Traducido por el equipo de SOTT.net
Long March-2F rocket, Jiuquan Satellite Launch Centre
© AFP / Greg BakerFOTO DE ARCHIVO: Un cohete Long March-2F despega del Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en China, el 17 de junio de 2021.
Los ingenieros militares chinos han desarrollado un método basado en el espacio para abrumar a los sofisticados sistemas de defensa antimisiles, según informan los medios de comunicación locales. La táctica aún no se ha probado en la vida real, donde los científicos advierten de que podría provocar una guerra nuclear involuntaria.

En una simulación por ordenador, investigadores del Ejército Popular de Liberación chino (People's Liberation Army, PLA) lanzaron un misil balístico al espacio, donde liberó tres pequeñas naves espaciales a gran altura sobre la atmósfera terrestre. Estas naves enviaron señales falsas a los radares terrestres de alerta de misiles, haciéndoles creer que se aproximaban muchos más misiles.

Las estaciones de radar respondieron lanzando misiles interceptores hacia las ojivas inexistentes.

El trabajo de investigación se publicó en la revista en chino Journal of Electronics and Information Technology a principios de este mes, según informó el lunes el South China Morning Post

El equipo de científicos explicó que diseñó su nave espacial para engañar a varias estaciones de radar a la vez, operando dentro del margen de error de estos sitios. La simulación podría ampliarse fácilmente para incluir más naves espaciales, dijeron, lo que podría abrumar a una sofisticada red de defensa antimisiles y abrir al adversario a un ataque de seguimiento con misiles reales.

"Hay muchos más detalles que no tratamos en este artículo", escribió el equipo.

El avance se produce a pesar de que Pekín ha manifestado en repetidas ocasiones su oposición a la militarización del espacio. El gobierno chino ha acusado a EE.UU. de "obstaculizar" una "iniciativa de control de armas espaciales" liderada por China y Rusia, y de "agravar aún más la tendencia a convertir el espacio exterior en un arma y un campo de batalla."

Sin embargo, a diferencia de Estados Unidos, China no designa formalmente el espacio como "dominio de lucha bélica", y es improbable que las últimas investigaciones lleguen a utilizarse contra un adversario de igual nivel como Estados Unidos, según declaró un científico espacial de Pekín al South China Morning Post.

"Es probable que esta fuerza espacial fantasma nunca se utilice contra un adversario poderoso", afirmó el científico, citando el riesgo de represalias nucleares cuando los radares muestren una lluvia de ojivas falsas. En cambio, afirmó, "servirá como disuasión estratégica".