La ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, Arancha González Laya, pidió el respeto de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la cuestión del Sáhara Occidental después de que Donald Trump anunciara su reconocimiento a la soberanía marroquí.
España pide respetar resoluciones de la ONU sobre el Sáhara tras el espaldarazo a Marruecos de Trump
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel, al tiempo que reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.

Trump ha afirmado que "EE.UU. cree que un Estado saharawi independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que una autonomía genuina bajo soberanía marroquí es la única solución viable".

"Hoy firmé una proclamación reconociendo la soberanía marroquí sobre Sáhara Occidental. ¡La propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos es la ÚNICA base para una solución justa y duradera por una paz y prosperidad perdurables", escribió Trump en Twitter.


El acuerdo suscrito por Trump implica que Marruecos retomará las relaciones diplomáticas con Israel, algo que fue celebrado por canciller española.

"Damos la bienvenida a la normalización de relaciones entre Marruecos e Israel, tal y como hemos hecho con todas las normalizaciones que han tenido lugar en las últimas semanas, como no podría ser de otra manera", manifestó González Laya.
"La posición de España es muy clara: respeto a las resoluciones de Naciones Unidas para buscar una vía de resolución", afirmó González Laya en declaraciones a los medios desde la ciudad palestina de Ramala, donde se encontraba de viaje cuando se conoció el anuncio.
No obstante, la ministra de Exteriores recordó que tanto el asunto del Sáhara Occidental como "la paz entre israelíes y palestinos" son asuntos que siguen pendientes de resolución.

La canciller española se encuentra en un viaje de dos días a Israel y Palestina para reunirse con sus homólogos y otros altos representantes de ambos territorios en las ciudades Jerusalén y Ramala.

El Gobierno de España, que no reconoce como Estado independiente a Palestina, mantiene la postura de abogar por las negociaciones entre los dos territorios con el fin de encontrar una solución al conflicto para la paz en la región.