Traducido por el equipo de SOTT.net en español

La nueva teoría sugiere que el ciclo climático de 60 años de la Tierra podría ser impulsado por oscilaciones planetarias que dirigen micrometeoros hacia la Tierra, creando más polvo - lo que cambiaría la cobertura de las nubes.

Jupiter
© WikipediaUna imagen de Júpiter tomada por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA.
Un artículo publicado en Geophysical Research Letters afirma que hay cada vez más evidencia de que el ciclo climático de 60 años de la Tierra puede ser impulsado por oscilaciones planetarias. Afirman que un ciclo climático de 60 años se encuentra en la oscilación multidecadal del Atlántico, los avistamientos de auroras, las precipitaciones y los registros climáticos oceánicos.

El documento dice:
"...la excentricidad orbital de Júpiter presenta oscilaciones prominentes con un período de casi 60 años debido a su acoplamiento gravitacional con Saturno". Los autores proponen que el sistema planetario modula el polvo interplanetario que cae en la Tierra y modifica la cobertura de las nubes.

La excentricidad orbital de Júpiter presenta una fuerte oscilación de 60 años que está bien correlacionada con varios registros climáticos y con la oscilación de 60 años encontrada en los largos registros de caída de meteoritos desde el siglo VII.

Dado que las caídas de meteoritos son el aspecto más macroscópico del polvo espacial cayendo hacia la Tierra, concluimos que el polvo interplanetario debería modular la formación de las nubes y, por lo tanto, impulsar cambios climáticos".
El artículo y el resumen:

Un ciclo de 60 años en la frecuencia de caída de meteoritos sugiere un posible forzamiento del polvo interplanetario del clima de la Tierra impulsado por oscilaciones planetarias

Nicola Scafetta Franco Milani Antonio Bianchini Primera publicación: 14 de septiembre de 2020 https://doi.org/10.1029/2020GL089954

Resumen


Una de las oscilaciones climáticas más famosas tiene un período de unos 60 años. Aunque esta oscilación puede surgir de la variabilidad interna, cada vez hay más evidencia que apunta a un origen solar o astronómico, como también se argumenta aquí. Destacamos que la excentricidad orbital de Júpiter presenta oscilaciones prominentes con un período de casi 60 años debido a su acoplamiento gravitacional con Saturno. Esta oscilación se encuentra bien correlacionada con un buen número de registros climáticos y también con una oscilación de 60 años presente en los largos registros de caída de meteoritos relativos a los períodos 619-1943 EC. Puesto que las caídas de meteoritos son el aspecto más macroscópico del polvo espacial entrante y su movimiento está mayormente regulado por Júpiter, proponemos que el influjo de polvo interplanetario también presenta un ciclo de 60 años y podría estar forzando al clima a oscilar de una manera similar, modulando la formación de las nubes y, por lo tanto, el albedo de la Tierra.

Declaración sobre la disponibilidad de datos

Todos los datos están disponibles en las referencias y en repositorios de dominio público: La Figura 1 utiliza los datos de efemérides de la órbita de Júpiter disponibles, por ejemplo, en la interfaz web de HORIZONTES de la NASA (https://ssd.jpl.nasa.gov/horizons.cgi); la Figura 2 utiliza la reconstrucción de la temperatura de Ljungqvist (2010, https://www.ncdc.noaa.gov/paleo-search/study/9924); la Figura 3 utiliza el registro HadCRUT4 (Morice et al., 2012, https://www.metoffice.gov.uk/hadobs/hadcrut4/), el registro del monzón de verano de la India (Agnihotri & Dutta, 2003; Sontakke et al., 1993) (http://iridl.ldeo.columbia.edu/SOURCES/.Indices/.india/index.html); y los datos de las variaciones de abundancia de G. Bulloides de Black et al. (1999, https://www.ncdc.noaa.gov/paleo-search/study/2532); las figuras 4 y 5 utilizan el registro de la caída de meteoritos en China desde el año 619 hasta 1943 publicado en Yu et al. (1983).

Una advertencia: En el pasado, he descartado gran parte del trabajo de Scafetta como poco más que "cicliomanía", es decir, encontrar correlaciones cíclicas espurias en datos donde realmente no las hay.

Dicho esto, hay un poco de plausibilidad en esta idea de que la gravitación de Júpiter podría lanzar más micrometeoros en el camino orbital de la Tierra, y es plausible que con más polvo de meteoros en la atmósfera de la Tierra, eso podría formar más núcleos de nubes. Los cambios en la cubierta de nubes modularían la luz solar con el tiempo, y por lo tanto los registros climáticos.

O, podría ser sólo otra correlación espuria. De cualquier manera, pensé que valía la pena discutirlo. - Anthony