El crimen ocurrió el 14 de septiembre de 2020, cuando el sujeto roció un balde de gasolina sobre la mujer, mientras ella hacía un 'streaming' en la versión china de TikTok.
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Un hombre chino que mató a su exesposa, prendiéndole fuego mientras la víctima hacía una transmisión en vivo en redes sociales, fue sentenciado a pena de muerte este jueves.

Así, el Tribunal Intermedio Popular de la Prefectura Abe de la provincia de Sichuan (China) declaró culpable a Tang Lu por asesinar a su expareja, identificada como Lhamo, el pasado 14 de septiembre de 2020, informa The South China Morning Post.


La pareja se divorció a mediados de 2020, pero el día de la tragedia, el hombre hizo una visita inesperada a la casa de Lhamo, una conocida 'influencer', que en aquel preciso momento compartía un video en vivo en Douyin, la versión china de TikTok. El sujeto llevaba una navaja y un balde de gasolina con el que roció a la mujer durante el 'streaming'. Dos semanas después, la víctima falleció por la gravedad de las quemaduras.

Agresiones previas en conocimiento de la Policía

Las agresiones físicas por parte de Tang empezaron poco después de que la pareja contrajera matrimonio. Inicialmente, Lhamo no quería contar sobre los abusos a sus allegados, pero más adelante se atrevió a comentarlos a su hermana Dolma. Sin embargo, la familiar no logró aplacar al agresor, quien incluso le rompió la mandíbula durante un altercado en diciembre de 2020.

Lhamo intentó escapar del abuso doméstico varias veces y se dirigió a la Policía en dos ocasiones, donde, según el reporte, se negaron a ayudarla, alegando que se trata de "un asunto familiar". Tras lograr separarse, la mujer tuvo que volver con Tang, pues este amenazó con asesinar a sus dos hijos. Ante el maltrato continuo, la víctima solicitó el divorcio otra vez, y aunque se disolvió el matrimonio, el hombre logró quedarse como tutor de los niños.

La crueldad del crimen, su carácter público, y la falta de medidas preventivas por parte de las autoridades pese a estar al tanto de la situación han encendido el debate sobre la violencia doméstica en el gigante asiático.