Traducido por el equipo de Sott.net

Un tribunal civil ha dado la razón a una enfermera que fue suspendida sin sueldo tras negarse a recibir la vacuna Covid-19.
rom italy green pass vaccination protest
© AP
La sentencia fue dictada por el Tribunal de Milán el 16 de septiembre, a raíz de la apelación de la enfermera italiana, cuyo nombre no se ha dado a conocer. Había sido suspendida sin sueldo en febrero porque se negó a pincharse desafiando la obligación de vacunación impuesta por su empleador. El tribunal calificó la suspensión de "ilegítima" y ordenó al empleador pagar a la enfermera su salario íntegro con los intereses y atrasos. La decisión anula las sentencias anteriores en casos similares.

Es la primera vez en Italia que un tribunal falla a favor de un empleado en un caso de suspensión o despido por no vacunarse.

La decisión procede de uno de los tribunales más autorizados de Italia y se considera especialmente significativa porque anula los precedentes y consagra en la ley la ilegitimidad de despedir o suspender a los empleados sin sueldo por no vacunarse.

"Este fue uno de los primeros casos de suspensión de un trabajador sanitario", declaró Mauro Sandri, abogado de la enfermera, en una entrevista en YouTube.

Sandri comparó el caso con el de cinco enfermeras en una situación similar; perdieron su recurso en mayo.

"Todo el mundo [en Italia] recordará la sentencia de Belluno, cuando cinco enfermeras suspendidas por su empleador presentaron un recurso y lo perdieron", dijo.

"Los principales [medios de comunicación] amplificaron el resultado de esa sentencia llegando a decir que no tenía sentido apelar las suspensiones impuestas por los empleadores".

Sandri recordó entonces que la sentencia de ese caso fue "desgraciadamente emulada por otros tribunales, incluidos los de Módena y Verona" y que "se había creado una jurisprudencia que daba a los empresarios licencia para suspender a sus empleados".

Todos los intentos anteriores de Sandri de recurrir este tipo de decisiones habían sido infructuosos. Sin embargo, considera que esta nueva decisión ha invertido la tendencia.

"Esta decisión ha sido abrumadoramente positiva, ya que ha establecido el carácter ilegítimo de la suspensión", dijo.

La enfermera en cuestión estaba suspendida desde febrero y no había recibido ningún salario desde entonces. Por ello, el tribunal condenó al empleador a pagarle el salario por todo el periodo en el que no había sido compensada, con intereses añadidos, como señaló Sandri.

"El recurso pretendía conseguir su reincorporación al puesto de trabajo... Así que lo solicitamos, así como el pago íntegro de su salario, con los atrasos".

El abogado italiano está convencido de que la nueva sentencia servirá de jurisprudencia para casos similares en el futuro.

"La decisión del tribunal marcará sin duda un punto de referencia para futuras sentencias", dijo Sandri.

"Va a ser un hito... Para mí, también va a ser la base de otros casos que tengo pendientes".

El abogado animó a los trabajadores que se encuentran en situaciones similares, tras resistirse a las presiones para vacunarse, a demandar no sólo por los salarios perdidos, sino también por los daños y perjuicios. Sandri describió las tácticas de miedo y las amenazas utilizadas por algunos empresarios que presionan a sus trabajadores para que se vacunen como una forma de "acoso".

"El mismo principio puede aplicarse a muchas otras situaciones en las que existe obligación de vacunarse", dijo.

"Cualquier empleado de una empresa que haya sido indebidamente presionado para vacunarse y quizás suspendido por no hacerlo se convierte así en víctima de acoso".

Sandri también considera que la sentencia es un avance esperanzador en la actual lucha contra la imposición del "pase verde" en Italia.

"Esta sentencia nos muestra lo importante que es defender tus derechos de forma eficaz para obtener resultados", dijo.