Los dos nobles estuvieron enterrados en el este extremo de las tierras escitas con mucho oro incrustado en su vestimenta.

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© Y. Veselóvskaya, R. Galéyev / Instituto de Etnología y Antropología N.N. Miklujo-Maklái
Científicos de Moscú y Novosibirsk (Rusia) han reconstruido los rostros de un matrimonio noble escita a partir de dos esqueletos hallados a finales del siglo XX en un conjunto de túmulos en la república rusa de Tuvá.

Los restos del hombre, de entre 40 y 45 años; y la mujer, de 30-35, proporcionaron a los investigadores la idea de que ambos podrían haber sido hace aproximadamente 2.600 años 'reyes' de Siberia, a juzgar por la rica vestimenta funeraria, incrustada con oro.

Los vastos dominios escitas en Eurasia se extendían en la Antigüedad clásica por las estepas entre el Bajo Danubio hasta la cuenca alta del río Yeniséi. El lugar del entierro — el ahora sitio arqueológico Arzhan-2 — estaría en el extremo este de aquel territorio, al sur de Siberia y muy lejos de donde los historiadores griegos antiguos situaban la capital de Escitia (o sea, de Crimea).

Los científicos siberianos establecieron que estas dos personas y otras sepultadas en el túmulo Arzhan-2 pertenecían, "independientemente de su estatus social, a un grupo bastante homogéneo en términos de antropología", que combinaba rasgos de las razas caucásica y mongoloide, según recogió el 8 de enero Siberian Times.

¿Reina o concubina de un guerrero?

Pese a la riquísima joyería y decoración que llevaba el cadáver femenino, los antropólogos desarrollan teorías que van más allá de su supuesta condición de reina. Una hipótesis que citó el medio sugiere que la mujer podía haber sido sacrificada después de la muerte del 'rey', por ser su concubina favorita para acompañarlo 'al inframundo' junto con otras 33 personas, incluidos cinco niños.

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© Y. Veselóvskaya, R. Galéyev / Instituto de Etnología y Antropología N.N. Miklujo-Maklái
El difunto principal sería este hombre recreado a partir de la calavera incompleta y algunos huesos íntegros del esqueleto. Los científicos lo calificaron de "un guerrero endurecido por la batalla", aunque la causa de su muerte no estuviera obligatoriamente relacionada con unas heridas de combate y los huecos craneales podrían haber aparecido después de la muerte.

Técnicas del modelado

Dos equipos de antropólogos, del Instituto de Etnología y Antropología N.N. Miklujo-Maklái de Moscú y el de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk tardaron meses en copiar meticulosamente las calaveras y modelarlas en 3D. Los autores de las imágenes recreadas explicaron en un artículo el año pasado que habían optado por combinar dos métodos modernos ajustados a la tarea dada: escanearon los cráneos por láser y sometieron una serie de fotografías al modelado tridimensional por computadora.

"Tras el escaneo por láser obtuvimos un modelo con las dimensiones exactas, pero la textura del propio cráneo [solo] se pudo reproducir al usar la fotogrametría", precisó el equipo. El trabajo con plastilina directamente sobre las calaveras "fue imposible en este caso debido al gran valor científico y cultural del material", según ese estudio.


Los retratos formarán parte del proyecto 'Oro escita del Valle de los reyes de Tuvá' que está desarrollando el Museo Nacional de la república de Tuvá.