Al examinar el tejido cerebral bajo microscopios especiales, un grupo de expertos detectó que la ramificación de las neuronas variaba muchísimo a lo largo del día.
Pixabay
© Pixabay
Un grupo internacional de científicos comprobó los cambios de las neuronas para comunicarse con otras células según la hora del día y los estímulos del ambiente.

Esa habilidad de tener ritmos de 24 horas de remodelado es una propiedad crítica de los relojes circadianos centrales, aseguró el experto argentino Horacio de la Iglesia, de la Universidad de Washington (Estados Unidos).

Para llegar a esa conclusión, el equipo "pintó" estructuras con una molécula de un color rojo intenso capaz de escabullirse por todos los rincones de su interior.

Al examinar el tejido cerebral bajo microscopios especiales detectaron que la ramificación de esas neuronas cambiaba muchísimo a lo largo del día.

El reloj biológico es un mecanismo interno que impone las funciones básicas de los seres vivos (liberación de hormonas, metabolismo, patrones de sueño, entre otras), organizándolas para que ocurran en el momento óptimo del día.

Trabaja a diario en respuesta a claves del ambiente, principalmente los ciclos de luz y oscuridad, pero también por la ingesta de comida o la actividad social.

Un mal funcionamiento genera diversos problemas de salud: desde una disminución de las defensas e insomnio hasta depresión y diabetes.