Un estudio observacional publicado hace poco ha demostrado que existe relación entre el consumo de medicamentos antidepresivos y la enfermedad de Parkinson o síntomas extrapiramidales (EPS). Éstos son un conjunto de síntomas producidos por el uso de psicofármacos que se manifiestan alterando la motricidad, nuestra capacidad de movimiento.
farmacos antidepresivos
No todos los enfermos muestran todos los síntomas extrapiramidales, bastan sólo algunos para tener la certeza de que lo que se sufre es un cuadro causado por los efectos adversos de los fármacos.

Los antidepresivos que se asocian con esas enfermedades nerviosas son duloxetina, mirtazapina, citalopram, escitalopram, paroxetina, sertralina, venlafaxina, bupropión y fluoxetina, que son los más usados.

La paroxetina es el conocido y peligroso Paxil. La fluoxetina es el también conocidísimo y muy cuestionado Prozac.

Los fármacos antidepresivos ahora en el punto de mira por los citados efectos secundarios también tienen marcas como Zoloft, Celexa, Cymbalta, Remeron, Lexapro, Effexor, Zyban o Wellbutrin.

Los antidepresivos están entre los medicamentos más recetados. Varios informes de casos han vinculado estos medicamentos con los síntomas extrapiramidales pero ningún gran estudio epidemiológico ha examinado esta relación. Lo que han hecho los investigadores ahora es intentar cuantificar la asociación de EPS con diferentes antidepresivos mediante la realización de un gran estudio farmacoepidemiológico.

Para ello, utilizaron una gran base de datos sanitaria de los Estados Unidos con publicaciones desde junio de 2006 hasta diciembre de 2015. Para que no interfirieran con los resultados a los sujetos con diagnóstico de enfermedad de Parkinson y los que tomaban ciertos antidepresivos se les excluyó del estudio. En suma, encontraron 3.838 individuos con EPS que compararon con otros 38.380 sujetos que servían de control.

Los investigadores indican que los efectos secundarios del fármaco Cymbalta mostraron la asociación más fuerte pues había un riesgo de enfermedad de Parkinson y EPS cinco veces más alta que aquellas personas que no tomaron el medicamento. Remeron, Celexa, Lexapro y Paxil mostraron un riesgo tres veces mayor. El resto de los medicamentos enumerados ofrecían un riesgo de padecer esas enfermedades de los nervios más del doble con respecto a quienes no consumen toman esos fármacos.

Sin embargo, el efecto no se observó en todos los antidepresivos. Atamet, Requip, Mirapex, por ejemplo no mostraron una asociación significativa.

Los investigadores concluyen que hay una relación clara entre el consumo de antidepresivos y trastornos del movimiento como la llamada discinesia que son movimientos que hacen las personas de manera involuntaria.

Esto por ejemplo, es uno de los efectos secundarios crónicos que se encuentra entre las lesiones que sufren aún hoy las mujeres que tomaron un medicamento como Agreal, para los sofocos de la menopausia. Agreal, actuaba sobre el sistema nervioso y tomado más allá de tres meses destrozó los nervios de miles de mujeres de por vida.