Se trata del virus de Marburgo, una fiebre hemorrágica similar al ébola.
Marburgo
© Mauro Rodrigues / ShutterstockUn médico sostiene una muestra de sangre infectada con el virus de Marburgo.
Las autoridades sanitarias de Ghana han anunciado el hallazgo preliminar de dos pacientes con el virus de Marburgo, una fiebre hemorrágica altamente infecciosa similar al ébola, y, de confirmarse, serían los primeros casos de este tipo registrados en el país africano, según un comunicado publicado este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el análisis inicial de las muestras tomadas por investigadores de Noguchi Memorial Institute for Medical Research, ambas personas dieron positivo. Sin embargo, las muestras han sido enviadas al Instituto Pasteur de Senegal, un centro colaborador de la OMS, para ser analizadas de nuevo.

Los dos pacientes vivían en la región sureña de Ashanti y no había parentesco entre ellos. Tras presentar síntomas como diarrea, fiebre, náuseas y vómitos fueron trasladados a un hospital, pero posteriormente fallecieron.


Si se confirman estos casos sería la segunda vez que se detecta esa enfermedad en África Occidental. En agosto pasado, un individuo falleció tras contraer el virus de Marburgo en Guinea. También se han registrado brotes anteriores y casos esporádicos en otras partes del continente como Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda.

"Posible respuesta al brote"

"Las autoridades sanitarias están sobre el terreno investigando la situación y preparándose para una posible respuesta al brote", declaró el doctor Francis Kasolo, representante de la OMS en Ghana. "Estamos trabajando en estrecha colaboración con el país para aumentar la detección, rastrear contactos y estar preparados para controlar la propagación del virus", añadió.

El virus de Marburgo se transmite a las personas a través de los murciélagos frugívoros y se propaga entre los humanos a través del contacto directo con los fluidos corporales de personas, superficies y materiales infectados. La enfermedad comienza de forma abrupta, con fiebre alta, dolor de cabeza intenso y malestar general, y muchos pacientes desarrollan signos hemorrágicos graves en siete días.


Las tasas de letalidad han variado del 24 % al 88 % en brotes anteriores, según la cepa del virus y la gestión de casos. Actualmente, no existen vacunas o tratamientos antivirales aprobados para contrarrestar el virus, pero los cuidados de apoyo, como la rehidratación con líquidos orales o intravenosos, y el tratamiento de síntomas específicos contribuyen a la supervivencia.