Traducción por el equipo de Sott.net en español

Nuestro planeta parece estar en una crisis creciente en términos de agricultura y producción de cultivos relacionada con cambios climáticos inusuales. Muchos informes de los últimos meses utilizan el término "clima extremo" para describir el calor récord en Europa este verano, las inundaciones récord en los estados agrícolas del Medio Oeste de los EE.UU., o la sequía récord en la India y en la mayor parte de África y China. Partes del Medio Oeste de los Estados Unidos están sufriendo las peores condiciones de crecimiento desde al menos la década de 1980. En el Reino Unido, el clima ha sido nefasto para la cosecha de cereales.
snow avalanche
La pregunta crucial es si podemos asumir, como muchos lo hacen, que todo esto es parte del calentamiento global provocado por el hombre, hoy rebautizado como cambio climático, o si algo muy diferente podría causarlo: los ciclos periódicos de actividad solar que en los últimos meses han entrado en lo que los astrocientíficos llaman un "mínimo solar". Si se debe a esto último, estamos gastando enormes sumas de dinero en abordar el problema equivocado: de hecho, billones de dólares.

Hasta este mes de julio, gran parte de la India sufría una sequía sin precedentes. Los embalses de Chennai bajaron al 0,2% de su capacidad en los últimos dos años, ya que una ola de calor severa provocó una reducción del 99% en la cantidad de agua con respecto a la de hace un año. La grave escasez de agua ha obligado a miles de personas a huir de sus aldeas. Aunque a principios de agosto las lluvias estacionales, superiores a la media, aliviaron la situación en algunas partes, hasta ahora las precipitaciones distan mucho de ser suficientes para restaurar los embalses vacíos en toda la India.


Comentario: ...y eso ocurrió después de las inundaciones sin precedentes en Chennai, al sur de la India, hace apenas 4 años.


En China, la grave sequía ha dejado alrededor de 800.000 hectáreas de cultivos afectados en la provincia de Hebei, en el norte de China, con precipitaciones un 55% inferiores a lo normal. Esto ocurre en un momento en que la devastación de la población porcina de China a causa de la mortífera peste porcina africana se propaga y las cosechas en todo el país están siendo destruidas por una plaga de cogolleros del maíz que es resistente a la mayoría de los herbicidas.

Al mismo tiempo, las lluvias sin precedentes han devastado la agricultura en regiones de cultivo de gran importancia. En el Reino Unido, las lluvias extremas de agosto han detenido la cosecha de trigo, según la Unión Nacional de Agricultores. En todo el Medio Oeste de los Estados Unidos, las nevadas récord en invierno, junto con las lluvias récord de esta primavera, han retrasado severamente las siembras de maíz y soja. Los doce meses hasta julio han sido los más húmedos registrados en la franja de cultivos de granos del Medio Oeste, lo que ha resultado en millones de acres sin sembrar.

En África, Zambia está sufriendo la peor sequía desde 1981, y se reportan sequías severas en otros países africanos.

Mínimo solar...

Los eventos han sido dramatizados por varios grupos de defensa y partidos políticos como prueba de que el calentamiento global provocado por el hombre (las emisiones de CO2 de la industria, las plantas de carbón, los automóviles y otros) es la causa. Estamos siendo inundados con propuestas de nuevos impuestos de cientos de miles de millones de dólares, especialmente en la Unión Europea, impuestos que se nos dice que son necesarios para resolver este problema. Pero, ¿y si nos estamos centrando en la relación causa-efecto equivocada?

Investigaciones recientes sugieren que hemos estado demasiado limitados en nuestra ciencia y que estamos ignorando lo que es probablemente una influencia mucho mayor en el clima mundial y sus cambios que cualquier emisión provocada por el hombre. Lo que es relevante aquí es el hecho de que ningún modelo climático lineal utilizado por el IPCC de la ONU, ni por ninguno de los cientos de think-tanks climáticos de todo el mundo, es capaz de modelar lo que es, con mucho, el mayor factor determinante que influye en el clima: el "temperamental" sol.

Lo que los astrofísicos han documentado es que nuestro sol (por mucho el factor más importante que influye en el hecho de que experimentemos tanto olas de calor como de frío, eventos del Pacífico como El Niño, o actividad volcánica o sísmica severa, como en los últimos meses) experimenta una compleja serie cíclica de intensa actividad seguida de una disminución de la actividad (actividad que comúnmente se conoce como manchas solares o erupciones solares) y de eventos electromagnéticos de gran envergadura.

Por lo general, las erupciones solares vienen en ciclos de aproximadamente 11 años de máximos y mínimos. Estos ciclos se superponen a ciclos más largos y se relacionan con el movimiento altamente complejo de nuestro sistema solar en el universo. En la actualidad, desde el año 2018, estamos viviendo un período de disminución significativa de la actividad solar, un mínimo solar. El último de ellos se produjo en 2008-2009. Existen pruebas convincentes de que este mínimo será lo que se denomina un Gran Mínimo Solar, mayor que ninguno en las últimas décadas. ¿Cuáles son los efectos observables de estos períodos cíclicos de mínimos solares?

Rayos cósmicos y nubes

Según los astrofísicos, cuando el campo magnético del sol se debilita, la presión externa del viento solar disminuye. Esto permite que más rayos cósmicos penetren en la atmósfera de nuestro planeta. A su vez, los rayos cósmicos que golpean la atmósfera de la Tierra crean aerosoles que, a su vez, crean nubes. Según el Dr. Roy Spencer, "Las nubes son la sombrilla de la Tierra, y si la cobertura de nubes cambia por cualquier razón, se produce un calentamiento global, o un enfriamiento global".

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) del Gobierno de los Estados Unidos dice:
"Todo el clima de la Tierra, desde la superficie del planeta hasta el espacio, comienza con el Sol. El clima espacial y el clima terrestre (el clima que sentimos en la superficie) están influenciados por los pequeños cambios que sufre el Sol durante su ciclo solar. El impacto más importante que el Sol tiene en la Tierra es por el brillo o la irradiación del propio Sol".
¿Cuáles son los efectos de una actividad solar más débil, un ciclo más dormido, como el que ahora experimentamos, de menos energía solar o irradiación que llega a la Tierra? Además del aumento de la cobertura de nubes a nivel mundial, las principales corrientes en chorro se debilitan y la actividad volcánica aumenta, junto con los terremotos, combinados con un clima errático e impredecible. La magnetosfera de la Tierra, que normalmente fija la corriente en chorro en su lugar, se debilita, y eso a su vez hace que la corriente en chorro estable se desplace hacia el sur como lo hizo en enero de 2019 en América del Norte, causando fríos y nevadas récord a lo largo de la región central de los Estados Unidos. En algunas regiones habrá muchas más sequías, mientras que en otras se producirán grandes inundaciones, con un posible efecto significativo en la producción mundial de alimentos. La actividad solar más débil, conocida como mínimo solar, también se correlaciona con una tendencia al enfriamiento global. Esto ha sido documentado desde hace siglos o más.

El ciclo solar actual, llamado por la NASA el Ciclo Número 24, alcanzó su punto máximo a principios de 2014 antes de comenzar su descenso medible en la actividad anual de las manchas solares. Se prevé que el mínimo tendrá lugar en 2020. Podría durar años. Algunos predicen una nueva "mini Edad de Hielo".

El tema es complejo y muy poco investigado, ya que nos centramos casi exclusivamente en los cambios provocados por el hombre o posibles cambios en nuestro clima con modelos informáticos simplistas. Si el próximo invierno en el hemisferio norte es algo parecido al pasado, debería incitarnos a tomarnos en serio este componente solar de nuestro clima. Al negarnos a promover más investigación vigorosa, corremos un riesgo real de que en los próximos años no estemos preparados para los dramáticos fracasos de las cosechas a nivel mundial, en un momento en que la mayoría de los gobiernos de la OECD han decidido eliminar las reservas públicas de cereales de emergencia y nuestro suministro de alimentos está organizado en base a un sistema de suministro "en tiempo justo". La ciencia no se trata de "consenso", sino de descubrir la verdad, por muy controvertida que sea.
Sobre el autor

F. William Engdahl es consultor y profesor de riesgos estratégicos, es licenciado en política por la Universidad de Princeton y es uno de los autores más populares en materia de petróleo y geopolítica, en exclusiva para la revista en línea New Eastern Outlook.