Un enorme incendio forestal ha cubierto de humo las afueras de Sídney causando un aumento en el registro de enfermedades respiratorias y la cancelación de las actividades al aire libre. Según el Cuerpo de Bomberos, tomará semanas controlar el fuego, que no se extinguirá si las lluvias no llegan.
australia wild fires 2019
© ReutersEl fuego quemaba 300.000 hectáreas a una hora en coche de la ciudad más grande de Australia.
Miles de bomberos agotados, que han estado luchando contra incendios forestales durante un mes, combaten cerca de 100 conflagraciones en el estado de Nueva Gales del Sur.


Un mega incendio al norte de Sídney, la ciudad más grande de Australia, inició el viernes 6 de diciembre cuando varios pequeños focos se fusionaron y ahora ocupan en 335,000 hectáreas.

A través de su cuenta de Twitter, el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur indicó que 91 incendios aún están ardiendo en ese estado australiano, 48 todavía sin contener. Además, aseguró que los equipos han trabajado duro encerrando las líneas de contención y luchando para abrir caminos.

Una lucha de todos los años

Los incendios forestales son comunes en Australia durante el caluroso verano, que comienza en diciembre, pero este año los incendios comenzaron mucho antes, debido a las altas temperaturas, los vientos secos y las conflagraciones provocadas.

Aunque aún no ha terminado el año, 2019 se parece haber sido uno de los más calurosos y secos en Australia. Las temperaturas de enero a noviembre fueron las segundas más cálidas registradas y la sequía en Nueva Gales del Sur es particularmente grave, dijo la Oficina de Meteorología en Twitter.

El comisionado del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, dijo al canal de televisión australiano ABC que las temperaturas subirán a más de lo normal el próximo martes, llegando a los 40 grados Celsius, lo que podría generar nuevos incendios.

Repercusiones en la salud

El Ministerio de Salud de Nueva Gales del Sur aseguró que, en los últimos días, unas 1.140 personas han buscado asistencia médica por problemas respiratorios o asma, lo que representa un 25% más que en una semana típica. Por su parte, el servicio de ambulancias del Estado informó que recibió, aproximadamente, un tercio más de llamadas.

Siete personas han muerto debido a los incendios forestales desde octubre, una cifra significativamente menor de muertes que la que la reportada tras las conflagraciones de 2009, las cuales cobraron cerca de 200 vidas.

Las llamas también son un problema político

A mediados de noviembre, 14 alcaldes de áreas afectadas por incendios firmaron una carta instando al Gobierno a reconocer una correlación entre el cambio climático y los devastadores incendios forestales, solicitando también más recursos económicos.

Si bien se ha proporcionado algo de dinero adicional, el primer ministro, Scott Morrison, ha rechazado repetidamente cualquier vínculo entre los incendios y sus políticas conservadoras, incluido el apoyo a la industria del carbón.

Este 7 de diciembre, el Gobierno publicó un informe que sugiere que Australia está en camino de cumplir con su objetivo de reducción de emisiones, que, según el Acuerdo de París, exige una reducción de las mismas al menos en un 26% de los niveles de 2005 para 2030.