Traducido por el equipo de Sott.net

El ejército de ocupación israelí llevó a cabo una nueva masacre al amanecer del martes al atacar las tiendas de los palestinos desplazados en Mawasi Khan Yunis, al suroeste de la asediada Franja de Gaza, cobrándose la vida de decenas de palestinos, entre ellos mujeres y niños, e hiriendo a muchos otros.
Israel massacre crater mawasi
© Social mediaLas fuerzas de ocupación israelíes cometieron una horrible masacre en Mawasi, al este de Jan Yunis. Una sola bomba israelí dejó un cráter de 9 metros de profundidad.
La agencia oficial de noticias WAFA informó, según fuentes médicas, de que al menos 40 palestinos murieron y otros 60 resultaron heridos.

Continúan las labores de búsqueda para localizar a los palestinos desaparecidos.

"Estamos ante una de las masacres más atroces desde el comienzo de la agresión israelí contra la Franja de Gaza, y (...) familias enteras desaparecieron en la arena debido a los misiles de concusión", declaró la Defensa Civil Palestina, citada por WAFA.


Los medios de comunicación informaron de que se dispararon cinco misiles durante el ataque que tuvo lugar cerca del Hospital Británico, a la entrada de la zona de Mawasi. Al parecer, el bombardeo ha dejado agujeros de nueve metros de profundidad en el suelo, lo que dificulta enormemente las operaciones de rescate, según WAFA.

La Media Luna Roja Palestina, junto con los relatos de testigos presenciales, hizo hincapié en las tremendas dificultades para recuperar los cuerpos de los palestinos muertos y heridos "debido a la destrucción masiva y a los profundos agujeros", dijo WAFA.

La agencia oficial de noticias informó de que la zona del ataque era un caos en medio de un corte total de electricidad y del fuego que emanaba del lugar del bombardeo , con el omnipresente sobrevuelo de aviones de reconocimiento israelíes sobre la zona.

Israel admitió la atroz masacre y la justificó diciendo que su objetivo era "un centro de mando de Hamás".


Hamás desmiente "mentiras flagrantes"

El movimiento palestino Hamás condenó la masacre de Mawasi Khan Yunis calificándola de otro "brutal acto de genocidio".

Hamás desacreditó las afirmaciones israelíes sobre la presencia de sus combatientes de la resistencia entre las concentraciones de civiles o el uso de esas zonas con fines militares calificando las acusaciones de "mentiras flagrantes, destinadas a justificar estos crímenes atroces."

"Este brutal ataque contra civiles desarmados -mujeres, niños y ancianos- en una zona previamente declarada segura por el ejército de ocupación es la confirmación de las continuas políticas nazis del gobierno de ocupación en su guerra genocida contra el pueblo palestino", declaró Hamás en un comunicado.

El movimiento de resistencia añadió que estas masacres se llevan a cabo con total desprecio del derecho internacional y humanitario y con el pleno apoyo de la administración estadounidense, acusándola de complicidad en "la agresión contra nuestro pueblo."

Hamás concluyó su declaración pidiendo a la comunidad internacional "que abandone su silencio e impotencia, asuma su responsabilidad para detener este holocausto que dura ya 11 meses y trabaje para poner fin a esta salvaje agresión", y "que lleve a los criminales de guerra sionistas ante el Tribunal Penal Internacional y les haga rendir cuentas por estos atroces crímenes."


Genocidio continuado en Gaza

Desobedeciendo una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato, Israel se ha enfrentado a la condena internacional en medio de su continua y brutal ofensiva contra Gaza.

Enjuiciado actualmente ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio contra los palestinos, Israel lleva librando una guerra devastadora contra Gaza desde el 7 de octubre.

Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, 40.988 palestinos han muerto y 94.825 han resultado heridos en el genocidio que Israel lleva a cabo en Gaza desde el 7 de octubre.

Además, hay al menos 11.000 personas en paradero desconocido, presuntamente muertas bajo los escombros de sus casas en toda la Franja.

Israel afirma que 1.200 soldados y civiles murieron durante la Operación Inundación de Al-Aqsa el 7 de octubre. Los medios de comunicación israelíes publicaron informes que sugieren que muchos israelíes murieron ese día por "fuego amigo".

Organizaciones palestinas e internacionales afirman que la mayoría de los muertos y heridos son mujeres y niños.

La guerra israelí ha provocado una hambruna aguda, sobre todo en el norte de Gaza, que ha causado la muerte de muchos palestinos, en su mayoría niños.

La agresión israelí también ha provocado el desplazamiento forzoso de casi dos millones de personas de toda la Franja de Gaza, y la gran mayoría de los desplazados se han visto obligados a trasladarse a la densamente poblada ciudad meridional de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, en lo que se ha convertido en el mayor éxodo masivo de Palestina desde la Nakba de 1948.

Más adelante en la guerra, cientos de miles de palestinos empezaron a desplazarse del sur al centro de Gaza en una búsqueda constante de seguridad.