El alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, dijo entender por qué la historia de Jefferson "genera un profundo malestar en la población y es algo que no puede ser ignorado".
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© Carlo Allegri / ReutersEstatua de Thomas Jefferson en la Cámara del Concejo Municipal de Nueva York, el 19 de octubre de 2021
La Comisión de Diseño Público de la ciudad de Nueva York decidió unánimemente remover la estatua de Thomas Jefferson, uno de los llamados padres fundadores de EE.UU. y su tercer presidente, ubicada en la Cámara del Concejo Municipal neoyorquino, por considerar que rinde homenaje a un esclavista. Se espera que esa medida se concrete antes de 2022.

La decisión fue comentada por el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, quien dijo entender por qué la historia esclavista de Jefferson "genera un profundo malestar en la población y es algo que no puede ser ignorado".

Una resolución que no escapa a la polémica

La anunciada remoción de la estatua de Jefferson, que se encuentra en el ayuntamiento desde 1915, ha generado polémica tanto en las filas de quienes están a favor como entre sus detractores. Así, miembros del 'caucus' Afroamericano, Latino y Asiático en el Concejo han expresado su malestar por el tiempo que llevará retirarla de ese lugar, y reclamaron que la comisión haya decidido "votar por prolongar la indignidad" que representa la presencia allí del monumento.

Ello se debe a que, a pesar de la unánime decisión de retirarla, las autoridades no saben cuál será su próxima ubicación. La idea original era mover la estatua al edificio de la Sociedad Histórica de Nueva York, pero fue desechada al surgir objeciones en cuanto al acceso al arte público en un espacio privado que cobra una entrada.

Mientras, por el lado de quienes se oponen al desplazamiento se encuentra Robert Blecker, profesor de historia constitucional. "Sí, Thomas Jefferson tenía esclavos, al igual que George Washington y muchos otros padres fundadores de esta república, quienes lucharon por nuestra libertad", dijo a NBC, y aconsejó que se añada una placa a la estatua para darle un contexto apropiado.

La resolución ya aprobada se produjo en el marco de un amplio debate en la sociedad estadounidense, en torno a la revisión histórica de acontecimientos y personajes del pasado del país. Esa disputa se ha recrudecido desde el asesinato de George Floyd y su repercusión en la comunidad afroamericana.