Traducido por el equipo de SOTT.net

Las Naciones Unidas informan de que las continuas inundaciones en Etiopía han causado destrucción y desplazamientos generalizados en las regiones de Somali, Oromia, SNNP (Nacionalidades y Pueblos del Sur), Suroeste y Afar. Más de 90 personas han perdido la vida.
Floods in the Somali Region in Ethiopia, May 2023
© UN OCHA Ethiopia/Gul Mohammad FazliInundaciones en la región somalí de Etiopía, mayo de 2023.
A principios de abril de este año, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó de que las inundaciones y las fuertes lluvias habían afectado o desplazado a unas 240.000 personas en las regiones de Somali, Oromia y Afar desde mediados de marzo, y que se habían registrado 29 víctimas mortales. Las inundaciones han empeorado desde entonces, causando importantes daños y desplazamientos. Según el último informe de la ONU, alrededor de 190.000 hogares se han visto afectados por las inundaciones en todo el país, y más de 200.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

Las inundaciones han agravado la vulnerabilidad de unas poblaciones cuya capacidad de recuperación ya se ve muy afectada por el impacto de una prolongada sequía desde 2020, ya que las zonas más afectadas por las inundaciones y la sequía se solapan, según la OCHA de la ONU.


En la región somalí, los datos de la Oficina de Gestión de Riesgos de Desastre revelan que 58.909 hogares se han visto afectados por las inundaciones desde marzo, con 35.350 hogares desplazados y 45 víctimas humanas. La zona de Shabelle se ha visto especialmente afectada, con 37.117 hogares afectados, incluidos 17.064 desplazados internos. Las inundaciones también han provocado la destrucción de unas 99.713 hectáreas de tierras de cultivo y la muerte de 23.306 cabezas de ganado, lo que supone un duro golpe para el sector agrícola de la región, que constituye la principal fuente de sustento de estas comunidades ribereñas. En consecuencia, la seguridad alimentaria en los próximos meses está amenazada.

En la región de Oromia, las inundaciones han desplazado a más de 5.803 hogares, afectando aproximadamente a 29.015 personas y cobrándose trágicamente la vida de ocho personas. Amplias zonas de cultivo han resultado dañadas, e infraestructuras cruciales como carreteras, puentes, escuelas e instalaciones de agua, saneamiento e higiene (WASH) han resultado dañadas o destruidas.

Asimismo, la región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNP) ha sufrido importantes pérdidas humanas y materiales debido a las inundaciones. Hasta el 5 de mayo de 2023, se habían registrado 38 víctimas mortales, 22 de ellas en la zona de Gofa, 14 en la zona de Kozo y 2 en la zona de Hadiya. En las zonas de Konso, South Omo, Wolayita, Hadiya y Amaro Special Woreda, y Gofa, un total de 12.585 personas se han visto afectadas y desplazadas. También se han registrado muertes de ganado como consecuencia de las inundaciones. En Sidama, el desbordamiento del río Bilate ha provocado el desplazamiento de 2.500 personas en seis kebeles de la woreda de Loka Abaya.

La región de Afar se ha enfrentado a inundaciones repentinas y fluviales inesperadas, como indica una evaluación dirigida por el gobierno regional realizada hasta el 1 de mayo. Al menos 19.260 personas se han visto afectadas, y se estima que 9.110 han sido desplazadas. Muchos de los desplazados recientes buscan refugio en espacios abiertos o bajo los árboles. Otros han buscado refugio en escuelas locales, como en Teru. Sin embargo, un número significativo de personas siguen varadas en zonas de difícil acceso debido a las carreteras dañadas e inundadas, especialmente en Teru.

El gobierno etíope, junto con las autoridades locales, está trabajando para responder a la crisis. Se están llevando a cabo esfuerzos para proporcionar ayuda inmediata, incluyendo refugio, alimentos y asistencia médica, al tiempo que se inician planes de rehabilitación para apoyar a las regiones afectadas en su recuperación a largo plazo, dijo la OCHA de la ONU.