El 2020 ha traído muchas sorpresas y la mayoría de ellas no muy positivas. Este año, se han producido cinco de los seis peores incendios en la historia de California, lo que ha dejado como consecuencia un récord en la cantidad de superficie quemada: más de 16.190 kilómetros cuadrados de superficie, más del doble del récord anterior.
Incendio california
© AP Photo / Noah Berger
Las autoridades de California informaron que los incendios alcanzaron ese récord este 4 de octubre, cuando aún faltan dos meses para que termine la temporada de incendios. De acuerdo con información de AP, el récord anterior fue de 6.700 kilómetros cuadrados, hace dos años.

"Llegar a esa cifra es algo asombroso, es inimaginable, te quita el aliento", comentó Scott McLean, portavoz del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, citado por AP.

El departamento, en un comunicado, informó que han estallado más de 8.200 incendios forestales desde comienzos de año, responsables de la quema de más de 16.187 km2 de superficie, un área incluso mayor que todo Connecticut.

Unos 17.000 bomberos siguen tratando de apagar más de una veintena de fuegos en todo el estado.

A pesar del lamentable récord, surgieron posibles motivos de optimismo. No llegaron los fuertes vientos que podrían haber avivado las llamas y el peligro de un clima caliente, seco y ventoso se evaporó el día 3 por la mañana, al tiempo que aparecía una neblina densa. Los cielos despejados permitieron a los aviones esparcir material retardante, tras no poder hacerlo durante varios días debido a las columnas de humo.
"En algunas zonas pudimos enviar aviones, así que allí realmente le dimos con todo gracias a esos aviones. Si el tiempo se atañe a los pronósticos, espero, la situación mejorará, pero eso no disminuye la cantidad de trabajo que todavía tenemos que hacer", explicó McLean.
Casi todo el daño fue causado desde mediados de agosto, cuando estallaron cinco de los seis peores incendios en la historia del estado, algunos iniciados por el impacto de rayos. Los fuegos han incinerado cientos de viviendas y han causado la muerte de 31 personas, aunque muchos afectan zonas despobladas.

La mayoría de los incendios ocurrieron en el norte de California, donde la flora muerta en montañas y colinas alimentó las llamas, en medio de temperaturas altas y vientos fuertes. El humo denso emanado por los incendios ha contaminado el aire en muchas comunidades, tanto en las colinas como en la zona de la bahía de San Francisco.