Los servicios de inteligencia occidentales, después de realizar una investigación sobre los cables submarinos dañados en el mar Báltico, llegaron a la conclusión de que Rusia no está involucrada en los incidentes, informó el periódico 'The Washington Post' citando fuentes de los servicios de inteligencia.
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© AP Photo / Hendrik Osula
"Según varios representantes de los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos, las roturas de los cables submarinos que causaron preocupación a los servicios de seguridad europeos en los últimos meses, probablemente fueron el resultado de accidentes marítimos y no del sabotaje ruso", señala el medio.

La publicación destacó que los servicios de seguridad, tanto de Estados Unidos como de Europa, después de reunir varios datos y pruebas, incluidos mensajes interceptados, coincidieron en que los accidentes se debían a las "tripulaciones inexpertas que trabajaban a bordo de barcos mal mantenidos".


En noviembre y diciembre de 2024 se produjeron varios incidentes de daños en cables en el mar Báltico. En noviembre, se rompieron el cable de telecomunicaciones C-Lion1, que corre entre Finlandia y Alemania, y un cable de comunicaciones entre Suecia y Lituania.

En aquel momento, las autoridades sospecharon que el responsable era el buque de carga seca chino Yi Peng 3. El medio alemán Bild publicó, a su vez, que el granelero chino estaba capitaneado por un ciudadano ruso.

A finales de diciembre, las autoridades de Finlandia incautaron el petrolero Eagle S, con bandera de las Islas Cook, por presunta rotura del cable submarino eléctrico EstLink 2 en el mar Báltico, que conecta Finlandia y Estonia. Además, el barco fue sospechado de transportar combustible ruso. La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, indicó, por su parte, que la OTAN aprovechó la situación en el mar Báltico "para aumentar la presencia militar" en la zona.