Traducido por el equipo de SOTT.netDespués de que una fuerte tormenta eléctrica azotara Bogotá el miércoles 6 de noviembre, provocando inundaciones repentinas en toda la capital y el desbordamiento del humedal de Torca, las autoridades se preparan para un clima potencialmente más intenso.
Rescate de conductores atrapados en las inundaciones de la capital colombiana
La tormenta, que azotó la ciudad durante la hora punta de la tarde, desencadenó relámpagos, lluvias torrenciales e inundaciones que paralizaron la movilidad en toda la ciudad. La situación empeoró cuando el aeropuerto El Dorado de Bogotá suspendió todas sus operaciones, dejando a los pasajeros varados y enfrentándose a largos retrasos mientras las compañías aéreas se afanaban por reprogramar los vuelos.
El alcalde Carlos Fernando Galán informó que los equipos de respuesta a emergencias atendieron más de 26 puntos críticos en la ciudad, especialmente en los distritos de Usaquén, Suba y Ciudad Bolívar, los más afectados.
La intensidad de las lluvias durante cuatro horas también desbordó los sistemas de drenaje de Bogotá, lo que provocó inundaciones a lo largo de la Calle 80, la Avenida Caracas y la Calle 26. Mientras los corredores esenciales se cerraban debido a la subida del nivel del agua, la Autopista Norte se enfrentó a una grave emergencia con aproximadamente 500 coches atrapados en aguas profundas. Con los equipos de emergencia trabajando durante la noche para rescatar a la gente de sus vehículos, el alcalde Galán anunció que las escuelas situadas en el norte de la capital colombiana suspenderían las clases, ya
que se esperan más lluvias el jueves y posiblemente durante el fin de semana.Isabel Segovia, secretaria de Educación de Bogotá, confirmó que más de 4.300 estudiantes se vieron afectados por la inundación de la AutoNorte, y que muchos tardaron hasta el amanecer en volver a casa sanos y salvos.
El alcalde Galán confirmó que las cuadrillas estuvieron en el lugar durante toda la noche, retirando cerca de 200 vehículos atascados entre las calles 222 y 215. «Esta zona es muy vulnerable a las inundaciones debido a su geografía», señaló, haciendo hincapié en la necesidad de soluciones de infraestructura a largo plazo para proteger a los residentes.
El desbordamiento del humedal de Torca supuso un riesgo especial. El alcalde Galán advirtió que si la lluvia persiste en los próximos días, las autoridades podrían verse obligadas a cerrar grandes tramos de la AutoNorte, con lo que se interrumpiría la movilidad entre Bogotá y los municipios vecinos de Cota, Chía y Cajicá. Guillermo Escobar Castro, Director del Instituto para la Gestión del Riesgo y el Cambio Climático de Bogotá (IDIGER), destacó la vulnerabilidad de la ciudad a este tipo de eventos, calificando las recientes lluvias como «un fenómeno inusual pero cada vez más probable» a medida que las condiciones climáticas se vuelven más extremas.
Con inundaciones generalizadas en la Calle 80 y la Carrera Séptima, el sistema de transporte masivo articulado TransMilenio de Bogotá se vio gravemente afectado, con estaciones cerradas y autobuses atascados entre los coches varados. En respuesta a la intensa tormenta del miércoles, la Secretaría de Movilidad de Bogotá ha habilitado un carril reversible en la AutoNorte para redirigir el tráfico entrante, mientras se utiliza la Carrera Séptima como vía principal de salida. Sin embargo, los retrasos siguen siendo considerables, y las autoridades recomiendan a los residentes evitar el norte de Bogotá a menos que sea absolutamente necesario.
Mientras Bogotá se enfrenta a una racha de fuertes tormentas, las autoridades abogan por la mejora de las infraestructuras para contrarrestar los riesgos asociados a las condiciones meteorológicas extremas. El alcalde Galán subrayó la necesidad de un plan integral para elevar ciertas carreteras propensas a inundaciones, en particular la AutoNorte, para evitar daños recurrentes al ecosistema de la zona y garantizar un acceso seguro a través de la zona húmeda de Torca-Guaymaral. «Esperamos agilizar este proyecto de infraestructura crítica para proteger la ciudad y permitir el flujo natural del agua entre las secciones oriental y occidental del humedal Torca-Guaymaral», señaló Galán. «La tormenta del miércoles nos mostró lo vulnerable que sigue siendo Bogotá, y este proyecto podría ayudar a salvaguardar el futuro de la capital».
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