Miembros de la extrema derecha israelí arremetieron contra la propuesta franco-estadounidense de alto al fuego entre Israel y Hizbulá e instaron al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a rechazarla, informó este 26 de septiembre el medio 'Financial Times'.
Netanyahu
© AP Photo / Ronen Zvulun
El 25 de septiembre, Estados Unidos, la Unión Europea (UE), los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudita y otros Estados instaron a establecer un alto al fuego inmediato de 21 días en la frontera entre Israel y el Líbano.

De acuerdo con una nota publicada por la Casa Blanca, el objetivo del armisticio es "dar espacio para la diplomacia con vistas a la conclusión de un acuerdo diplomático".

La declaración fue firmada por Estados Unidos, Australia, Canadá, la UE, Francia, Alemania, Italia, Japón, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Catar.

Los firmantes abogan por una solución diplomática "que permita a los civiles de ambos lados de la frontera regresar a sus hogares". También expresaron su disposición a apoyar plenamente todos los esfuerzos diplomáticos para concluir un acuerdo entre el Líbano e Israel que ponga fin a la crisis.

No obstante, según recoge el diario Financial Times, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, dijo que no habrá un alto al fuego hasta que los israelíes desplazados por los combates hayan regresado a sus hogares.


Comentario: Siempre hay una excusa para continuar asesinado inocentes.


En una línea similar, el ultranacionalista ministro de Finanzas del país hebreo, Bezalel Smotrich, aseveró que la campaña de Israel debe "terminar en un escenario: aplastar a Hizbulá y eliminar su capacidad de dañar a los residentes del norte".

"No se debe dar el tiempo al enemigo para recuperarse de los fuertes golpes que recibió y reorganizarse para la continuación de la guerra dentro de 21 días", escribió Smotrich en su cuenta de X.

"La rendición de Hizbulá, o la guerra, son las únicas maneras de traer de vuelta a los residentes y la seguridad al norte y al país", añadió.

Estos comentarios, indicó el Financial Times, fueron repetidos por otros ultraderechistas del Gobierno israelí, de los que depende Netanyahu para mantenerse en el poder.

Por ejemplo, la ministra de Asentamientos, Orit Strock, dijo que "no había un mandato moral para un alto el fuego, ni por 21 días ni por 21 horas".


Otros ministros del Likud de Netanyahi, incluido el ministro de Cultura, Miki Zohar, dijeron que esperaban que los informes sobre un plan de alto al fuego no fueran ciertos. Mientras que el ministro de la diáspora, Amichai Chikli, afirmó que era "imposible completar la campaña en el norte sin una maniobra terrestre cuyo objetivo sea crear una zona de amortiguamiento".

En ese contexto, el premier Netanyahu dijo este jueves desde su cuenta de X que "las noticias sobre un alto el fuego no son ciertas. Se trata de una propuesta franco-estadounidense a la que el primer ministro ni siquiera respondió".

"Las noticias sobre la supuesta directiva para moderar los combates en el norte también son lo contrario de la verdad. El Primer Ministro dio instrucciones a las FDI para que continuaran los combates con todas sus fuerzas y de acuerdo con los planes que le habían presentado", aseveró.
"Además, los combates en Gaza continuarán hasta que se logren todos los objetivos de la guerra", continuó.
Israel y Hizbulá escalaron el conflicto desde el pasado 8 de octubre, cuando la milicia chií comenzó a lanzar misiles y drones suicidas hacia las comunidades del norte de Israel como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, que respondió a cada ataque.

Las Fuerzas de Defensa de Israel sostienen que sus ataques están dirigidos contra Hizbulá.

Las acciones, tanto de Israel como de Hizbulá, se han ido incrementando, y se teme que el conflicto pueda convertirse en una guerra abierta o, incluso, una regional.

Además, los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se produjeron explosiones de dispositivos electrónicos, incluidos bíperes y walkie-talkies, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.

Hizbulá y las autoridades libanesas acusan de esas explosiones a Israel, que no ha confirmado ni negado hasta ahora su implicación.