El 2023 inició con una constante movilización masiva en distintas ciudades del Perú, desatada desde el 4 de enero, contra la presidenta Dina Boluarte, a quien responsabilizan de las víctimas mortales de represión, además de exigir su renuncia. Ahora la inconformidad llegó hasta Nueva York.
Peru Protests
© AP Photo / Martin Mejia
La noche del sábado 14 de enero peruanos en el exterior se reunieron en Times Square para manifestar su descontento contra la presidenta, quien tomó posesión del cargo luego de que el 7 de diciembre el Congreso destituyera al entonces presidente Pedro Castillo, ahora detenido bajo acusaciones de rebelión.

La decisión del poder legislativo desató una crisis política en la nación andina, pues miles de peruanos han salido a la calle desde entonces para exigir la renuncia de Boluarte, celebrar elecciones adelantadas a este 2023, y no hasta 2024 como se tiene perfilado oficialmente hasta ahora.


Además, los inconformes exigen convocar a una asamblea constituyente para sustituir la actual carta magna, impuesta durante el régimen de Alberto Fujimori, y que la mandataria interina presente su renuncia.
"Desde la Gran Manzana denunciando al Gobierno inepto de la señora Dina Boluarte, que no nos representa, el pueblo peruano hoy estará más unido que nunca para cerrar ese Congreso corrupto que nos está vendiendo y nos está hundiendo", declaró a gritos uno de los manifestantes concentrados en Nueva York.

El manifestante llamó, además, a las fuerzas de seguridad peruanas a sumarse a las protestas "por la libertad de un nuevo Perú".

Además de la protesta en Nueva York, que recordó con pancartas la muerte de al menos 48 manifestantes durante la represión contra las protestas, el Gabinete de Boluarte ha empezado a exhibir desestabilización.

El 13 de enero, la entonces titular del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Grecia Elena Rojas Ortiz, presentó su renuncia al equipo de trabajo de la mandataria bajo el argumento de que no quería desoír el clamor de las calles.

"Nuestra comunidad peruana requiere en estos tiempos críticos y difíciles de acciones de relevancia política que le devuelvan la confianza en la institucionalidad, en los valores democráticos y constitucionales", apuntó en un comunicado donde informó su renuncia.
"Acciones que veo distantes en la conducción actual del gabinete, por lo que presento mi renuncia irrevocable al cargo de ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, con la esperanza que se encuentre el camino, en el cual no se exponga la vida de más personas, ya sean civiles o de las fuerzas armadas o policiales", abundó.


Un día antes, el 12 de enero, también presentó su dimisión el entonces titular del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Eduardo García Birimisa, y llamó a Boluarte a tomar acciones políticas para atender a las víctimas de represión y aliviar la crisis que vive el Perú.

"La situación amerita un cambio de rostros en la situación del país y de un adelanto de elecciones que no puede ya esperar hasta abril del 2024", apuntó, en coincidencia con las demandas sociales vertidas en las calles.