Traducido por el equipo de SOTT.net

Un breve informe de una reciente e impresionante conferencia sobre salud.

Intentaré que sea lo más breve posible, pero los gráficos lo dicen todo. También he incluido enlaces a otros recursos para cualquier persona inclinada a profundizar.

Todos hemos sido educados para aceptar como verdad la idea de que las vacunas son seguras y eficaces. De hecho, esto se ha convertido en un "hecho" cultural de las sociedades avanzadas y se nos anima a no cuestionarlo ni dudarlo nunca. Pero la pandemia de Covid 19 puso las vacunas en el punto de mira y una proporción cada vez mayor de personas se inclina ahora a cuestionar su eficacia y seguridad.

En los últimos tres años he participado en reuniones zoom quincenales de un grupo de profesionales de la medicina centradas en la revisión científica rigurosa de muchas cuestiones relacionadas con la salud pública, incluidas las vacunas. Entre los conferenciantes, hemos contado con docenas de expertos de alto calibre como Carrie Madej, Pierre Kory, Sucharit Bhakdi, Wolfgang Wodarg, Peter McCullough y muchos, muchos otros. Pensé que ya había escuchado toda la información que podía digerir sobre el tema, hasta que...

El mes pasado tuvimos una presentación del científico de datos británico Craig Paardekooper (la presentación completa de 2h está disponible en el enlace) que puede haber sido una de las más importantes de todas estas conferencias. Paardekooper, creador del sitio web How Bad is My Batch (Qué tan malo es mi lote), analizó datos de la base de datos estadounidense VAERS, que contiene amplios registros de reacciones adversas a las vacunas.

Entre otras cosas, se centró en el estado de "recuperación" de los informes. Es decir, las personas que notifican una reacción adversa también pueden indicar si se han recuperado o no introduciendo un SÍ (me he recuperado de la reacción adversa) o un NO (no me he recuperado). Paardekooper contabilizó todos estos síes y noes cada año desde 1991 hasta 2022 para todas las edades comprendidas entre 0,08 y 85 años. Su análisis completo de la base de datos VAERS puede consultarse en el siguiente enlace: https://howbad.info/recov5.pdf

Los gráficos recopilados por Paardekooper cuentan una historia asombrosa. El siguiente muestra las tasas de recuperación (SÍes) para todas las edades en los años 1994, 2011, 2021 y 2022:
Vaccine Effectiveness
© Alex Krainer's TrendCompass

Lo que muestra es que en los últimos 30 años, cada vez menos personas se han recuperado de las reacciones adversas a las vacunas. A continuación, Paardekooper construyó un gráfico boxplot que muestra las tasas de recuperación para todas las edades para cada año desde 1991 hasta 2022, que podría ser el gráfico más importante del mundo:

Recovery Rates
© Alex Krainer's TrendCompass
La tendencia no puede ser más clara: durante más de tres décadas, cada vez menos personas se recuperan de los efectos adversos de las vacunas. Cabría pensar que, con el tiempo, los fabricantes de vacunas producirían productos cada vez mejores, más seguros y más eficaces.

Pero los datos sugieren que la realidad es exactamente la contraria: con el tiempo, las vacunas se han vuelto cada vez menos seguras. ¿A qué se debe esto? Evidentemente, los fabricantes de vacunas son inmunes ante la ley y no se arriesgan a demandas por responsabilidad civil si distribuyen productos defectuosos. También sabemos que fabricar productos de mala calidad es mucho más barato que fabricar productos de calidad.

¿Cuál es el objetivo?

Pero los fabricantes de vacunas también podrían tener incentivos positivos para hacer que sus vacunas sean cada vez más peligrosas, ya que también venden muchos de los remedios para los pacientes que sufren reacciones adversas a las vacunas. Por supuesto, nunca harían algo así, poniendo en peligro sin escrúpulos la salud de sus clientes sólo por el beneficio que les reporta. Aun así, si este fuera su modelo de negocio, hay que reconocer que es endiabladamente inteligente.

Luego hay interpretaciones aún más oscuras de los datos, ya que los efectos secundarios de las vacunas incluyen infertilidad, enfermedades cardiovasculares, cánceres, etc. Esto recuerda a la presentación TED de Bill Gates sobre cómo "podríamos" reducir la población mundial si hacemos un gran trabajo con las vacunas, etc. El conjunto de datos sugiere que, a sabiendas o no, alguien puede haber estado realizando un experimento en vivo: ¿qué ocurre si añadimos un poco más de esto? ¿Y si añadimos un poco de eso?... Y podemos conseguir que la gran masa se inyecte voluntariamente la sustancia y haga cola para ello cada vez que les agitemos el paño rojo... Ahora vemos por qué es tan importante que nunca desafiemos la verdad de lo 'seguras y efectivas..'

¿Qué pasaría si todo el mundo empezara a cuestionar las vacunas?

Sin embargo, ¿qué ocurre si demasiadas personas empiezan a cuestionar la verdad de que las vacunas son seguras y eficaces, y ni siquiera se conmueven cuando los medios de comunicación les explican que se trata de propaganda rusa (sí, también se ha culpado de esto a Rusia)? ¿Qué pasa cuando empiezan a rechazar las vacunas y se niegan a cumplir las medidas de salud pública? ¿Qué pasa si empiezan a rechazar el calendario de vacunas para sus hijos?

En ese momento, el modelo de negocio de las grandes farmacéuticas podría empezar a implosionar y el genio de las teorías conspirativas podría negarse a volver a su botella. El gasto sanitario representa aproximadamente el 18% del PIB de Estados Unidos. ¿Qué pasaría si la gente simplemente optara por una nutrición de alta calidad y confiara en su sistema inmunológico para estar sana? ¿Y si la mayoría de la gente se mantuviera sana la mayor parte de su vida y no necesitara tratamientos ni medicinas? Sería un desastre para la economía.

Mi propia conclusión y conclusión práctica es lo que he puesto en el título de este artículo.