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© sott.netImagen de una vivienda tras el terremoto de Lorca, se observa el desprendieminto del piso superior y los escombros en el suelo
El estudio, de 33 páginas, dedica seis a la relación de los movimientos telúricos que comenzaron a las 17:05 horas del 11 de mayo, con un terremoto de 4,5 grados en la escala de Richter y una intensidad de grado VI, y que alcanzó su máximo exponente en un seísmo mayor, de 5,2 grados e intensidad VII a las 18:47 horas de ese mismo día.

Este segundo seísmo causó nueve muertos, 300 heridos, daños generales estimados en toda la ciudad por unos mil millones de euros, provocó el colapso de un edificio y desencadenó la demolición posterior de más de 400 viviendas. Desde el 11 de mayo hasta el 26 de junio, fecha de cierre del informe, la relación de terremotos registrados en Lorca es de 161, aunque el IGN documentó otro de 1,5 grados con epicentro en el municipio el día 28 de junio.

La serie sísmica que estudia el IGN incluye terremotos con magnitudes desde 0,5 grados en la escala de Richter, con profundidades de entre uno y 18 kilómetros, y situados en coordenadas muy parecidas. El informe indica que el 11 de mayo se registraron 36 movimientos sísmicos, 15 el día después de la catástrofe y 35 réplicas el día 14, a partir de las cuales se materializó un descenso paulatino del número de seísmos en la zona de Lorca.

En una breve "descripción tectónica" el IGN indica que la Región de Murcia constituye una parte continental de las placas tectónicas africana y euroasiática, y que en esta zona "no existe un accidente principal que absorba la deformación producida por el empuje de las dos placas", por lo que la deformación se reparte "en multitud de accidentes", en dirección predominante este-oeste, de 400 kilómetros de ancho.

Añade que los terremotos registrados en la zona son pequeños porque la velocidad de las grandes fallas es pequeña "y por lo tanto los grandes terremotos ocurren cada mucho tiempo".

Las fallas causantes de terremotos menores de cinco grados de magnitud "no se controlan" por ser "sismicidad secundaria del sistema", aunque el informe recuerda que las fallas de la Región tienen fracturación en todas las direcciones y que todos los sistemas son "sísmicamente activos".

El estudio del IGN incluye un listado histórico de terremotos en el entorno de Lorca desde el año 1406, entre los que destaca, por su intensidad VII el registrado en 1579 y por su intensidad VIII en 1674.