
En Kyushu, numerosas carreteras permanecen cerradas total o parcialmente, mientras los servicios ferroviarios de alta velocidad en la propia isla quedaron suspendidos, así como la importante línea entre Tokio y Osaka.
Por su parte, las principales aerolíneas niponas cancelaron más de mil vuelos y la racha de problemas continúa pues el tifón se desplaza lentamente y, en su avance por hacia el norte de Japón, va provocando lluvias torrenciales, inundaciones, vientos huracanados y marejadas ciclónicas.
De acuerdo con las previsiones de la JMA, se esperan fuertes precipitaciones en todo el oeste y este del país, incluida esta capital, donde se reportan ríos crecidos y las autoridades alertan de posibles inundaciones.
Las carreteras en casi toda la mitad oeste del archipiélago enfrentan dificultades y las autoridades llaman a la población de Japón a tomar máximas precauciones.
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