El fuego asola Grecia. Decenas de personas luchan sin descanso contra un gran incendio que arrasa con todo a su paso en la isla de Eubea.
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Las llamas comenzaron alrededor de las tres de la madrugada de este martes, hora local, en la carretera. Rápidamente se extendieron a la densa y seca vegetación de la zona que se encuentra a unos 100 kilómetros al nordeste de Atenas. Ante la intensidad del viento y el fuego, las autoridades griegas ordenaron la evacuación de un monasterio e instaron a los habitantes de varios pueblos cercanos a estar preparados para abandonar sus localidades, en caso de necesidad. El de Eubea es uno de los numerosos focos que permanecen activos en Grecia.


Los bomberos lograron controlar el que se declaró el lunes en el monte de Imittós, en las afueras de Atenas, que destruyó varias viviendas. Pero las llamas siguen con su imparable y destructivo avance en otras partes del país. El jefe de Protección Civil elevó el nivel de alerta de los servicios de emergencia a una cota muy alta debido a la fatal combinación de temperaturas abrasadoras, vientos fuertes y sequía.

Una explosiva mezcla que ha provovado decenas de incendios en apenas veinticuatro horas. Numerosos efectivos del cuerpo de bomberos, apoyados por medios terrestres y aéreos tratan de mantenerlos bajo control y extinguirlos. Pretenden evitar que se reproduzcan escenas como las del año pasado. Los griegos, recuerdan con amargura la catástrofe que se produjo en la estación balnearia de Mati. El que está considerado como el incendio más mortífero del país, en la era moderna, dejó 102 muertos y cientos de damnificados. De momento, las condiciones meteorológicas no ayudan. Los meteorólogos prevén que las altas temperaturas y los fuertes vientos se mantendrán en los próximos días.