La investigación contempló el análisis de 18 muestras.
Meteoritos
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Un grupo internacional de investigadores reveló que el sistema solar primitivo pudo ser más caótico de lo que se pensaba, luego de analizar una serie de fragmentos que impactaron contra la Tierra, informa la Escuela Politécnica de Zúrich (ETH, por sus siglas en alemán).

De acuerdo con Allison Hunt, investigadora en la ETH y autora principal del estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, anteriores investigaciones demostraron "que los asteroides en el sistema solar se han mantenido relativamente sin cambios desde su formación, hace miles de millones de años", por lo que "son un archivo en el que se conservan condiciones del sistema solar primitivo".

Con el propósito de descubrir qué tipo de información almacenan en su interior estas rocas de origen extraterrestre, los científicos llevaron a cabo la obtención de muestras de 18 meteoritos de hierro, que se piensa que alguna vez formaron parte de los núcleos metálicos de los asteroides. Posteriormente, procedieron a disolver las muestras para aislar elementos tales como paladio, plata y platino, para poder examinarlos minuciosamente.

Mediante el uso de un espectrómetro de masas se logró medir la cantidad de los diferentes isotopos que contenían estos elementos. Según los investigadores, dichos núcleos metálicos se calentaban por el efecto de la desintegración radioactiva de los isótopos durante los primeros millones de años del sistema solar.

Tras medir el número de isótopos de plata que se hallaban adentro de los meteoritos de hierro, se pudo precisar que, debido a las colisiones contra otros cuerpos, los núcleos de los asteroides se enfriaron de forma rápida, ya que el manto rocoso que los protegía se rompió, ocasionando que sus núcleos se expusieran al frío del espacio.

Las colisiones fueron las causantes de la inestabilidad del sistema solar

"Y para nuestra sorpresa, todos los núcleos de asteroides que examinamos habían sido expuestos casi simultáneamente, en un período de 7,8 a 11,7 millones de años después de la formación del sistema solar", señaló Hunt, quien agregó que "parece que todo se estaba derrumbando en ese momento", ya que estas colisiones, que fueron casi simultaneas, indicaron que se debió a una fase de inestabilidad del sistema solar.

Los científicos querían conocer las causas que provocaron estas colisiones, por lo que combinaron sus resultados con simulaciones computacionales del desarrollo del sistema solar. La profesora de cosmoquímica de la ETH, Maria Shönbächler, comentó que "la teoría que mejor explicaba esta fase temprana energética del sistema solar indicaba que fue causada principalmente por la disipación de la llamada 'nebulosa solar'", ya que "es el resto del gas que quedó de la nube cósmica de la que nació el Sol".
"Durante unos pocos millones de años, todavía orbitó alrededor del joven Sol hasta que fue arrastrado por los vientos solares y la radiación", mencionó Schönbächler. Después de que la nebulosa desapareció, la falta de arrastre de gas provocó que los asteroides aceleraran y chocaran entre sí. "En última instancia, esto puede ayudarnos a comprender mejor cómo nacieron nuestros propios planetas, pero también nos brinda información sobre otros fuera de nuestro sistema solar", concluyó.