Las ayudas estatales a las empresas británicas finalizarán el 1 de abril, declaró el canciller de la Hacienda, Jeremy Hunt. En medio de la crisis energética en la que viven los europeos, esta decisión podría provocar nuevo aumento de la inflación en el país, opina la presidenta de la Federación de Pequeñas Empresas del país, Tina Mackenzie.
UK energy
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Jeremy Hunt anunció que el Reino Unido ampliará las ayudas energéticas a los consumidores, pero que las ayudas a las empresas finalizarán el 1 de abril, con exenciones limitadas para los productores que consumen mucha energía. Y aunque los precios al por mayor de la energía en Europa bajaron desde los máximos del 2022, siguen siendo el doble que antes de la crisis energética.

Para poder pagar sus facturas, las empresas necesitan poder renegociar sus contratos energéticos para reflejar unos precios mayoristas más bajos, comentó al respecto Tina Mackenzie. En sus palabras, esto es especialmente cierto en el caso de las empresas que firmaron contratos fijos cuando había ayudas públicas.
"Esta crisis también afectará a los consumidores, ya que las empresas tendrán que subir los precios para hacer frente al aumento de las facturas, lo que provocará una mayor inflación", aseveró Mackenzie citada por Bloomberg.
A pesar de las ayudas actuales, varias empresas británicas ya se han hundido bajo el peso de las facturas energéticas récord. Por ejemplo, el grupo Make UK manufacturing informó que alrededor del 13% de los fabricantes del país están al borde de la quiebra y cerrarán si el Gobierno retira las ayudas a la energía.

Esto sucede al tiempo que la inflación de los alimentos en el Reino Unido en febrero llegó a un nuevo máximo del 17,1%. De acuerdo con los datos de Office for National Statistics, los precios de los alimentos han subido un 18% en un año, y muchos productos básicos se han encarecido el doble: las alubias han subido un 35%, el ketchup un 39% y la sopa de tomate un 73%, lo que lleva a la clase media a la pobreza.


El estudio también muestra que casi 9,7 millones de adultos ya se saltan comidas o las reducen, y seis de cada 10 personas no pueden permitirse otros productos básicos. En cuanto a los niños, el número de niños hambrientos en el Reino Unido casi se duplicó en comparación con 2022.

Occidente intensificó la presión sancionista contra Rusia por la situación en Ucrania. La interrupción de las cadenas logísticas provocó el aumento de los precios del combustible y víveres en Europa y Estados Unidos.