El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense emitió una alerta por tormentas fuertes en algunas zonas de Georgia y Carolina del Sur.
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© EFEA su paso este fin de semana por la zona austral del país, el mal tiempo destruyó varios edificios y otras estructuras.
Las últimas tormentas eléctricas con tornados que azotaron a las llanuras del sur de Estados Unidos (EE.UU.) y la zona montañosa de los Ozarks, dejaron al menos 21 muertos, según han informado autoridades este lunes.

Mientras que el mal tiempo se traslada hacia el este, a su paso este fin de semana por la zona austral del país, el temporal destruyó varios edificios y otras estructuras.

De acuerdo con la información compartida en X por el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS, siglas en inglés), el territorio de Kentucky, particularmente la zona oeste, fue azotada por varios tornados.


Tras esta afectación "cayeron árboles en muchas carreteras, lo que hizo imposible viajar" por la región.

En consonancia, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, decretó el estado de emergencia en la mañana de este lunes. En tanto, el NWS emitió una alerta por tormentas fuertes en algunas zonas de Georgia y Carolina del Sur que se prolongarán hasta horas de la tarde.

Beshear dijo a medios locales que las tormentas habían golpeado a todo el estado. "Ha sido una noche dura para nuestra gente", añadió.

Por su parte, las autoridades puntualizaron que alrededor de "100 autopistas y carreteras estatales" se vieron afectadas con el reciente temporal.

Asimismo, el gobernador de Kentucky confirmó la muerte de cuatro personas que se suman al número de los decesos en la zona sur del país.

En tanto, el meteorólogo en jefe del canal local de Kentucky, apuntó en su cuenta de X que "más de 165.000 clientes en todo Kentucky todavía están sin electricidad debido a nuestro reciente brote de clima severo. Muchos de estos clientes llevan más de 24 horas sin zumo".


Siguiendo la línea de información, el NWS alertó sobre las nuevas tormentas que pueden ocurrir en los valles de Ohio y Tennessee.

Estos eventos, según el NWS vienen acompañados por "vientos dañinos, granizo de gran tamaño y más tornados", así como intensos aguaceros que pueden ocasionar inundaciones no pronosticadas.