La actividad del volcán Poás, en el centro de Costa Rica, inquietó este martes a las autoridades y vecinos del macizo, tras secarse el lago del cráter, aumentar la emanación de gases y caer cenizas sobre pueblos aledaños.
bbbbb
Las autoridades cerraron el acceso al cráter en el parque nacional del volcán después de reportes de afecciones respiratorias de los habitantes de los pueblos de Grecia, Sarchí y Naranjo, situado en las faldas del monte distante a unos 40 km al norte de San José.


La Comisión Nacional de Emergencias declaró "alerta verde" (nivel 1 de 4) debido a la caída de cenizas y la emisión de gases del volcán, un atractivo turístico tradicional de Costa Rica.

Desde el macizo de 2.708 metros sobre el nivel del mar emanan vapores en forma permanente desde hace años, pero ahora han aumentado.

Ubicado en la cordillera central, tiene un cráter de 1,3 km de diámetro en el que hay un lago que tenía 14 metros de profundidad que mantenía controlada las emanaciones de gases y cenizas.

"La emisión de ceniza es principalmente debido a que la laguna se secó y los gases que salen ahora no están filtrando a través de la laguna, sino directamente al aire libre", afectando a las localidades cercanas, dijo el vulcanólogo Cyrill Müller.

"El volcán Poás sigue emitiendo bastante ceniza (...). No vemos gran cambio en los parámetros físicos", explicó el experto en un video publicado en la red social X.

Müller detalló que la actividad volcánica es "superficial" y que seguirán monitoreando el Poás en previsión de que hubiera cambios.

La Cruz Roja costarricense recomendó a los lugareños "no exponerse a las concentraciones de gas o ceniza", proteger las vías respiratorias y los ojos y, en caso de necesidad, cubrir entradas las puertas y ventanas de las casas con paños húmedos.