Los incendios forestales que arrasan parte del estado australiano de Victoria desde el pasado fin de semana han destruido una pequeña rural, donde las llamas han consumido el ganado, las viviendas, los cultivos y otras pertenencias de los residentes.
Twitter / @healesvillecfa
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La aldea Tonimbuk, ubicada unos 70 kilómetros al sureste de Melbourne, ha sido una de las más afectadas por esos sucesos. Los fuertes vientos y las altas temperaturas han empeorado la situación y los servicios de emergencia aún no controlan las llamas.

Más de 2.000 bomberos han sido movilizados en Victoria para combatir las llamas, debido a que hay al menos 19 focos activos.

El empresario vinícola Andrew Clarke, uno de los muchos residentes de Tonimbuk que han perdido todas sus posesiones, sostiene que el Gobierno de ese estado australiano pudo minimizar la magnitud del incendio si hubiera tomado medidas preventivas mediante la quema controlada del material combustible acumulado.

Ese hombre opina que "nos han dejado en manos de personas incompetentes, por eso hemos perdido todo" y asegura que "este incendio nunca hubiera sido tan feroz si el Gobierno se hubiera atenido a las reglas y hubiera destruido todo lo que debía".

Además de las pérdidas materiales, Clarke asegura que "un cobarde" policía lo amenazó con arrestarle cuando trataba de entrar a su propiedad para salvar a sus perros, pero no le hizo caso.