Casi la mitad de los rusos ha encontrado con éxito sustitutos nacionales para los productos extranjeros que no están disponibles debido a las sanciones, informó el miércoles RIA Novosti, citando una encuesta de la empresa de investigación NielsenIQ.
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Los encuestados ofrecieron varias razones para pasarse a las marcas locales. Más de la mitad dijo que lo hacía para apoyar a los productores nacionales, mientras que el 20% señaló la imposibilidad de encontrar análogos extranjeros a un precio razonable. Otro 10% declaró que no podía encontrar productos extranjeros que se ajustaran a la calidad y características que valoran, pero las ven en los productos rusos.
Tras el inicio de la operación militar de Moscú en Ucrania, muchas grandes marcas occidentales anunciaron su retirada del mercado ruso y la suspensión de inversiones e importaciones. Según economistas de la Universidad suiza de St. Gallen, más de 1.400 empresas han decidido abandonar Rusia en el último año, entre ellas fabricantes de electrónica, minoristas, fabricantes de automóviles, marcas de ropa y alimentación, hoteles, bancos y cadenas de restaurantes. Sin embargo, a pesar de la preocupación de que esta tendencia perjudicara a la economía rusa, impulsó el desarrollo de las industrias nacionales.
Los analistas afirman que la situación actual presenta una buena oportunidad de crecimiento para los productores rusos. A principios de este mes, el Presidente ruso Vladimir Putin declaró que la marcha de las marcas occidentales ha significado que "nuestros fabricantes nacionales han recibido oportunidades únicas de desarrollo y debemos aprovecharlas". Putin añadió que a los productores del país se les ha dado la oportunidad de ocupar nichos que hasta hace poco les estaban vedados por la competencia de los actores mundiales.
Los expertos del sector advierten de que la única preocupación ahora es si los fabricantes nacionales están preparados para satisfacer el aumento de la demanda, e instan a las empresas a invertir en ampliar su capacidad de producción.
"Si las instalaciones de producción no pueden satisfacer la creciente demanda, es necesario invertir en desarrollo; ahorrar dinero puede llevar a querer simplificar el proceso, y esto conlleva la pérdida de calidad", declaró a RIA Alexei Popovichev, jefe de la asociación de fabricantes RusBrand.
Comentario: En lugar de perjudicar a la economía rusa, la eliminación de la competencia occidental ha sido una bendición para sus industrias nacionales. ¡Las consecuencias imprevistas de las decisiones estúpidas atacan de nuevo!