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El satélite estadounidense de Investigación de la Alta Atmósfera (UARS), del tamaño de un autobús y con un peso de 5.675 kilogramos, caerá a la Tierra el próximo viernes 23 de septiembre, según estima la NASA.

El UARS fue trasportado en 1991 por el transbordador Discovery, dejó de usarse en el año 2005, y ahora pierde altura constantemente. Los científicos de la agencia espacial calculan que el aparato se despedazará al entrar en la atmósfera y que al menos 26 grandes piezas del ingenio 'sobrevivirán' a las altas temperaturas del reingreso y caerán sobre el planeta.

No obstante, la NASA insiste en que la probabilidad de que alguno de los restos alcance a una persona es "extremadamente pequeña" y la cifra en una entre 3.200.

De hecho, la agencia asegura que desde el comienzo de la era espacial no se ha confirmado ningún caso en el que haya resultado herida una persona por un objeto espacial durante la maniobra de reingreso.

La NASA sigue la trayectoria del satélite junto con las agencias espaciales de otros países e informará sobre el movimiento del ingenio espacial a medida que éste se acerque a la Tierra.