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Las lluvias no pararon desde el pasado jueves, por lo que las autoridades chinas decidieron evacuar, por prevención, a unos 27.600 residentes de Sichuan.
Un vecino del condado de Wangcang fue la última víctima, murió aplastado por un muro mientras sacaba agua de su jardín. Horas antes, en la ciudad de Guangyuan, un estudiante fue arrasado por las aguas mientras se dirigía a la escuela, actualmente se desconoce su paradero.
El temporal provocó un alud que sepultó unos 400 metros de la autopista 213, una de las principales arterias de esta provincia. Los trabajos de reparación en la vía ya comenzaron, aunque se vieron retrasados por otros desprendimientos, informó el jefe de la Oficina de Tráfico, Gao Feng.
Según los cálculos de las autoridades, las pérdidas económicas causadas por las inundaciones y aludes provocados por las intensas lluvias ascenderán a 500 millones de yuanes (53,3 millones de euros).
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