Al menos seis personas han fallecido tras el paso del tifón Shanshan en Japón. Este viernes se está debilitando hasta convertirse en una tormenta tropical, pero continúa arrojando fuertes lluvias a medida que avanza lentamente por el país, provocando estragos en el transporte y advertencias por deslizamientos de tierra.
An object blown by strong winds caused by Typhoon Shanshan is stranded on a power line in Miyazaki, southwestern Japan, August 29, 2024.
© ReutersUn objeto arrastrado por los fuertes vientos provocados por el tifón Shanshan queda varado en un tendido eléctrico en Miyazaki, suroeste de Japón, 29 de agosto de 2024.
Cuando Shanshan tocó tierra hace un par de días, pasó a convertirse en uno de los fenómenos meteorológicos más feroces que ha azotado a Japón en las últimas décadas. Por el momento, la zona más afectada ha sido la isla de Kyushu con ráfagas de hasta 252 kilómetros por hora. Asimismo, se espera que entre el 1 y el 2 de septiembre llegue a Tokio, la capital del país.


Este viernes, se ha podido comprobar que la fuerza del tifón ha disminuido a 108 kilómetros por hora a medida que avanzaba por el archipiélago. Antes de tocar tierra, la tormenta mató a tres miembros de una misma familia debido a un deslizamiento de tierra provocado por las fuertes lluvias que precedieron a Shanshan en la prefectura de Aichi.

El portavoz del gobierno, Yoshimasa Hayashi, ha confirmado una nueva muerte por el tifón y se temen dos fallecidos más. Asimismo, ocho personas han resultado gravemente heridas y más de 80 han sufrido heridas leves por los cristales rotos de las ventanas tras el paso de Shanshan. Casi 200 edificios resultaron dañados.


Varios países han ofrecido su apoyo al país debido a este momento tan crítico. Estados Unidos y China han expresado su disposición para colaborar con las tareas de recuperación y asistencia humanitaria. Asimismo, las organizaciones no gubernamentales también están coordinando sus esfuerzos para proporcionar suministros esenciales y apoyo médico a los afectados por el tifón.

Máxima alerta en Kyushu

La tormenta que se avecinaba llevó a las autoridades japonesas a emitir su alerta máxima en varias zonas, y se recomendó a más de cuatro millones de personas que evacuaran en las isla de Kyushu, aunque no ha quedado claro cuántas lo hicieron. El jueves, la Agencia Meteorológica de Japón emitió alertas por posibles deslizamientos de tierra en muchas partes en Kyushu o Shizuoka.

Las autoridades niponas también han alertado a la población sobre las inundaciones, que ayer superaron el metro de altura. La emisora japonesa NHK mostró un aparcamiento en la prefectura de Kanagawa con vehículos medio sumergidos, mientras las autoridades instaban a los residentes a trasladarse a lugares más altos, ya que un río local se se había desbordado.

Según un estudio publicado en julio, los tifones cada vez son más intensos y se acercan más a la región debido al cambio climático. «Los tifones traerán una devastación aún mayor a Japón» ha alertado Ralf Toumi, director del Instituto Grantham en Imperial.