Un equipo de especialistas en clima, salud y atmósfera de España y Japón ha hallado abundantes hongos, bacterias y virus vivos en lo alto de la atmósfera terrestre. En su estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el grupo recogió muestras de aire de altitudes de entre 1.000 y 3.000 metros.
Investigaciones anteriores han demostrado que el polvo puede viajar miles de kilómetros en la atmósfera; por ejemplo, grandes cantidades de polvo de África son transportadas a América del Norte y del Sur. Las investigaciones anteriores también han demostrado que los microbios que se adhieren al polvo pueden ser transportados igualmente lejos.
Para este nuevo estudio, los investigadores se preguntaron a qué altura de la atmósfera podrían encontrarse los microbios y si podrían sobrevivir al viaje. Para saber más, fletaron una avioneta que les llevó a sobrevolar partes de Japón, donde recogieron muestras de aire a altitudes de entre 1.000 y 3.000 metros, cerca del límite planetario. También recogieron datos meteorológicos relacionados con la columna de aire en las zonas donde habían volado.
En un laboratorio de aire controlado, realizaron un análisis de ADN de los microbios encontrados en las muestras como forma de identificar lo que eran y también de qué tipos. Encontraron ejemplos de hongos, bacterias y virus, muchos de los cuales, señaló el equipo, son peligrosos para la salud humana.
También descubrieron que muchos de los microbios seguían siendo viables - hicieron cultivos de ellos en placas de laboratorio. En total, el equipo encontró 266 tipos de hongos y 305 tipos de bacterias.
Comentario: Parece razonable que muchos siguieran siendo viables, después de todo, los Tardígrados pueden sobrevivir al vacío del espacio: Especie de tardígrado que absorbe la radiación UV letal y luego emite luz azul descubierta.
Los investigadores observaron que muchos de ambos tipos eran de los que suelen encontrarse en el suelo o en las plantas. Sospechan que, debido a la ubicación geográfica de los microbios, la altura a la que se encontraron y la velocidad de los vientos que los transportaban, la mayoría de ellos procedían de China, lo que significaba que habían viajado al menos 2.000 kilómetros.
El equipo de investigación sugiere que los biopatógenos son capaces de viajar miles de kilómetros a gran altitud, lo que posiblemente represente una forma de propagar enfermedades.
Más información: Xavier Rodó et al, Microbial richness and air chemistry in aerosols above the PBL confirm 2,000-km long-distance transport of potential human pathogens, Proceedings of the National Academy of Sciences (2024). DOI: 10.1073/pnas.2404191121
Información de la revista: Proceedings of the National Academy of Sciences
Comentario: Estos hallazgos respaldan la investigación del Dr. Wickramasinghe sobre los virus del espacio y su posible papel en la evolución, así como su posible papel en la (casi) extinción, ya que varias plagas a lo largo de la historia, como la peste negra, no podrían haber viajado a la velocidad, por el terreno y en la época del año en que lo hicieron, a menos que se propagaran por el aire. Que, notablemente, era en parte lo que la gente creía en aquella época.
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