/subversión: obedecer a la tradición y a la autoridad legítima
  • Santidad/degradación: aborrecimiento hacia cosas, alimentos, acciones desagradables
Haidt descubrió que los liberales usan los tres primeros fundamentos cuando intuyen cuestiones morales, y que los conservadores usan los seis. Por lo tanto, hay algunas cuestiones en las que simplemente no podemos estar de acuerdo porque no compartimos el mismo número de "receptores" morales.

El tema de los niños que son dañados cae principalmente bajo el principio de cuidado/daño, algo que los liberales han elevado al nivel de mayor importancia en su concepción de la compasión como virtud. Pero, como señala Haidt, la moralidad es mucho más que lo referente al daño y la justicia. La Segunda Enmienda [NdT: el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas] está en el ADN de cada pionero que colonizó y estableció la nación estadounidense; ésta es una tradición y es parte del proyecto estadounidense. Para los conservadores esto significa que descartarla equivaldría a traicionar a su país. A los liberales, por otro lado, no les importa abandonar la segunda enmienda si eso significa proteger a los niños. Por supuesto, ninguno de estos argumentos es racional, son instintivos. Y el razonamiento estratégico es empleado después al servicio de la satisfacción del instinto moral.

Aquí es donde la moral conservadora y la moral liberal se enfrentan en una lucha interminable. Como él señala, la moralidad nos une en grupos, pero también nos ciega a formas alternativas de ver el mundo. Curiosamente, Haidt también descubrió que los conservadores entienden fácilmente las perspectivas de los liberales, pero lo contrario no ocurre en absoluto.

Sin embargo, eso no explica el enfoque explícito en el control de armas. Para ello tenemos que recurrir a la clase política y a los expertos de los medios de comunicación que están deseosos de utilizar los "asuntos divisorios" para avanzar en sus carreras. Ellos son los que enmarcan los temas y, por lo tanto, presentan los términos aceptables del debate. Un estudio de 2017 en Frontiers in Public Health titulado Establecimiento de la agenda de los medios de comunicación con respecto a la violencia armada antes y después de un tiroteo masivo encontró que:
Comparando los resultados de este estudio con las tasas de mortalidad nacionales, el 63% de las muertes por violencia armada en Estados Unidos ocurren por suicidio, mientras que un poco más del 10% de las noticias hablan del suicidio. Además, el 33% de las muertes por violencia armada en Estados Unidos ocurren por homicidios, mientras que más del 90% (59% homicidio masivo, 32% homicidio) de las noticias trataron este tema. Estas diferencias no son infrecuentes, ya que investigadores en otras áreas también han demostrado percepciones de riesgo inexactas. Claramente, los medios de comunicación tienden a enfatizar las noticias para reflejar sus necesidades o propósitos. Aunque los tiroteos masivos son particularmente devastadores, Estados Unidos puede estar centrando de manera errónea la mayoría de sus discusiones nacionales, políticas y de los medios de comunicación sobre un componente relativamente pequeño de la violencia armada.
Como Pierre Lescaudron señala en su artículo sobre el estado de guerra y bienestar, esta constante invasión de la vida privada de la ciudadanía estadounidense es exactamente lo que el estado de bienestar quiere, es decir, quiere que cada individuo reconozca que no hay límites al poder autoritario del Estado. Ya sea a través de la demolición de la familia normal, la erosión gradual de los derechos a la libertad de expresión, la confusión de los roles de género o la negación del derecho a portar armas, estos activistas están, consciente o inconscientemente, promoviendo una agenda totalitaria y esquizoide. Pierre escribe:
La ideología liberal ha matado a la familia y ahora nada impide el control totalitario de cada ciudadano, ni siquiera en su propio hogar. Pero la destrucción de la familia es sólo uno de los numerosos y nefastos objetivos perseguidos por la ideología progresista y los que la propugnan. Por supuesto, esos objetivos se esconden cuidadosamente detrás de una fachada políticamente correcta [...]

Hoy en día, el totalitarismo se ha transformado en una especie de hidra ideológica, y sólo se ven sus cabezas bajo la apariencia de muchos grupos "activistas", todos los cuales se definen a sí mismos como "oprimidos". A pesar de su aparente diversidad, todos estos grupos "activistas" pertenecen al mismo cuerpo ideológico: liberalismo/progresismo.
El historiador Murray Rothbard rastrea este empuje por el control autoritario a la Era Progresista y sus antecedentes se encuentran en el sistema de servicio civil creado en 1883. En su esclarecedor libro The Progressive Era (La Era Progresista), escribe que la creación de una función pública no electa condujo a "[Una] oligarquía gobernante continua que no estaba sujeta al control democrático del público votante. El 'no partidismo' y la 'protección' del servicio civil significaban la imposición de una élite burocrática permanente a la desventurada opinión pública."1 El resultado fue el aumento constante de una oligarquía gubernamental que exigía más poder para sí misma y menos para el público, lo que resultó en el enorme pantano burocrático que vemos hoy ante nosotros, donde las agencias federales aprueban ilegalmente cientos de regulaciones cada año sin ninguna supervisión por parte del público.

Este reciente tiroteo se produce pocos días antes de una marcha en Washington para "terminar con la violencia armada" que exigía el control de armas, después de oleadas de protestas y salidas escolares, y una semana después de que Great Mills organizara su propia salida. Mientras que algunos liberales inteligentes reconocen que este incidente plantea un desafío directo a su agenda de "control de armas", una gran mayoría no lo hará. Permitirán que su rápido (instintivo) pensamiento emocional (inconsciente) triunfe sobre su mente consciente y su racionalidad. Y encontrarán toda clase de formas de justificar sus impulsos morales.

Considere los siguientes tuits de una pareja de izquierdistas empedernidos:


Traducción: Hubo un tiroteo en la escuela secundaria Great Mills. Aparentemente el tirador estaba molesto con una estudiante. Esto tiene menos que ver con la salud mental y más con los hombres que atacan a las mujeres porque se creen con derecho a ello. Oh y... el acceso a las malditas armas.
Qué manera tan maravillosa de resumir el fanatismo feminista y el control de armas en 120 caracteres o menos.

Y, por supuesto, es culpa de la Asociación Nacional del Rifle [NRA, por sus siglas en inglés]:


Traducción: Que nadie se preocupe que la @NRA tiene esto controlado, ¿no es así NRA? Sólo otro tiroteo en la Escuela Secundaria Great Mills, no es gran cosa, quiero decir que la constante matanza y asesinato de la próxima generación no es tan gran cosa, ¿no es eso correcto, @NRA? ¡Qué te jodan a ti y a tus malditas y sangrientas manos!
La histeria (pensamiento dirigido por la emoción) es fuerte en la gente de izquierdas. Por supuesto, hay vidas en juego y todos deberíamos estar preocupados, pero ¿significa eso que también deberíamos dejar de lado la razón y renunciar irreflexivamente a nuestros derechos, de hecho, a nuestras responsabilidades y a la responsabilidad de someter nuestros impulsos emocionales a la fuerza reguladora de nuestro intelecto? Esta tendencia a simplificar excesivamente los problemas complejos, a fijarse en "soluciones" políticamente imposibles que evitan el quid de la cuestión, y a hacerlo con un fanatismo que oculta los motivos enfermizos, fue capturada mejor por Andrzej Łobaczewski cuando escribió lo siguiente:
La trama excesivamente simplificada de ideas, carente de profundidad psicológica y basada en información fácilmente disponible, tiende a ejercer una influencia sumamente atrayente sobre individuos que no son lo suficientemente críticos y que con frecuencia se sienten frustrados ante su adaptación social en descenso, o que han sido rechazados culturalmente, o se caracterizan por alguna deficiencia psicológica propia. Dichos textos atraen principalmente a una sociedad histérica. Algunas personas critican esos textos inmediatamente después de haberlos leído, y basándose en su sano sentido común, pero también ignoran la causa esencial del error, a saber, que proviene de una mente biológicamente trastornada.2
En otras palabras, esta visión esquizoide del mundo ha encontrado su camino en los corazones y las mentes de millones de adultos y adolescentes a través de los tiroteos escolares. Los conservadores se encuentran provocados a defender la Segunda Enmienda, junto con su cordura, en una batalla que ocurre sin ser vista, por un enemigo que parece tan confuso como insaciable.

En este caldero de estupidez se sigue creando un clima de histeria. Examinemos algunos de sus desagradables elementos:
  • A los profesores universitarios y a los profesores de secundaria no se les permite ahora interrogar a sus estudiantes sobre el control de armas.
  • Los adolescentes están intimidando a los conservadores por sus opiniones sobre la Segunda Enmienda, afirmando que es como "apoyar a los asesinos".
  • Nuestras escuelas ahora requieren que los guardias armados maten a los niños criminales antes de que maten a sus compañeros.
  • Las muertes de niños y niñas se utilizan cada vez más para promover programas políticos muy impopulares.
  • No es raro que los tiroteos masivos nos hagan pensar en la participación de terceros.
  • Los sobrevivientes ni siquiera esperan a que termine el ataque para llamar a la CNN. Después de todo, ¿a qué adolescente no le gustaría convertirse en una "celebridad" e ir en una gira mundial propugnando los temas de conversación de la CNN?
  • La izquierda cree seriamente que a los "malvados conservadores blancos" les encanta ver que maten a los niños; también están dispuestos a menoscabar sus propios derechos y los derechos de sus compatriotas por la quimera del "control de armas".
  • Los conservadores se ven ahora obligados a aplaudir la introducción de guardias armados en las escuelas para matar a los niños antes de que ellos se maten entre sí.
Cuando las personas pierden la capacidad de pensar críticamente, el enfoque en el pensamiento emocional eventualmente desarrolla un elemento histérico. Aquéllos que pueden pensar claramente terminan sintiendo que la sociedad ya ha perdido la cordura. Esto se puede ver hoy, y no tiene buena pinta. Como escribió Andrzej Łobaczewski, "Esto significa que los tiempos infelices no están muy lejos".3 También señala que por lo general es al menos diez años después de una gran crisis cuando las sociedades comienzan a manifestar este tipo de síntomas. Han pasado más de dieciséis años desde los atentados del 11 de septiembre y el lanzamiento de una interminable "guerra contra el terrorismo islámico", una guerra que se nos dijo que acabaría con el terrorismo, pero que, de hecho, lo ha incrementado enormemente. Al mismo tiempo, nos engatusan y avergüenzan para que aceptemos la afluencia de extremistas islámicos a nuestros países porque es lo más "compasivo" que podemos hacer.

Hace diecisiete años nos dijeron que Osama Bin Laden era la raíz de todos los males, ahora nos dicen que debemos ayudar a Al Qaeda a derrocar al gobierno sirio, porque es lo más "compasivo" que podemos hacer. No es de extrañar que la sociedad occidental parezca estar perdiendo la cordura.

Hace diez años fuimos testigos de una gran recesión que acabó con los ahorros de millones de familias, obligó a la gente a cambiar de carrera y puso fin a incontables vidas. Hoy nos dicen que ha habido una recuperación completa, a pesar del hecho de que la clase media de Estados Unidos ha cambiado para siempre y un sinnúmero de familias han sido arruinadas por la adicción a las drogas y el alcoholismo.

EE.UU. ha presenciado cómo una corrupta Hillary Clinton intentaba robar unas elecciones y, sin embargo, nos han dicho que en realidad fue culpa de Rusia, y vemos al tipo que ganó las elecciones luchando bajo un torrente de mentiras y abusos porque, de alguna manera, no representa los "valores morales" de Estados Unidos.

Tal vez sea justo decir que estamos siendo testigos de cómo el lado izquierdo del espectro político sucumbe al adoctrinamiento pavloviano mientras lucha por hacer frente a tantos insultos a su sistema moral. Inevitablemente se vuelven histéricos, y en el proceso se convierten en herramientas de una ideología autoritaria y de sus sumos sacerdotes que no se preocupan por la moralidad excepto en la medida en que puede ser usada para acumular más poder para sí mismos.

Tal vez, sólo tal vez, no estamos siendo testigos de un dilema moral, o un problema de armas, o un problema político, sino de una completa catástrofe espiritual y psicológica que está ocurriendo en toda la cultura estadounidense. Una cultura que combina tecnología de gratificación instantánea, medios sociales que recompensan la interacción social fácil y vacía, el "multiculturalismo", el relativismo moral, el fácil acceso a la pornografía, la falta de ética laboral, la política sin sentido, el ateísmo y coloca el estatus de víctima al más alto nivel de logro humano, está transformando cada vez más a cada generación sucesiva en monstruos.

¿Pero estamos realmente sorprendidos? La Maestra del Año de la Florida, Kelly Guthrie Raley, no lo estaba cuando dijo:
Hasta que nosotros, como país, estemos dispuestos a ponernos serios y hablar sobre problemas de salud mental, la falta de atención disponible para los problemas de salud mental, la falta de disciplina en el hogar, la falta horrenda de apoyo de los padres cuando las escuelas están tratando de controlar el comportamiento horrible en la escuela (¡oh no! ¡MI NIÑO, NO! ¿Qué has hecho TÚ para hacer que mi hijo reaccione de esa manera?), la falta de valores morales, y sí, lo diré: videojuegos violentos que le quitan toda sensibilidad a CUALQUIER compasión por la vida de los demás, así como los reality shows que hacen común que las personas griten constantemente en las caras de los demás y no valoren a ninguna otra persona más que a sí mismos..., tendremos un problema de armas en la escuela. ¡¡Nuestros hijos ya no entienden la permanencia de la muerte!!
Así que no, el control de armas no bastará. Y cuanto más llenemos nuestras escuelas de guardias armados, más pruebas tendremos de lo mucho que hemos fracasado como sociedad. Más bien, necesitamos volver a la cordura. Tal vez el primer paso para lograrlo sea sacar en masa a los niños y niñas del sistema escolar público, excesivamente liberalizado y guiado por la ideología, y educarlos en el hogar según tradiciones que tienen raíces mucho más humanas y racionales.

Referencias

1. Murray Rothbard's The Progressive Era p. 203
2. La ponerología política. Una ciencia de la naturaleza del mal adaptada a propósitos políticos, de Dr. Andrzej M. Łobaczewski. Edición de Kindle en inglés, ubicación 3124 de 5815
3. Ibid. Ubicación 2428 de 5815