El estornudo de una estrella mortecina ha generado una concha de gas que hace pensar en una gran pelota de futbol azul (aunque para algunos la textura se asemeja más a un cerebro).

El descubrimiento puede ayudar a entender la formación de las "nebulosas planetarias" - llamadas así debido a que astrónomos del siglo 18 confundieron las nubes estelares por planetas gigantes de gas.
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© Gemini Observatory/AURA

El astrónomo amateur Matthias Kronberger descubrió "la nebulosa del balón de futbol" revisando una serie de imágenes de los ochenta que estaban siendo digitalizadas. Después, al alertar a los astrónomos profesionales, un zoom con el Observatorio Géminis reveló la forma de esta nebulosa a 13 mil años luz de distancia en la constelación Cygnus, una rara joya si se le compara con las más de 3 mil nebulosas planetarias ya descubiertas. La mayoría de estas nebulosas son cilíndricas o tienen formas de mariposas.

Nuestro Sol está justo en el límite en su masa y no se sabe si será capaz de crear una nebulosa planetaria de su última (auto)bocanada de helio e hidrógeno.